Los arquitectos recién graduados, al entrar en el mundo profesional de la arquitectura, pocas veces encuentran una conexión directa con el campo de la construcción. En la universidad, los arquitectos reciben una sólida formación en diseño arquitectónico, teoría y conceptos creativos. Sin embargo, es común que se les brinde menos énfasis en aspectos prácticos relacionados con la obra misma. Esta brecha entre la formación académica y las demandas del mundo laboral puede ser un desafío inicial para los recién graduados.
Nuestras primeras experiencias laborales suelen implicar tareas como dibujante técnico, donde traducen los diseños en planos detallados, y la elaboración de cómputos y presupuestos para proyectos. Estas responsabilidades, aunque fundamentales, pueden distar de la visión romántica del diseño arquitectónico y mucho mas aún de llevar a cabo la dirección de la construcción de ese proyecto.
Por otro lado, deben aprender a comunicarse claramente con ingenieros, contratistas, gremios, proveedores y otros profesionales involucrados. Las dificultades pueden surgir, entre otras tantas, debido a malentendidos o diferencias en la interpretación de planos y diseños, lo que subraya la importancia de la comunicación eficaz. Sin embargo, no es algo que obtengamos en nuestra formación universitaria, sino más bien queda completamente relegado al ejercicio profesional y la propia experiencia.
Se considera que una de las funciones más valiosas a nivel experiencia práctica y desarrollo de las habilidades de la gestión en obra, es la supervisión de proyectos de construcción, donde debemos asegurarnos que las especificaciones se cumplan y que la calidad de la construcción esté a la altura del diseño original.
Pero ¿Cómo logramos esto? ¿Cómo nos aseguramos un buen resultado en nuestra labor? es importante resaltar que uno como profesional tiene que estar capacitándose y a su vez reinventándose constantemente, la industria de la construcción está en constante evolución, con nuevas tecnologías y técnicas que surgen regularmente. Los arquitectos debemos comprometernos a un aprendizaje continuo para mantenernos al día. Esto incluye familiarizarse con software de modelado, sistemas de gestión de proyectos, estándares de construcción actualizados, sin dejar de asistir a ferias, congresos o capacitaciones.
A medida que los arquitectos adquieren experiencia en la obra, tienen la oportunidad de avanzar en sus carreras y asumir roles de mayor responsabilidad. La carrera permite la especialización en infinitos campos que abren nuevas puertas como la construcción sostenible, la restauración histórica o incluso el diseño interior o de mobiliario. El futuro promete oportunidades emocionantes para aquellos que están dispuestos a enfrentar los desafíos iniciales con determinación, lo importante, es no bajar los brazos y encontrar nuestro camino.
por CEDOC
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