Perón decía que la política exterior era la verdadera política. Los Kirchner nunca tuvieron una visión estable sobre la misma. Lo de Menem fue triste, la idea de que la indefensión era un lugar honorable terminó en las patéticas “relaciones carnales”. Para Macri todo era semejante a las relaciones públicas, parecía que cuando los ricos nos invitaban a cenar nos incorporaban a sus riquezas. Le dieron créditos, multiplicó la deuda.
La realidad duele, los méritos son inventados. Y el actual Gobierno inició su gestión convocando a progresistas derrotados, como si con ellos se pudiera organizar un espacio de futuro revolucionario. Ningún gobierno serio caería en semejante error. Perón propuso el ABC, Argentina, Brasil y Chile, sin preguntar el momento político que transitaban los países hermanos. Uno no imagina el Mercado Común organizado sobre la etapa ideológica del vecino.
Perón expulsó a Cooke por enamorarse de Cuba, siempre dijo que la experiencia de una isla no servía para el continente. Los actuales gobernantes sólo acertaron con Bolivia, es meritorio, con el resto no pegaron una. Los países tienen intereses permanentes, los gobiernos hermanos son nuestros pares y no importa cómo piensen, sólo que surjan de elecciones libres, eso implica respetar a su pueblo. Si no logramos convivir en nuestro territorio jamás podremos ser ejemplo para nadie. Cuba es una dictadura y el bloqueo un problema que suele utilizarse como excusa. Lo de Maduro es peor, no tiene siquiera justificación ideológica. Eso no quita que, a veces, la miseria de las democracias no sea otra forma de limitar la libertad del ciudadano. Pero eso ya es harina de otro costal.
Comentarios