Thursday 28 de March, 2024

OPINIóN | 12-03-2017 00:00

Artistas K: pan y circo

Según la analista de medios Adriana Amado, cuando la dispensa estatal cae en artistas famélicos de conducción político-espiritual, se distraen de las pequeñeces del líder.

Cuando pensábamos que la máxima romana hablaba del espectáculo que el poder dispensa al pueblo para que, entretenido, se olvide de los avatares de la cosa pública, descubrimos otra dimensión de la frase. Que sería “pan por circo” cuando la dispensa estatal cae en bocas de artistas famélicos de reconocimiento y conducción político-espiritual. El recurso no solo distrae al artista de las pequeñeces del líder político, sino que lo hace sentir parte esencial de las ficciones y revoluciones culturales auspiciadas con el erario público.

No es novedad que el poder de turno patrocine artistas que, por contrato o puro agradecimiento, dedican su arte a alabar la mano que los alimenta. Por eso durante muchos siglos los cuadros solo tenían santos, obispos o nobles decadentes que los pintores retrataban con la misma beatitud por razones de fe o de metálico. El museo de la política pop ofrecerá a la posteridad esas imágenes embellecidas de los benefactores de la industria cultural contemporánea para el deleite del mecenas, ya que fueron indiferentes para la gente que sigue ignorándolas en YouTube.

El pueblo, soberano para elegir el político que auspiciaba tales ficciones, siempre se cuidó de perder su tiempo en bodrios dedicados a exaltar los valores del líder y su revolución. Sabemos qué diría si le preguntara acerca de asignar sus impuestos a semejante entretenimiento. En épocas en que las audiencias solo pagan por el abono de internet, el concierto de Roger Waters o de Wisin y Yandel, sin duda prescindiría de esos que se sienten elegidos solo porque alguna vez el Estado los benefició.

*Analista en medios.

por Adriana Amado Suárez*

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