“Lo mío fue una vez sola en el 2012. Pero bueno, me denunció en ese momento porque estaba caliente. Viste como es esto, cuando vos dejás a una mina son despechadas, y cuando están despechadas te quieren matar, viste”, fue la manera en la que el técnico Ricardo “Caruso” Lombardi respondió a NOTICIAS cuando fue por la orden judicial que lo obliga a asistir a un grupo de terapia para hombres golpeadores.
Caruso Lombardi utilizó la misma justificación que, según los especialistas, usan los hombres golpeadores que llegan, por orden judicial, para tratarse en el Centro de asistencia al “Hombre Violento” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “Yo no fui, fue ella”. El psicólogo Raúl Mattiozzi, creador de este programa de ayuda a los maltratadores, explica: “Es una constante: ellos no se reconocen como golpeadores, los culpables siempre son la mujer y los hijos”. En el 2012, Caruso fue denunciado por su ex esposa María Isabel Rosseti por agresiones y maltrato. La Justicia, primero, lo mandó a hacer tareas comunitarias y luego le sumó la orden de asistir a un grupo de ayuda, con el fin de revertir esa postura de negación y lograr que, tras la compresión del acto cometido, se reduzca la posibilidad de una reincidencia. El técnico niega ser golpeador y asegura que fue él quien pidió asistir al curso para terminar con todo el “quilombo judicial”.
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En NOTICIAS de esta semana "Exclusivo | Hablan los golpeadores". Por qué golpea un hombre a una mujer. Siete testimonios entre la psicopatía, la negación y el lastre social.
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