★★★★ El 11 de marzo de 2022, Astor Piazzolla hubiera cumplido 100 años. Y por eso, el mundo entero le dedicó conciertos, muestras, discos y evocaciones, en un abanico que abarcó por igual al mundo de lo popular como de lo clásico. En Argentina, la institución que tuvo mayor protagonismo en esos tributos, fue la Fundación Astor Piazzolla. Y también la que tuvo a su cargo este multitudinario final en el Luna Park.
El extenso concierto mostró tres partes bien diferenciadas. En la primera, el sexteto Escalandrum, del que participa el baterista y nieto de Astor, Daniel “Pipi” Piazzolla, se lució en sus momentos instrumentales con “Primavera porteña” y “La muralla china”, con los excelentes arreglos del pianista Nicolás Guerschberg para la heterodoxa formación del grupo. Pero además, sirvieron como acompañantes para las voces de la siempre valiosa Elena Roger y del cada vez más talentoso Raúl Lavié, que brilló con la “Balada para mi muerte”.
Llegó después el Quinteto Revolucionario, una formación construida a la manera de los quintetos piazzolleanos, que también mostró lo mejor en las ejecuciones instrumentales, con “Fracanapa” y “Milonga del ángel”. Pero también dieron respaldo a cantantes: Julia Zenko, Jairo y Amelita Baltar, irreemplazable en la eterna “Balada para un loco”.
El final llegó con una orquesta formada para la ocasión para interpretar “Aconcagua. Concierto para bandoneón, orquesta de cuerdas y percusión”, una de las piezas sinfónicas mejor logradas de Piazzolla. Y tanto en esta obra como en las adaptaciones de “Adiós Nonino” y “Libertango”, deben destacarse los desempeños del director Gustavo Fontana y, sobre todo, del bandoneonista Horacio Romo, que se afianza cada vez más como uno de los mejores de la actualidad.
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