Friday 3 de May, 2024

MUNDO | 25-06-2023 07:42

Ucrania hora cero

Putin se debilitará si su ejército pierde territorios, y los ucranianos perderán apoyo occidental si la contraofensiva no logra resultados contundentes.

El triunfalismo atolondrado de la primera etapa cedió el lugar a la táctica y la estrategia. El ejército ruso que avanzó como Juan por su casa cayendo en todo tipo de trampas y emboscadas que lo pusieron en retroceso, pasó meses atrincherándose y levantando un sistema de fortificaciones que podría resultar inexpugnable. Y como mil kilómetros de frente es un área demasiado extensa, la voladura de la represa Kajovka creo el muro de agua en el frente suroeste que le permitió enviar buena parte de las fuerzas apostadas en la costa del Dniéper a los puntos sin fortificar del norte, además de reforzar las tropas destinadas a operaciones ofensivas.

Esas acciones de ataque, a su vez, han mostrado estar mejor planificadas que las de la primera etapa. Ya no se trata simplemente de lanzarse de lleno hacia las líneas ucranianas, sino de coordinar esos avances con el fuego de artillería que machaca previamente las posiciones enemigas, que son también atacadas desde el aire.

El ejército invasor ahora le tiene respeto al ejército ucraniano, lo toma en serio. Por haberlo subestimado fracasaron sus planes iniciales de conquistar Kyv, matar a Volodimir Zelenski y su equipo, y llevar las fronteras de Rusia hasta las cercanías de Polonia, Hungría y Rumania.

Fotogaleria El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky habla durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro estonio tras su reunión en Zhytomyr, en medio de la invasión rusa de Ucrania

Por eso la etapa que ha comenzado hace tres semanas, se parecerá más a una partida de ajedrez. Las dos partes llevaban meses preparándose para este capítulo del conflicto, que es diferente a los anteriores. Fue un impase en la mayor parte del frente de guerra, que se usó para el reaprovisionamiento de municiones y para repensar los planes y los objetivos. Durante estos meses de impase, la actividad bélica estuvo concentrada en un solo punto: Bajmut.

El control de esa ciudad tiene más valor psicológico que estratégico. En esa réplica actual de Stalingrado, los ucranianos destinaron tropas que, como las que resistieron heroicamente en Mariupol atrincheradas en la siderúrgica Azovstal, tenían la misión casi suicida de mantenerse en combate aún con las líneas de abastecimiento cortadas por los rusos. Pero el ejército invasor invirtió el mínimo de divisiones propias en la conquista de Bajmut, porque a esos combates librados calle por calle y metro por metro destinó al Grupo Wagner, fuerza mercenaria que usó decenas de miles de presidiarios rusos como carne de cañón para agotar las municiones del enemigo.

Mientras el mundo miraba ese punto del mapa ucraniano que concentraba la actividad bélica, el ejército de Ucrania preparaba su contraofensiva incorporando divisiones de tanques alemanes Leopard, norteamericanos Abraham y británicos Challenger, y con vehículos blindados de transporte de tropas tan eficaces como los Bradley.

Fotogaleria Militares ucranianos preparan un tanque, en una posición cerca de la ciudad fronteriza de Bajmut, en la región de Donetsk, en medio de la invasión rusa de Ucrania

Mientras los ucranianos preparaban su tan anunciada contraofensiva, los rusos se atrincheraban y construían el sistema de fortificaciones que debe detener el avance enemigo.

Hace tres semanas se pasó de los planes a los hechos. Y los primeros tramos de este nuevo capítulo muestran que la contraofensiva ucraniana no fue planteada como una ola masiva, sino como un goteo en distintos puntos del extenso frente de combate. También muestran logros y fracasos de Ucrania. Entre los escasos éxitos está el avance en Donetsk, logrando la conquista de unos sesenta kilómetros cuadrados en los alrededores de Velyka Novosilka, lo que incluye un puñado de aldeas, a las que se sumaron algunas más en los días siguientes.

Las frustraciones más visibles se dieron en la región de Zaporizhia, donde las flamantes divisiones de blindados de Ucrania no pudieron trasponer la línea del eje Orikhiv-Tokmak. Allí quedaron destruidos decenas tanques alemanes Leopard y blindados norteamericanos Bradley, las armas más poderosas y eficaces con las que cuenta Ucrania para las batalles campales.

Fotogaleria El presidente ruso Vladimir Putin habla con los participantes de la operación militar en Ucrania en el Hospital Clínico Militar Central Vishnevsky

El goteo inicial de ataques esparcidos e intermitentes busca sondear las líneas defensivas rusas, tanteando el frente para establecer dónde se ubican las mayores fortificaciones y dónde los flancos vulnerables. Teóricamente, una vez mapeado el planteo defensivo ruso, entonces el goteo se intensificará hasta convertirse en avalancha.

El comienzo de la operación se complicó por el muro de agua que la voladura de Kajovka erigió en el flanco sudoeste, por donde debían ingresar las tropas ucranianas destinadas a ocupar el puente terrestre que une Crimea al sur de Ucrania, para bloquear el territorio peninsular y también para avanzar desde allí hacia el este, con el objetivo de recuperar las costas del Mar de Azov.

Los combatientes ucranianos están mucho más motivados que los rusos para los combates que vienen, pero la superioridad numérica está del lado del ejército invasor, que además tomó nota de sus errores, diseñando estrategias para ataques furtivos y construyendo un sistema fortificaciones que incluye extensos territorios plagados de minas y barreras antitanques.

Fotogaleria Una mujer camina entre tumbas en el cementerio militar de Lychakiv, en la ciudad ucraniana occidental de Lviv, en medio de la invasión rusa de Ucrania

En los primeros tramos de esta nueva etapa del conflicto no se han producido desbalances y no está claro cuál será el resultado. Lo que está claro es que, para ambos bandos, es un momento crucial. Si los ucranianos no logran resultados contundentes con su tan anunciada contraofensiva, en las potencias occidentales que están invirtiendo océanos de dinero y armas para que Vladimir Putin sea derrotado, van a intensificarse y multiplicarse las voces que dicen “basta ya” y reclaman empujar a Zelenski a negociar una partición de territorios con Rusia.

Los resultados de la contraofensiva deben ser lo suficientemente alentadores como para que las sociedades europeas y de América del Norte sigan aceptando la costosa ayuda que sus gobiernos dan al país invadido para que derrote al ejército invasor.

Los gobiernos más comprometidos con el apoyo a Ucrania necesitan que la contraofensiva arroje resultados contundentes. El fracaso ucraniano fortalecerá a Trump y debilitará a Biden de cara a las elecciones presidenciales del año próximo.

Fotogaleria El presidente Joe Biden firma en el libro de visitas durante una reunión con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en el Palacio Mariinsky de Kiev

Pero también el Kremlin se juega mucho en esta instancia, que será un punto de inflexión en el conflicto. Si la desmotivación y el cansancio de sus tropas genera desbandes visibles y masivos, su poderoso sistema de fortificaciones extendido desde la desembocadura del Dniéper hasta el noreste, pasando por Zaporizhia, podría derrumbarse como un castillo de naipes.

Si Putin no visualizara esa posibilidad, no habría desplegado misiles atómicos en Bielorrusia. Su mensaje a Ucrania, Europa y Estados Unidos es tan claro como siniestro: la posibilidad de derrota de Rusia no es como los miembros de la OTAN la imaginan. Antes que la capitulación rusa, está el infierno nuclear.

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Claudio Fantini

Claudio Fantini

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