Una encuesta reciente realizada por Telprom, con más de seis mil entrevistados, reveló cuáles fueron las piezas audiovisuales que marcaron la última década en el gusto popular. Entre cortometrajes y cámaras ocultas, dos producciones desopilantes se robaron el protagonismo y las carcajadas de los argentinos: un cortometraje basado en un cuento del legendario Roberto Fontanarrosa, protagonizado por Dady Brieva, y una delirante cámara oculta en la que Sofía Clérici fue la gran "víctima".
El fenómeno Fontanarrosa: risas y barrios
El cortometraje "No sé si he sido claro", basado en un cuento del “Negro” Fontanarrosa, nos transporta a la historia de Miguelito, un joven cuya fama desbordante no provino de sus logros académicos o deportivos, sino del "tamaño" de su miembro viril. En el corto, Dady Brieva brilla interpretando a este peculiar personaje que, entre competencias barriales y una hinchada propia que lo alentaba como a un equipo de fútbol, se convirtió en una leyenda local.
El humor directo y la narrativa sarcástica de Fontanarrosa, combinados con la actuación de Brieva y el rol del manager Jorge Zonzini como su abogado, lograron que esta obra se consolidara como un “imperdible” del humor nacional.
Clérici, raperos y Bruce Willis (o casi)
Por otro lado, la cámara oculta que protagonizó Sofía Clérici no solo dejó en evidencia su credulidad, sino que también se convirtió en una pieza de culto. La idea, orquestada por el productor Pablo Silva y los raperos "Paul & Maik" (Emannuel Danann y Martín Benedettelli), consistió en hacerle creer a Clérici que tendría un encuentro íntimo con Bruce Willis, el icónico protagonista de "Duro de matar".
El plan incluyó un falso equipo de televisión colombiano, encabezado por los hilarantes personajes "Crepúsculo" y "Angelico", y un supuesto Bruce Willis que resultó ser el doble argentino del actor, Pablo Perillo, quien ni siquiera hablaba inglés. Lo más insólito de todo fue que Clérici nunca llegó a comprender la farsa, creyendo hasta el final en la autenticidad de la experiencia.
Una conexión inesperada
Curiosamente, ambas producciones comparten un nexo en común: el manager Jorge Zonzini. No solo acompañó a Dady Brieva en el cortometraje como actor, sino que también representó tanto a los raperos como a Clérici en el pasado. Sobre la modelo, Zonzini afirmó recientemente: "Era previsible que su narcisismo y ambición desmedida la llevaran a donde hoy está", en referencia al reciente escándalo mediático y judicial que involucra a Clérici junto a Martín Insaurralde y Jesica Cirio por presunto lavado de activos.
Ambas piezas lograron superar el millón de reproducciones en distintas plataformas, confirmando su lugar como fenómenos virales de la década. Entre el talento de Fontanarrosa llevado al audiovisual y el delirio de la cámara oculta, los argentinos demostraron, una vez más, su pasión por el humor inteligente y las historias insólitas.
por R.N.
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