El Papa Francisco y el Vaticano rechazaron de manera tajante que la Iglesia católica bendiga las uniones entre personas del mismo sexo. La Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) aclaró que los sacerdotes “no pueden de ninguna manera llevar a cabo esta forma de bendición” dado que “Dios no puede bendecir el pecado”.
El órgano que tutela la doctrina católica salió a dar respuesta a algunos movimientos eclesiásticos que pregonaban que era posible impartir estas bendiciones como una señal de bienvenida a los católicos gays, mientras que otro sector de la Iglesia insistía con que esto era imposible. “Se responde negativamente”, aseguran en un documento de dos páginas publicado hoy en siete idiomas.
Hace unos meses el Papa causó revuelo con un documental donde defendía una ley sobre las uniones civiles. El director del documental, el ruso Evgeny Afineevsky remarcaba que el Pontífice argentino sostenía que los homosexuales “son hijos de Dios, tienen el derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por esto”.
“Lo que debemos crear es una ley sobre las uniones civiles. De este modo –continuó entonces Francisco– los homosexuales tendrían una cobertura legal. Yo me esforcé en ello”. Una frase que, según matizó la Santa Sede en su momento, fueron parte de “dos respuestas distintas editadas y publicadas como si fuera una sola respuesta”
Y acusaron a Afineevsky de cortar las preguntas y sustituir el contexto. Poco después de la presentación del documental resultó evidente que el Papa no había dicho estas palabras a Afineevksy, como él había asegurado, sino que formaban parte de una entrevista al Pontífice de la televisión mexicana en 2019 que nunca había sido publicada completa.
La CDF, que preside por el cardenal español Luis F. Ladaria, ahora no sólo indica que no se puede bendecir a las uniones gays, sino a todas las “relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio” aprobado por la Iglesia.
“La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar, todavía no es capaz de justificarlas y hacerlas objeto lícito de una bendición eclesial, porque tales elementos se encuentran al servicio de una unión no ordenada al designio de Dios”, marca el texto de dicho documento.
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por R.N.
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