Silvia, una de las terapeutas del Apart Incas, estaba internada desde hace días en el Hospital Güemes, pero el geriátrico ubicado sobre la Avenida de los Incas al 1000, en la esquina con la calle Zapiola, lo mantuvo en secreto. El hogar de ancianos vip en el barrio de Belgrano R (con abono mensual que supera los $95.000) desoyó todas las alarmas y protocolos. Había enviado mails a algunos de sus clientes pidiéndoles que retiraran a sus abuelos.
"Nos mandaron un mail en las últimas horas avisando que acá había casos de coronavirus. Nos pidieron que vengamos a buscar a nuestros papás y nos hagamos cargo, porque el lunes ya no iba a haber personal. Hay personas que se asustaron y vinieron a buscar a los papás y se los llevaron”, relató la hija de uno de los internados allí que no ve a su madre desde hace cuarenta días cuando se decretó la cuarentena y el Apart Incas prohibió las visitas.
El sábado a la madrugada, Cristina, una de las abuelas residentes del geriátrico, fue trasladada bajo los protocolos de Covid-19 también al Güemes. Había tenido fiebre durante 24 hs y los medicamentos administrados por la médica del lugar (ibuprofeno y un antibiótico) habían fallado. Recién entonces la administración del lugar se comunicó con su hija. Los médicos de la ambulancia indagaron y dieron cuenta a la hija de la paciente de otros casos en estudio. Uno de ellos un abuelo derivado el día anterior al Hospital Gallego.
“Mi mamá empezó con síntomas el 13, me dijeron que era consecuencia de la vacuna antigripal que le habían dado el día anterior. Varias veces tuvo fiebre pero el 18, cuando no bajaba, decidieron trasladarla. Hoy está internada en La Trinidad. Su cuadro empeora y tiene los pulmones complicados”, suma a NOTICIAS Silvia Suárez, madre de una de las residentes del Apart Incas.
En el geriátrico vip de Belgrano R residían 29 adultos mayores, muchos en habitaciones triples y dobles, y compartían espacios comunes a diario. Por lo que el contagio masivo era una hipótesis segura. Más cuando el personal común era quien primeramente había dado cuenta de los síntomas. Luisa, la cocinera, y luego varios de las enfermeras, tuvieron un cuadro análogo al del coronavirus la semana pasada. Alicia, la encargada, y Luis, del personal de maestranza, también dieron positivo.
Los responsables del Apart Incas siguieron optando por mantener el secreto. Y el número de infectados trepó a 19. Hoy se dispuso la evacuación de aquellos adultos mayores que dieron positivo y una fiscal de la ciudad tomó el caso. "A los que tienen una prepaga o pertenecen a Pami los están evacuando ellos. Al resto, lo hace el equipo del Sistema Ambulatorio Médico de Emergencia (SAME), que ya llevó a una mujer al Hospital Pirovano", indicaron desde Ministerio de Salud porteño.
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