El próximo lunes 20 tomará posesión del cargo de presidente de Estados Unidos. Antes de asumir, ha realizado una serie de declaraciones sobre política exterior que, para no cometer errores, deben analizarse con cuidado.
Groenlandia. El Congreso tratará este año legislativo una ley que habilite al Poder Ejecutivo Nacional a comprar ese territorio autónomo, hoy bajo jurisdicción de Dinamarca. Groenlandia es geopolíticamente clave: tiene una sofisticada base militar que permite la "alerta temprana" frente a un posible ataque misilístico de las dos potencias autocráticas. Además, el deshielo habilitará, más temprano que tarde, nuevas rutas navales comerciales y la explotación de recursos naturales.
Canadá. La declaración de que "los canadienses serían bienvenidos a una Unión Americana" apunta más a una federación que a una absorción del país vecino.
Canal bioceánico. Trump sostiene que, detrás del gobierno de Panamá, son los chinos quienes manejan el negocio y que los precios de uso del canal se han vuelto prohibitivos.
Ucrania. El norteamericano quiere un rápido "alto el fuego" y un ulterior acuerdo para establecer un "cordón de paz". Busca: que Estados Unidos deje de gastar miles de millones de dólares, y establecer una división planetaria de zonas de influencia entre las superpotencias.
Medio Oriente. Trump mantiene contacto con el líder árabe Mohamed bin Salman, y Recep Tayyip Erdogan. El turco y el saudí, son sunitas y enemigos de Irán y de los hutíes yemeníes (chiitas). Ya han logrado colocar en la presidencia de Líbano al general Michel Aoun (cristiano maronita); y Turquía ayudó a derrocar en Siria a Al Assad, ante la sorpresiva pasividad rusa.
El inquilino de la Casa Blanca finalmente prometió ser implacable con Hamás si no libera a los rehenes judíos, dispuesto a cerrar ese frente con una "lluvia de fuego".
*Ex vicepresidente y exministro de Relaciones Exteriores.
por Carlos Ruckauf
Comentarios