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MúSICA | 20-06-2020 17:15

No bastan las buenas melodías

Roberto Pettinato, al frente de un cuarteto jazzero y con Charly como invitado, publicó un homenaje algo fallido con las composiciones de García.

* * * La importancia de Charly García y la trascendencia de la mayor parte de su obra no admite discusión. Pero también tiene, entre semejante universo de producción, algunos fallidos que están muy por debajo de su altura de crucero.

“Pettinato Plays García” no es, en rigor, un disco de Charly. Es, sí, un álbum de diez piezas que el conductor, humorista y saxofonista dedicó a uno de los más grandes compositores de la música popular argentina; en el que el ex Sumo es el responsable y protagonista principal. A tal fin, armó un cuarteto jazzero, con Hernán Cassiba en contrabajo, Omar Menéndez en batería, Andrés Marino en todos los teclados acústicos y electrónicos y él mismo en saxo tenor. Y a eso, se sumó el homenajeado cantando, tarareando, hablando y/o tocando teclados varios, guitarra eléctrica y hasta bandoneón.

Dice la información de prensa que todo se grabó hace poco más de un año, en un estudio de Buenos Aires y en una sola jornada. Y ese apuro realmente se nota. Porque es un álbum que tiene buenas intenciones, que recoge algunas cuantas muy buenas canciones de García, que tiene un buen cuarteto instrumental que muestra al pianista Marino en un nivel muy alto, que intenta salir de las convenciones del jazz en un recorrido que va del más puro estilo de la canción pop al free, y que siempre –aún en tiempos en que está lejos de recuperar su mejor forma– es un gusto reencontrarse con Charly en un nuevo disco.

El problema es que todo, al mismo tiempo, parece haber quedado a medio camino. A veces las melodías se abocetan y se presentan sin mucho más. En otros casos, son meros puntos de partida para improvisaciones más o menos libres que no en todos los casos se saben bien para dónde van. Y no siempre la aparición de García suma efectivamente y es más una suerte de apoyo “político” para la iniciativa de su colega que un verdadero aporte al resultado final.

Con todo, hay cosas para rescatar. En la versión de “Veinte trajes verdes”, del álbum “Peperina” de Serú Girán de 1981, con un participación brillante de Marino. En “Trasatlántico Art Decó”, de “Pubis angelical” de 1982, con cierto espíritu “coltraneano” en el saxo de Pettinato y búsqueda en el free jazz. En el modo de cantar de Charly en “Happy and real”, la canción que escribieron con Pedro Aznar para “Tango 4” en el ’91. O en las dos interpretaciones –una solo instrumental– de “Tango en segunda”, una pieza más lejana en el tiempo, de “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones” de Sui Generis de 1974. El trabajo que también está publicado en “físico”, se completa con dos relecturas de “Say no more” con y sin voz, “Película sordomuda”, “Vos también estabas verde”, “Total interferencia” y “IPad Church Number 9”, el único inédito que aparentemente estaba en una tableta entre los borradores de Charly y que, por lo visto, no llegó todavía a plasmarse firmemente como un tema cerrado.

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Ricardo Salton

Ricardo Salton

Periodista crítico de música.

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