Friday 26 de April, 2024

OPINIóN | 01-09-2021 12:33

Ahora sí, el gozo autorizado

El oficialismo pasó a avalar lo que hace una década cancelaba. El goce salió del closet.

El oficialismo en campaña abandonó el apego a la hipercorrección política –y la consecuente manía cancelatoria- que impregna esta época. Y lo hace con el aval -no sabemos aún si excepcional o definitivo- de sectores progresistas acostumbrados a censurar cualquier corrimiento que se aleje de su canon discursivo.

La temporada de permitidos entre los gobernantes incluye a un Presidente que caracteriza como un formidable debate el aporreo de una maestra a su alumno, la ministra de seguridad orgullosa de un país “no aburrido” como compensación por el delito en las calles bajo su mando y la precandidata a diputada bonaerense reivindicadora del goce sexual como puerta de acceso a la grandeza nacional.

En el peronismo siempre se garchó y por eso el pueblo es feliz”, disparó Victoria Tolosa Paz a sus interlocutores youtubers, como esos padres que se quieren hacer los cancheros frente a los amigos de sus hijos. Pudo ser un chiste al paso pero le sumó un toque de solemnidad: “Nosotros vinimos para hacer posible la felicidad de un pueblo y la grandeza de una patria, y no hay felicidad de un pueblo sin garchar”. A su manera remedó la legendaria máxima alfonsinista “con la democracia se come, se educa y se cura”. Con el peronismo se garcha; una adecuación pertinente para presupuestos acotados.

El efecto previsible no tardó en llegar. Que si garchar es procaz pero coger es patriarcal y hacer el amor, elusivo; que ningún partido patente los orgasmos; que escandaliza la frase porque salió de boquita de mujer y otras diatribas entretenedoras.

Al menos ahora, con el aval de la tropa propia, el goce salió del closet. “Perdón, nosotros somos así. Lo que digo es parte importante de la vida, el baile, el disfrute, el goce, no lo vamos a ocultar”, remató Victoria anticipándose a una condena que en los hechos no pasó de meme, a diferencia de la reacción que en septiembre del 2012 provocó entre sus compañeros la tapa de NOTICIAS “El goce de Cristina”.

La entonces Presidenta estaba más picante que nunca. Jugaba a la sensualidad discursiva muy deliberadamente, como cuando en teleconferencia le preguntó a unas obreras que fabricaban envases, en claro doble sentido, si “apretaban el pomo”, ponderaba las propiedades afrodisíacas del cerdo, y reprendía públicamente a empresarios y dirigentes propios y ajenos, exigiéndoles absoluta sumisión.

Estaba en su mejor momento y se la veía decidida a disfrutarlo. Eso reflejó la portada del escándalo, ilustrada con un fotograma extraído de un video musical del grupo RockAdictos: la cara de Cristina en éxtasis. Un orgasmo de empoderamiento.

El kirchnerismo, alineado con los sectores más conservadores del país y el feminismo dogmático, interpretó la alusión al placer femenino como una afrenta. Se llamó a una sesión del Senado para repudiar a la revista y promover su censura. Se nos acusó de misoginia y violencia de género.

Recordaba aquellos días de escrache viendo la serie “The chair" (Netflix, protagonizada por la genial Sandra Oh) que en tono de comedia reflexiona sobre el blanqueo de la censura que implica esta moda justiciera de la cancelación. Una sopa de dogmatismos que abrumarán a la protagonista, la primera mujer elegida como directora en una universidad ficticia.

Como se ve, la cuestión sigue vigente desde aquel 2012 en el que el apogeo cristinista hacía absurdo alegar que se encontraba en una posición social asimétrica, de desventaja. Pero la necesidad de inflar al “enemigo mediático” hizo que le echaran mano a la pacatería y se argumentó una ofensa a la investidura presidencial. En síntesis: la ilustración de una Presidenta gozando de su poder la afectaba simbólicamente como no lo habían hecho cantidad de investigaciones de NOTICIAS sobre enriquecimientos vertiginosos y presuntos actos de corrupción.

Que casi una década después los mismos actores reivindiquen el goce (y lo asuman como nota esencial de su filiación partidaria) es bienvenido aunque venga en formato de pan y circo.

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Alejandra Daiha

Alejandra Daiha

Jefa de Redacción y columnista de Radio Perfil.

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