Ariel Winograd es un artista al que le apasiona filmar. Ponerse detrás de una cámara dota de sentido a su existencia.
Auténtico rey de la comedia del cine argentino, se asemeja a realizadores como Billy Wilder o Ivan Reitman, gracias a su extraordinaria capacidad para conmover, divertir y entretener en un mismo relato, tal como demostrara recientemente en esta fábula de un hombre cualquiera enfrentado al abismo llamada “El gerente”.
Retrató su infancia en “Cara de queso” y supo divertirse con las penurias de su propio casamiento en “Mi primera boda”. “Mamá se fue de viaje”, “Hoy se arregla el mundo” y “Sin hijos” podrían formar parte de una trilogía sobre la paternidad. Sus virtudes como narrador se potencian cuando exhibe su fascinación por el sofisticado mundo del delito en títulos como “Vino para robar” y “El robo del siglo”.
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Noticias: Hace poco leí en una crítica que se lo presentaba como un “prolífico artesano de la industria audiovisual”, ¿lo identifica esa definición?
Ariel Winograd: Viste que cuando hablan de uno es muy difícil cómo plantarse, tanto desde lo positivo como con las cosas negativas que puedan decir. Me identifico en el punto de que se ve que filmo mucho y que atrás hay un trabajo artesanal. La frase suena con un gran peso pero la desmenuzás y es verdad que hacer cine es una tarea hiper artesanal y uno le dedica su vida a cada proyecto .
Noticias: Se estrenó “El gerente”, ahora está filmando una serie sobre Guillermo Coppola, hizo “El robo del siglo”. ¿Se está apoyando más en la realidad que en la ficción para desarrollar su material?
Winograd: En honor de la verdad, “Cara de queso”, que es mi primera película, ya fue una biopic aunque después con el paso del tiempo me di cuenta. Cuando llegó “El robo del siglo” pensé que uno siempre de alguna manera se para frente a la realidad, inclusive cuando alguien escribe ficción debe tomar elementos de la realidad, aunque los lleve al extremo para delinear los personajes. En estos casos que comentamos se trata de historias reales que parecen guionadas, súper atractivas para que operen de disparador y desde ahí construir una ficción.
Noticias: Ha hecho películas muy exitosas, pero hasta ahora nunca hizo una secuela de ninguna. ¿No se dio o es enemigo de las segundas partes?
Winograd: No soy enemigo, ¡me hubiera encantado hacer una secuela de “Mamá se fue de viaje”! Pero los productores no quisieron, después en España la hizo Santiago Segura y va por la quinta. Es más, al final de la película, mi hijo Lolo dice “próximamente “Mamá se fue de viaje 2”, así que me hubiera encantado de verdad pero no les interesó, son cosas que pasan. Para mí el tema de las secuelas está muy ligado a si realmente sentís que podés seguir explorando ese universo, si te quedaste con ganas de contar otra cosas o aspectos que no se terminaron de desarrollar. No esas secuelas que son tipo saga donde sumás 1, 2, 3, 4, 5 y terminan siendo un papelón.
Noticias: Con esa necesidad que hay a veces de explotar algo, ¿qué impresión le causó que los auténticos ladrones del siglo hayan querido contar su propia versión en el documental de Netflix?
Winograd: No me molestó. Yo hablo con Fernando Araujo y mientras estábamos filmando la película los chicos que hicieron el documental venían y filmaban en nuestros mismos decorados. Si ves el afiche y cómo está filmada hay muchísimos planos que son absolutamente iguales a los de “El robo del siglo”. Pero te cuento una, lo llamé a Fernando Araujo y le dije: “Che, lo promocionan como la historia del verdadero robo, ¿y lo que hicimos nosotros era el de mentira?” Me dijo: “Y, viste le pusieron eso” (se ríe). Me encantó el documental, me pareció espectacular.
Noticias: Hace poco usted hizo una publicidad para un banco con Iván de Pineda. ¿Cómo lidia con algo que podría leerse como una contradicción, porque su película fue sobre el robo a un banco y ahora usted trabaja para uno haciendo un aviso?
Winograd: Tenemos una productora de publicidad que se llama Winona desde hace ocho años y no lo vemos como una contradicción, inclusive esa publicidad surgió porque vieron “Hoy se arregla el mundo” y dijeron: “Llamemos al nene de esta película para actuar”, y después se les ocurrió también: “Y a Wino para dirigir”. Fue lindo todo eso. Uno hace muchas cosas, no es que estás a favor o en contra, son proyectos y se los toma con respeto y amor.
Noticias: A usted le va muy bien con el cine, ¿sigue filmando publicidades por un tema económico o hay algo más?
Winograd: A mí me gusta filmar, lo disfruto mucho y principalmente la publicidad tiene un desafío que creo que muchas veces es minimizado. Contar una historia en 25 segundos y que se entienda es un ejercicio tremendo. Soy muy respetuoso del lenguaje audiovisual en todos sus aspectos, sea una publicidad, un documental, una película o una serie.
Noticias: Usted tiende a llevar sus historias para el lado de la comedia. ¿En la vida también le encuentra humor a todo?
Winograd: Trato siempre de ver el lado positivo de las cosas negativas, cuando uno puede ir para atrás y ver las oportunidades que está teniendo en la vida hay que ser muy agradecido, recordando también que hay un trabajo y un esfuerzo de muchos años atrás. Para mí el éxito está en seguir filmando, tener la posibilidad de que productores, actores y técnicos confíen en mí y quieran volver a trabajar juntos. Me da mucha felicidad filmar, soy una persona muy completa cuando filmo, entonces, si estoy cansado es un cansancio de felicidad extrema. Hay que ver qué es el éxito y qué hay recorrido hay detrás.
Noticias: Justamente hablando de ese tema, hay directores muy prestigiosos a los que se les perdona que sus películas no vendan entradas. ¿Usted tiene la presión de que sus películas sean buenas y además sean exitosas comercialmente?
Winograd: No hay una presión en ese sentido, la película se construye desde que tenés el guión o desde el momento en el que surge la idea. La única presión que me pongo es que cuando me involucro en un proyecto quiero darlo todo, a veces puede no funcionar pero está bueno sentir que metiste todo en la cancha. En el caso de “El gerente”, Paramount+ nos convocó ya con la idea y con la propuesta de armarla con Axel Kuschevatzky a través de su productora Infinity Hill, a él lo conocemos desde hace años, hicimos juntos “Mi primera boda” en el 2011… Uy, esa también es medio biopic (Se ríe).
Noticias: Usted ha filmado 11 películas. Al principio Daniel Hendler estuvo en varias, después pasó lo mismo con Diego Peretti y ahora con Leo Sbaraglia. ¿Son actores que lo fueron representando a lo largo de su vida?
Winograd: No lo había pensado, pero puede ser. Son actores con los que te vas conectando en diferentes momentos de la vida. Por ejemplo en “El gerente” y “Hoy se arregla el mundo” nosotros con Leo teníamos ganas de trabajar desde hace mil años, con él encuentro en este momento que hay una sensibilidad parecida en las ganas de contar. Nos pasó en “El gerente” que es un película que conecta mucho con el tema padre e hijo, pero a diferencia de “Sin hijos” o “Mamá se fue de viaje” y “Hoy se arregla el mundo” donde siempre me pensé qué haría yo como padre, en esta película yo soy el hijo. Y a Leo le pasó que “El gerente” para él era una conexión con su abuelo. ¡Un quilombo familiar! (risas) Pero eso generaba una sensibilidad tal que incluso a Valentín Wein, que interpreta al hijo, en las pruebas de vestuario le di mi buzo de la adolescencia. Hay otra escena donde el personaje de Leo lo lleva a manejar, ese ritual es algo que me conectó muchísimo con mi viejo, son esos momentos en la vida que te llevan a una emoción muy fuerte, esta película es una carta de amor a mi papá. También el tema del fútbol, mi abuelo era bostero fanático, yo me acerqué por él al fútbol, pero después de que murió abandoné esa parte mía hasta que mi hijo Lolo volvió a llevarme a la cancha con toda mi familia, te lo cuento y me emociono. Es verdad que te vas conectando con los actores en diferentes etapas. Hendler, por ejemplo, nos casó a mi mujer Nathalie y a mí en la vida real, hay una conexión emocional mutua.
Noticias: Está filmando su primera serie en Argentina, ¿por qué decidió sumarse a contar la historia de Guillermo Coppola en vez de seguir con el cine?
Winograd: No es que dije paro, en estos momentos también estamos desarrollando películas, el cine siempre está. Este proyecto surge del deseo de hacer algo con los hermanos Bossi que veníamos buscando desde hace mucho tiempo y finalmente llegó. Me pareció muy interesante poder contar los noventa tal como fueron, tratando de no juzgar sino intentando que se pueda ver parte de nuestra historia reflejada en la vida de un personaje tan atractivo como Guillermo Coppola. Es una gran excusa para contar cómo éramos en los noventa.
por Leonardo Martinelli
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