En los años 90 y 2000 era habitual leer una revista y encontrar en las páginas de sociales a las modelos del momento en los eventos que marcaban la temperatura de la época. Un sello de aquellos años era ver una foto de Valeria Mazza compartiendo una mesa de tragos con Pancho Dotto a modo de vidriera, para que las marcas encontraran en ella a la mujer que mejor promocionaba sus productos. Así se le acercaron marcas como Guess, Caro Cuore y Versace. Lo mismo hacían Ricardo Piñeiro con sus musas, Dolores Trull, Lorena Ceriscioli y Natalia Graziano, y Claudia Neumann y su pareja de entonces, Teto Medina, con la pequeña Nicole Neumann.
Otras secuencias recurrentes eran los stars que acudían a la noche porteña en busca de algún amor que los elevara en el ranking de celebridad. Abonados a esa técnica eran los músicos como Emanuel Ortega, quien justamente conoció el amor con la bellísima top model Ana Paula Dutil. Luego se pusieron de novios y armaron una bella familia, que duró unida hasta hace poco. En resumen, una fauna variopinta que se nutría de empresarios, representantes, modelos, deportistas, artistas y relaciones públicas.
Presente y futuro
Hoy, más de dos décadas después, en los grandes eventos que marcan el calendario de famosidad, encontramos a las mismas personalidades pero ya no con sus futuras parejas y/o representantes a modo de escaparate humano, sino con sus hijos, aunque la fórmula siga siendo la misma: mostrarlos para que ganen protagonismo. Claro, algo cambió, sus apellidos hablan por sí solos. Si hace treinta años no se sabía si Mazza era con una o dos zetas, hoy leer Gravier ya nos explica de por sí toda su genealogía y aclararlo es hasta redundante.
Esta semana se inauguró la prestigiosa Semana de la Moda de Buenos Aires, más conocida como el BafWeek. La marca encargada de dar inicio a los cinco días más fashion de la temporada otoño-invierno 2024 fue nada menos que Kosiuko con su eslogan “No Rules, Our Rules”. Y para revivir su arrogancia, llevó muchos apellidos ilustres de fin de siglo pasado pero con sus hijos. En la pasarela se lucieron Charo Calamaro, la hija de 17 años de la actriz Julieta Cardinali y el músico Andrés Calamaro, y Delfina García Moritán, la hija de Milagros Brito y Roberto García Moritán, actual marido de Pampita Ardohain, quien escribió cual padre baboso en sus redes: "Cada día más orgulloso de vos. Te amo, hija".
A su vez, en las primeras filas de espectadores estaban Taina y Benicio Gravier, los hijos de Valeria Mazza y Alejandro Gravier, para esta altura, figuritas que se repiten en todas las noches glamorosas de Buenos Aires y Punta del Este. Guiados por sus progenitores, parecen verdaderas billeteras humanas que aumentan su crédito gala tras gala.
Dinastía
Otros hijos que asistieron al desfile de la marca de Cynthia Kern y Federico Bonomi fueron Cala Pueyrredón, hija de Dolores Trull, Sofía Solá (19) junto a su madre Maru Botana, e India Ortega (18), la hija de Emanuel Ortega y Ana Paula Dutil. La nieta de Palito y Evangelina también ofició de modelo pero ya en la segunda jornada, desfilando para la marca Sadaels, la cual montó una pasarela acuática. Original y vanguardista para que se luzca la única modelo del clan Ortega.
Con el despliegue de Prüne, llegó uno de los momentos más importantes de la semana. La marca de carteras y accesorios presentó en pasarela nada menos que a Helena Otamendi (18), hija de Geraldine Neumann y sobrina de Nicole, quien cautivó a todos los referentes de la moda. Con el prestigio en su ADN, los entendidos del rubro le auguran un inmenso futuro. Otra invitada que hizo honor al apellido familiar fue Simona Álvarez, la hija de María Freytes, quien también recibió los flashes de los fotógrafos cazadores de celebridades.
Si bien el relevo generacional ya es un hecho y queda reflejado en cada uno de los eventos más importantes del año, esta camada de jóvenes no se encasilla en un solo rubro como hicieron sus progenitores. Fieles a los tiempos que corren, en sus redes sociales puede verse que no siguen a reglamento la profesión heredada sino que transitan un amplio abanico de actividades como las de celebrity, influencer, moda y música, incluso hasta algunos manejan un espacio para la filantropía, generando con sus publicaciones actos benéficos como colectas o simplemente invitar a tomar conciencia sobre el medio ambiente. Un aspecto más que positivo entre tanta frivolidad y extravagancia adquirida.
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