Dos poderosos ministros de Cristina estuviern a punto de presentar su renuncia en los últimos meses. Se trata del ministro de Planificación, Julio De Vido; y el titular de Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
El caso de De Vido explotó a fines de diciembre cuando los cortes de luz azotaron a la Capital y la provincia de Buenos Aires. En medio de la furia de Cristina por la falta de energía eléctrica, De Vido le llevó un plan para estatizar Edenor y Edesur. La Presidenta se lo dio al ministro de Economía, Axel Kicillof, para que lo analizara. Según cuentan en el Gobierno, Kicillof lo dio de baja y hasta deslizó que detrás del proyecto había un negocio de De Vido.
Enojado el ministro de Planificación le dijo al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que iba a renunciar. “Vos no te vas”, le dijo Zannini en tono amenazante. De Vido sufre el cansancio de casi 11 años de Gobierno y de su desgastada salud asediada por la diabetes.
Randazzo también amenazó con irse. Fue luego de que intentaran desdoblar su ministerio y sacarle Interior. En el Gobierno pensaban dárselo a Sergio Uribarri. “Si hacen eso me van a tener que echar”, le dijo Randazzo a Zannini, que dio de baja el plan.
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