Diego Luciani inició el alegato de la fiscalía mostrando gran solidez y un minucioso estudio del caso. Va poniendo al descubierto la existencia de una asociación ilícita piramidal, que ha tenido permanencia en el tiempo, clara división de roles y que durante mucho tiempo parasitó todos los estamentos del Estado Nacional y provincial, en Santa Cruz, desde el 2003 al 2015.
Señaló Luciani que la corrupción se volvió endémica, naturalizando el funcionamiento de una estructura dentro del Estado, organizada para extraer fondos de éste sin importar la obra pública en sí. Presentó evidencias de lo que llamó el “Plan Limpiar Todo”, demostrando acciones que involucran a Cristina Fernández de Kirchner, tendientes a cobrar hasta el último centavo del dinero cuando en diciembre del 2015 tenían que dejar el gobierno.
El alegato pone énfasis en el rol de Lázaro Báez, el elegido por Néstor Kirchner, quien de cajero del Banco de Santa Cruz pasó a ser millonario en esos 12 años al haber creado, pocos días antes de asumir Kirchner la presidencia, la empresa insignia en las licitaciones, Austral Construcciones. Resulta escalofriante el modo en el que además, se fueron apoderando de distintas empresas para simular competencia en las licitaciones, con dos muertes dudosas en accidentes de tránsito, en medio de las presiones para controlarlas.
Va quedando claro durante el examen que Báez es Kirchner, sea Néstor o Cristina, y que el direccionamiento de las obras y los fondos fue realizado en procesos donde se aparentaba legalidad en todas sus etapas, ocultando un fraude colosal al erario publico a la par de un exponencial crecimiento patrimonial de intermediarios y beneficiarios finales: los Kirchner. Faltan varias audiencias, pero como lo sostuvo Diego Luciani, las pruebas gritan, a la par que se desvanece el principio de inocencia de los involucrados.
* Abogada penalista. Ex vice presidenta de la UIF (2016-2020), y vice presidenta de la ONG Será Justicia.
por Por María Eugenia Talerico *
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