Sunday 28 de April, 2024

MUNDO | 02-01-2024 12:48

Las elecciones que cambiarán el mapa político en 2024

Poco menos de la mitad del planeta concurrirá a las urnas en el 2024. La democracia se pone a prueba con enormes desafíos.

Más de 40 países, que representan a su vez al 40% de la población mundial y una porción aun más grande del PIB mundial, celebrarán elecciones en 2024. Los resultados, tomados por separado y en conjunto, ayudarán a determinar quién dirige los destinos del planeta. Entre ellos se cuentan algunos de los estados más poderosos y ricos, como Estados Unidos, India y Reino Unido; pero también algunos de los más pobres; los más despóticos (Rusia e Irán); y los más estresados, como Taiwán y Ucrania.

Este año electoral sin precedentes, llega en tanto con la democracia golpeada. Con partidos nacionalistas-populistas de extrema derecha como Fidesz en Hungría; golpistas y militantes islamistas en otros rincones; y el régimen chavista de Nicolás Maduro buscando perpetuarse en Venezuela. En línea con los gobiernos de mano dura de Xi Jinping en China y Vladimir Putin en Rusia.

Democracia

Según un estudio de Freedom House, el organismo de control independiente con sede en Estados Unidos, la libertad global disminuyó por decimoséptimo año consecutivo. En su informe de 2023, concluyó: “La guerra de agresión de Moscú condujo a devastadoras atrocidades contra los derechos humanos en Ucrania. Nuevos golpes y otros intentos de socavar el gobierno representativo se vivieron en Burkina Faso, Túnez, Perú y Brasil (Ndr: el ataque al capitolio en Brasilia para evitar la asunción de Lula Da Silva). La represión en curso continuó disminuyendo las libertades básicas en Guinea y restringiendo las de Turquía, Myanmar y Tailandia, entre otros”. Sin embargo, el informe sostiene que mientras 35 países experimentaron disminuciones en los derechos políticos y las libertades civiles, 34 vieron mejoras.

Fotogaleria El presidente ruso, Vladimir Putin, celebra su conferencia de prensa de fin de año en la sala de exposiciones Gostiny Dvor, en el centro de Moscú

Los autócratas no son ni infalibles ni imbatibles. Los efectos de la corrupción y el énfasis en el control político a expensas de la competencia expusieron los límites de los modelos autoritarios ofrecidos por Beijing, Moscú, Caracas o Teherán”, apunta el informe. Aunque poco de esto tenga efectos prácticos: los gobiernos que ven resquebrajar su legitimidad solo se vuelven más represivos. Alexei Navalny, el principal opositor al gobierno de Putin ahora está preso en el Ártico. Y el gobierno de Maduro le prohíbe a Corina Machado, ganadora de las primarias de la oposición, presentarse a las elecciones en 2024. Y lo mismo vale en Irán, donde más del 25% de los candidatos de la oposición ya han sido descalificados por los conservadores clericales que dominan el gobierno, el mismo que es acusado de misógino y asesino tras la violenta muerte de Mahsa Amini.

Escenario

Los impactos geopolíticos y económicos de tantas batallas electorales, que ocurren más o menos a la par, pueden ser un combo peligroso, y desestabilizar aún más un mundo inestable. Como ocurrió días atrás en Egipto, donde el ex líder golpista, Abdel Fattah al-Sisi, impidió que su único oponente creíble se presentara contra él para la presidencia. Otro ejemplo: las elecciones fueron “sólo para patriotas” de este mes en Hong Kong. Con la proscripción de un alto número de candidatos, la participación cayó a solo el 27 %.
Y el máximo cuestionamiento en 2024 será seguramente para Rusia: la candidatura de Putin a un quinto mandato presidencial será más una coronación imperial que una contienda, después de casi 25 años en la cima del poder.

Narendra Modi

Distinto es el caso de India. Las esperanzas del primer ministro Narendra Modi de un tercer mandato podrían verse frustradas por una nueva coalición de oposición de 28 partidos. La llamada Alianza Nacional Inclusiva para el Desarrollo de la India (INDIA), busca gobernar la democracia más poblada del mundo con un estilo decididamente menos verticalista que el impuesto por Modi, cuyo partido nacionalista hindú, Bharatiya Janata, domina el norte y el centro de país. Rahul Gandhi, líder opositor, es un retador de menor fuste. Pero las tendencias autocráticas de Modi, reflejadas en las restricciones al periodismo, las misteriosas muertes de opositores, y la brutal represión militar en Cachemira, ponen la elección en riesgo. Una derrota sorpresiva del actual mandatario perjudicaría los intereses de Estados Unidos de apalancar a India como aliado, y contrapeso de China en Oriente.

Ciclos

Una guerra con más batallas: las elecciones del próximo mes en el autónomo Taiwán, que China considera una provincia renegada, serán una demostración de cuánto valora el país su independencia en medio de feroces presiones externas. Si el Partido Progresista Democrático, espacio de la independencia de Taipei, vuelve a ganar, un Beijing enfurecido podría ir más allá de las habituales amenazas militares. Y esto podría atraer rápidamente a Estados Unidos y a sus aliados regionales en un nuevo conflicto bélico.
Y un terremoto político podría verse también en las elecciones generales de Sudáfrica, donde el ANC de Nelson Mandela podría perder su mayoría por primera vez desde el fin del apartheid hace 30 años, si prevalece la Alianza Democrática: el partido sería castigado por los votantes tras años de corrupción descarada, escándalos de liderazgo, y altas tasas de criminalidad y desempleo.

Fotogaleria El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky habla durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro estonio tras su reunión en Zhytomyr, en medio de la invasión rusa de Ucrania

La desilusión con la democracia es el tema más debatido en toda África, el continente de más rápido crecimiento. Y se pondrá a prueba en las elecciones que se celebrarán en 2024 en Argelia, Túnez, Ghana, Ruanda, Namibia, Mozambique, Senegal, Togo y Sudán del Sur. Finalmente, el mandato de cinco años de Volodimir Zelensky cierra su ciclo como presidente. Y aunque bajo la ley marcial las elecciones están suspendidas, una votación que actúe como válvula de seguridad para liberar las tensiones internas y el descontento popular serían un ejercicio necesario (aunque poco probable dado el número de ucranianos que dejó el país y que difícilmente concurriría a las urnas en embajadas y consulados). Demostraría que la democracia se niega a ser asesinada. Y la presión popular podría actuar igualmente para obligar al primer ministro Benjamín Netanyahu a llamar a elecciones en Israel, donde las encuestas sugieren que una mayoría apuesta a terminar con el gobierno de la coalición de extrema derecha.

Galería de imágenes

En esta Nota

Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

Comentarios