El de Bizarrap es un camino del héroe. Y es, mucho más, el ejemplo paradigmático de la revolución de las habitaciones. Si antes de antes, los rockstars se cocinaban en garajes y su raid tenía indefectiblemente la presencia inmarcesible de giras radiales, mediáticas y festivaleras; hoy brotan de a montones desde el costadito de su cama, en la tranquilidad de su hogar y con las herramientas que provee San Internet.
Así, a fuerza de entender dónde está el pulso popular, fue construyendo esa narrativa propia, unas mañas que van más allá de su gorrita y sus lentes. Lo dicho: su existencia comprime un camino del héroe que lo hizo salir desde abajo, con el apoyo de sus amigos (los MCs de “El Quinto Escalón”, la competencia callejera de freestyle más importante de la historia, están ahí: Trueno, YSY A, Duki) y con una idea de superación constante (ok, pasó Shakira… ¿y ahora qué sigue? ¿Coldplay? ¿BTS? ¿Dua Lipa?).
Hasta ahora, nadie, ningún artista argentino, había logrado todo esto. Arrasó con los charts globales de Billboard, se convirtió en el primer artista argentino en superar los más de 50 millones de oyentes en un día, se mantuvo por semanas en el puesto #1 de Spotify, pasó por “The Tonight Show” con Jimmy Fallon y así, semana tras semana, se va comiendo algún nuevo desafío.
Por Hernán Panessi*, periodista especializado en cultura joven.
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