El mundo de la moda va al compás de los movimientos sociales. Y como todo devenir, una vez que se encuentra en una encerrona, se hace una retrospectiva para ver qué se puede rescatar en pos de una reinvención. Agotada la tendencia aesthetic (“estético”), la cual revolucionó el 2023 uniendo en un mismo look piezas de vanguardia con cualidades retro, ahora la sensación del verano 2024 es el estilo coquette, que exalta la femineidad sin sexualizarla, con elementos claves como moños, encajes, volados y todo sobre la tonalidad del rosa y de los colores pasteles.
Representantes de este estilo “coqueto”, son las cantantes norteamericanas Ariana Grande, Lana del Rey, Olivia Rodrigo y Sabrina Carpenter, quienes con millones de seguidores en sus redes diseminan alrededor de todo el planeta este concepto de hiper femineidad, donde se conjugan algunos tintes de niñez, vida romántica y monárquica.
Origen
El término coquette proviene del francés “coquet” que significa coqueto o provocador. Un estilo inspirado en el arte Rococó, surgido en la misma Francia, gracias a artistas como el escultor Étienne-Maurice Falconet (1686-1721) y el pintor Jean-Honoré Fragonard (1732-1806), dueños de las expresiones más representativas de la época. En ellas, las mujeres lucían femeninas e inocentes, en una atmósfera idílica casi de cuentos de hadas. Más de 200 años después, el mismo estilo es tendencia en redes sociales, donde si se escribe el hashtag #coquette en Tik-Tok o Instagram, surgen más de 17.7 billones de publicaciones.
Quien pretenda estar a la moda, tanto para una sesión de fotos o lucirlo en algún evento especial, tendrá que tener en cuenta algunos principios básicos. El look deberá priorizar los moños de colores rosas y/o blancos, sedas importadas, encajes, hilos de oro, brocados, volados, cintas y/o plumas, todo bajo una impronta aniñada. También se puede hacer uso de estampados florales, perlas y lazos, acompañados por un maquillaje suave en la gama de los pasteles. Vale aclarar que los accesorios no se limitan a la prenda en sí, también pueden ir en corpiños, zapatos, uñas o peinado.
Los moños dentro de esta configuración se aplican en cualquier lugar del look. Quien lleve mascotas, también puede lookearlas con la misma sintonía de moños, lazos, perlas, etcétera. Por su parte, la actitud, al menos ante los flashes también juega un importante rol. La actitud ingenua pero elegante, de muñeca antigua, incluso juguetona y sobre todo coqueta.
“Nicolás Ghesquiere, influyente diseñador de Louis Vuitton dijo en plena pandemia que íbamos a volver a los brillos, a los vestidos y que el uso de las zapatillas y la joggineta era solo una cuestión momentánea, que no iba a moldear el futuro. Y el regreso de la moda coquette es producto de un salir de una opacidad estética brutal que impactó al mundo”, reconoce la investigadora de moda Lorena Pérez en exclusivo para NOTICIAS. “La pionera de esta tendencia fue Prada, que bajo su línea adolescente Miu Miu, en el invierno del 2023 lanzó una línea de moños, lazos y demás accesorios de estilo, como una contraposición a lo que fue el vestir durante el encierro”, agrega.
Íconos
Claro que entre las obras de arte de los franceses más representativos de la época y las cantantes actuales como Ariana Grande y Olivia Rodrigo hay un puente que comunica. Más acá en el tiempo, la estética coquette volvió a cautivar al mundo gracias a la película “María Antonieta” (2006) de la directora Sofía Coppola, como también hizo lo suyo la reveladora novela de Vladimir Nabokov, “Lolita” (1955), la cual tuvo su adaptación al cine en 1997 de la mano del director Adrian Lyne. Y como suele suceder en todas las tendencias, entre el cine y sus modelos, la literatura siempre da los conceptos. Los clásicos de Jane Austen y las hermanas Brontë también promovieron el coquette con fuerza.
Una rúbrica que explotó muy bien la cantante Lana del Rey, quien en sus videoclips aparece lookeada con encajes, moños y tul. Otra que utiliza esta estética es Ariana Grande, quien basa su imperio visual, en vestuarios que unen corsé, minifaldas plisadas, guantes, moños y lazos. Por su parte Olivia Rodrigo le hace un culto a los moños, tanto para sus vestidos como para darle forma a sus peinados. La última de este póker coquette es Sabrina Carpenter, que reviste sus shows a la moda y siempre se presenta con lazos, moños y medias a tono.
El sentido de esta explosión es revalidar el aspecto femenino que en épocas pasadas fuera bastardeado por las mismas mujeres, como naif y poco feminista. Hoy la identidad y el empoderamiento residen en explotar los rasgos distintivos y dejar en claro que la sutileza y la sensualidad no son sinónimos de debilidad. Por el contrario, de fuerza y pertenencia.
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