Pese a los 3 millones de muertos la pandemia dio lugar a un grupo de comunicadores e influencers que apoyados por un grupo muy reducido de profesionales (no sabría cómo llamarlos) carentes de evidencias científicas tomaron muchísima notoriedad. ¿A qué se oponen? Básicamente a todo consenso mundial sanitario y científico.
De forma permanente exponen en los medios de comunicación o redes sociales ideas tales como “que el barbijo es tóxico”, dada la hipotética alta concentración de CO2 que se puede encontrar entre tu boca y la tela. Algo absolutamente falso, ya que las moléculas de ese gas son tan pequeñas que atraviesan el material respirable del que están hechos.
Son tan radicales en sus pensamientos y tan conspirativas y ridículas sus ideas que no solo las postulan sino que fomentan no utilizar el barbijo como forma de protección.
Como si todo eso fuera poco, cuestionan las pruebas de PCR, agregando falsos datos sobre la resolución de la técnica. Hasta llegaron a decir que durante los hisopados les meten metales para que los test den positivos. Algo científicamente imposible y privado de toda lógica ya que los hisopados tienen como objetivo pegar y levantar el virus, y luego la RT-PCR buscará detectar material genético viral dentro de la muestra. Ningún metal ni elemento externo puede modificar el resultado de la RT-PCR.
Así podemos encontrar decenas de afirmaciones carentes de evidencias científicas, desde las más simples hasta las más peligrosas, como promover el dióxido de cloro como posible tratamiento para la enfermedad (cuando el uso de dicho producto de limpieza puede causarte la muerte) o criticar a la vacunación como método de prevención de enfermedades. Sabiendo que las vacunas salvan a millones de personas todas los años de morir de decenas de enfermedades.
El virus fue creado en un laboratorio, la falsa pandemia, las vacunas matan, los barbijos te intoxican, los test de diagnóstico te mienten... y así día tras días. Un atentado a la salud pública, una maraña de información falsa y tendenciosa que lo único que busca es destruir la confianza en la ciencia y en la medicina. Quizás la pandemia no sea sólo un virus.
*Lic. en Ciencias Biológicas, doctor de la Facultad de Medicina de la UBA. Director de Bioingeniería del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Presidente de “Educando al Cerebro”
por Fabricio Ballarini*
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