Wednesday 19 de February, 2025

ESPACIO NO EDITORIAL | 28-01-2025 11:21

El Duelo de Separación: Una Ruta de Sanación Personal

Por Lic Paola Aquino.

Las rupturas amorosas son momentos de profunda transformación emocional, que no solo significan el fin de una relación, sino la pérdida de un futuro compartido, de sueños y de la identidad que se había construido en pareja. Afrontar un duelo de separación puede ser uno de los retos emocionales más desafiantes, ya que involucra una montaña rusa de emociones que van desde la tristeza y el dolor hasta la ira y la confusión. Entender este proceso y saber cómo abordarlo es clave para salir fortalecido de la experiencia.

¿Por qué ocurre el duelo de separación?

Las razones por las cuales una ruptura genera un duelo son múltiples, y dependen tanto de la naturaleza de la relación como de las circunstancias de la separación. En primer lugar, una ruptura puede entenderse como una "pérdida significativa", no solo de una persona, sino también de la idea de la relación como un futuro compartido. El psicólogo y psicoanalista Sigmund Freud fue uno de los primeros en describir el proceso de duelo como una forma de "trabajo emocional" necesario para asimilar la pérdida de un objeto amado. Freud argumentaba que el duelo es un proceso inevitable, que, si bien doloroso, es esencial para la recuperación emocional.

Por su parte, la psicóloga Elisabeth Kübler-Ross, en su famoso modelo de las cinco etapas del duelo, observó que las personas atraviesan diversos estados emocionales tras una pérdida: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Aunque su modelo fue originalmente diseñado para explicar el duelo por muerte, estas fases se aplican igualmente al duelo por ruptura, donde la persona se enfrenta a la negación de la pérdida, la ira hacia la expareja, la negociación para intentar revertir la situación, la depresión ante la soledad y la aceptación de que la relación ha llegado a su fin.

El Proceso del Duelo: ¿Por qué nos cuesta tanto?

El duelo de separación es una experiencia profundamente individual. Algunas personas se recuperan en meses, mientras que otras pueden necesitar años para sentirse completamente sanas. Según el psicólogo John Bowlby, pionero en los estudios sobre el apego, las rupturas amorosas desencadenan un sentimiento de pérdida similar al duelo por la muerte de un ser querido, dado que el vínculo emocional con la pareja se ha establecido de manera profunda. Bowlby sostenía que las personas con un apego seguro tienen una mayor capacidad para afrontar la separación, mientras que quienes han desarrollado a lo largo de su vida patrones de apego ansioso o evitativo pueden enfrentar mayores dificultades para procesar la pérdida.

El duelo de separación también es más que un proceso psicológico; involucra cambios a nivel físico y emocional. En palabras del psicólogo Aaron Beck, creador de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), “el sufrimiento emocional se origina no solo en los eventos externos, sino también en los pensamientos y creencias que tenemos sobre esos eventos”. A través de la TCC, Beck propone que las personas pueden aprender a identificar y cuestionar pensamientos irracionales relacionados con la ruptura, como la idea de que “nunca encontraré a alguien más” o “me he quedado sin valor porque ya no soy amado”. Al aprender a reformular estos pensamientos, el individuo puede reducir la intensidad del dolor y empezar a reconstruir su autoestima.

Las Fases del Duelo en el Contexto de una Separación

Aunque el proceso de duelo es único para cada persona, los estudios sugieren que existen fases comunes que la mayoría experimenta, aunque no necesariamente en un orden lineal. A continuación, exploramos las etapas clave según varios autores y enfoques psicológicos:

  1. Shock y Negación: Es común que, al principio, la persona no pueda aceptar la ruptura, sobre todo si ha sido inesperada. El psicoanalista Jacques Lacan, en su teoría sobre el "objeto perdido", señala que la negación es una defensa natural contra el impacto de la pérdida. En este estado, la mente trata de protegerse de una realidad insoportable, lo que puede llevar a una sensación de desconcierto y parálisis emocional.
  2. Ira y Frustración: Una vez que la persona empieza a aceptar parcialmente la ruptura, los sentimientos de ira suelen emerger. Freud describió esta etapa como una "proyección" de la frustración interna hacia la otra persona. Esta ira puede estar dirigida hacia la expareja, el entorno o incluso hacia uno mismo. Aquí, los pensamientos de injusticia y culpa surgen con frecuencia.
  3. Negociación: Durante este periodo, es común intentar revertir la situación, ya sea buscando reconciliación o buscando respuestas que justifiquen el fin de la relación. En el contexto de la psicoterapia cognitiva, este es el momento en que los pacientes a menudo tienen pensamientos distorsionados como "Si tan solo hubiera hecho esto diferente" o "Quizá podamos volver a intentarlo". La clave en esta etapa es la toma de conciencia de que no se puede cambiar lo sucedido, y que aceptar la realidad es fundamental para la curación.
  4. Depresión y Tristeza Profunda: Esta es la fase en la que se experimenta una pérdida profunda, tanto del otro como de la vida en pareja. Los autores del enfoque psicoanalítico, como Melanie Klein, indican que este sentimiento de pérdida puede ser experimentado como un "vacío emocional" que se siente incapaz de llenar. La tristeza es natural y, aunque difícil, es una etapa necesaria para elaborar la separación.
  5. Aceptación y Adaptación: Finalmente, la aceptación no implica necesariamente olvidar, sino integrar la experiencia como parte del proceso de crecimiento personal. Desde la Terapia Cognitiva, este proceso involucra un trabajo de "reestructuración cognitiva", donde los pensamientos negativos relacionados con la ruptura son reemplazados por pensamientos más adaptativos, lo que permite al individuo retomar el control sobre su vida.

Sugerencias para Manejar el Duelo de Separación

El duelo es un proceso desafiante, pero también es una oportunidad para la reconstrucción personal. Aquí hay algunas recomendaciones, basadas en diferentes enfoques terapéuticos, para ayudar a gestionar este doloroso proceso:

  1. Aceptar el dolor: La aceptación de las emociones es esencial. Como señaló el psicólogo Carl Rogers, la autoaceptación es la base del proceso terapéutico. Negar el dolor solo alarga el sufrimiento. Permítete sentir lo que sientes, sin juzgarte.
  2. Reestructuración cognitiva: Identifica y desafía los pensamientos negativos que surgen tras la ruptura. Según Beck, aprender a cambiar los patrones de pensamiento disfuncionales puede disminuir el sufrimiento emocional y acelerar la recuperación.
  3. Buscar ayuda profesional: El acompañamiento psicológico, ya sea mediante Terapia Cognitivo-Conductual o psicoterapia psicoanalítica, puede ayudar a las personas a entender y procesar su sufrimiento. El apoyo de un terapeuta facilita la expresión de las emociones y la toma de conciencia de patrones emocionales disfuncionales.
  4. Cuidar el cuerpo: La conexión cuerpo-mente es fundamental. Realizar ejercicio físico, mantener una dieta balanceada y descansar lo suficiente son aspectos que fortalecen la resiliencia emocional.
  5. Recrear tu identidad: El fin de una relación puede dejar un vacío en nuestra identidad. Ahora es el momento de redescubrir quién eres fuera de la relación. Participa en actividades que te llenen, reconéctate con tus pasiones y objetivos personales.
  6. Establecer límites claros: La "limpieza emocional" es vital para el proceso de duelo. Establecer límites claros con la expareja, como evitar la comunicación innecesaria, ayuda a reducir la tentación de volver a los antiguos patrones y fomenta la sanación.

Conclusión: Un Viaje hacia la Recuperación

El duelo de separación es una experiencia dolorosa, pero a través de la comprensión de sus etapas y la implementación de herramientas terapéuticas, es posible navegar este proceso de manera más saludable. Como expresó Viktor Frankl, psicólogo y sobreviviente del Holocausto, "La vida nunca deja de tener sentido, incluso en medio del sufrimiento". Al final, el duelo puede ser un espacio para la reflexión profunda, el autodescubrimiento y la reconstrucción personal.

Así, aunque el dolor puede parecer insuperable al principio, con el tiempo y con el acompañamiento adecuado, las personas pueden no solo superar la pérdida, sino también emerger de ella con una mayor comprensión de sí mismas y de su capacidad para sanar y seguir adelante.

Soy Licenciada Paola Aquino, especialista en Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), y me enfoco en temas de autoestima, amor propio y sexualidad. Pueden seguirme en Instagram en @tallerespsico_ para más información.

Mi mail es [email protected]

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