Así como algunos nacen médicos, abogados o ingenieros, ella nació con la pulsión del arte. Desde chica demostró una habilidad natural para el dibujo y con el correr de los años amplió su registro artístico y se convirtió en escultora, escenógrafa, directora de arte, directora teatral, productora y autora. Un combo potente.
“Soy artista porque nací así. Nací artista y nací triste”, dice Valeria Ambrosio a modo de presentación. La tristeza, que para otro sería invalidante, a ella le jugó a favor o, al menos, no le impidió desarrollar una interesante carrera en el teatro, la televisión, el cine y también la función pública, y ser reconocida con varios premios.
Actualmente es directora del Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo F. Sarmiento (Ex CCK). Además, es la directora del exitoso musical “Mina…che cosa sei”, protagonizado por Elena Roger, con Diego Reinhold y la dirección musical de Gaby Goldman. Una producción de Adrián Suar y Preludio Producciones, en el teatro El Nacional.
Noticias: ¿Cuándo se le despertó la pulsión artística?
Valeria Ambrosio: Yo dibujaba muy bien, lo hacía como un juego, ni siquiera había estudiado. En segundo o tercer grado una maestra vio uno de mis dibujos, se sorprendió y fue a mostrárselo a otros maestros. Ahí empecé a entender que eso podía ser un puente de comunicación, alguien lo vio y le dio un valor, lo que yo hacía podía gustar a otros. Seguí dibujando y cuando terminé el secundario me anoté en Psicología, hice un año de ciclo básico hasta que una amiga me dijo que tenía que ir a Bellas Artes. Me anoté para el examen de ingreso y apenas pisé el primer escalón de la escuela Pueyrredón supe que ese era mi mundo. Hice los cinco años y me especialicé en escultura, y después me fui metiendo en el teatro a través de la escenografía.
Noticias: Y con el tiempo fue sumando sus demás saberes
Ambrosio: Sí, se fue uniendo todo y cuando tuve que dirigir mi primer espectáculo - “Mina che cosa sei”-, en 2003, ya sabía de composición, de color, de escultura, de escenografía, de luces. Tardé mucho en comprender a los actores, para mí un actor era un pincel, una herramienta, hasta que entendí que requerían otro tipo de lenguaje y de contención y empecé a ocuparme un poco más y fue fantástico. La humanidad me importa mucho, me gusta pensar que a la gente la leo, que las personas alrededor mío son libros pesados. Con tal voy por la página 20, con tal me terminé cuatro tomos, con el otro estoy empezando. Me gusta escuchar.
Noticias: Hablemos de su tristeza. ¿Qué significa que nació triste?
Ambrosio: Hace dos años entendí porque nací triste. Me hice una carta natal y me dijeron que tenía Quirón en Casa XII. Quirón es el planeta del dolor de la humanidad y en Casa XII te hacés cargo. Yo siempre fui muy empática. Pero me encanta, no soy depresiva. La tristeza me inspira por momentos, me parece que es un lugar lindo, fértil, concebida de esa manera.
Noticias: No la lleva a lugares oscuros
Ambrosio: No, me lleva a lugares luminosos. Me gusta compartir mi vida con la tristeza. Es densa, pero la densidad tampoco me da miedo. No me gusta surfear las cosas, no me gusta pasarlas por encima. Me gusta poner el cuerpo, me tiene que pasar por el cuerpo todo, si no no lo entiendo. Además, crecí con padres italianos que tuvieron que dejar su país y mi madre tenía cierta melancolía, que yo también tengo. Me encanta la melancolía, es poética.
Noticias: ¿Cómo se relaciona con la alegría?
Ambrosio: Me cuesta un huevo la alegría, pero soy alegre también, puedo divertirme. Por ahí es más difícil el contacto con el placer. El placer lo encuentro en la belleza. Los jacarandás en noviembre, una puesta de sol, la luna, las estrellas me siguen asombrando.
Noticias: “Mina che cosa sei” se estrenó en 2003
Ambrosio: En realidad, lo pensamos para una sola función en el BAC, que finalmente hicimos. Yo trabajaba con Alejandro Romay en ese momento y le mostré el video de la obra, Le gustó mucho y nos ofreció pasar al Nacional. Estrenamos el 8 de diciembre e hicimos sólo unas pocas funciones porque ya terminaba la temporada. Pero tuvo mucha repercusión. La gente que nos vio quedó muy encantada. Mucha intensidad en la devolución. Me acuerdo que China Zorrilla quedó fascinada, fue nuestra mejor agente de prensa. Al año siguiente conseguimos tres meses en el Metropolitan a las once de la noche, era invierno, no venía tanta gente, pero los que venían también se iban muy encantados. Después la llevamos a Italia con Ivana Rossi y Dan Breitman. Y, cuando Elena Roger volvió de hacer Evita en Londres y antes de que se fuera a Estados Unidos, hicimos cuatro Óperas. Eso fue en 2014 o 2015.
Noticias: Y el año pasado volvieron con todo
Ambrosio: Sí, y le dimos un valor mágico, porque justo en abril del año pasado falleció mi mamá y este espectáculo está muy vinculado a mi vieja. Son las canciones que ella cantaba. Hicimos funciones en el mes de noviembre y fue buenísimo, se llenó de gente. Ahora en enero reestrenamos en el Nacional en principio hasta el nueve de marzo. Es un espectáculo muy metafórico, mientras estás riendo, estás llorando, puede ser un infantil, un drama, pero también te divertís, todo junto.
Noticias: ¿Cuál es su valoración sobre el éxito?
Ambrosio: A mí me pone muy nerviosa todo lo que tiene que ver con la celebridad, el éxito. Me parece tan vetusto, tan demodé, y es tan efímero, tan mentiroso. Si te aplauden es un éxito ¿no? Pero también haber hecho algo, haberlo llevado a término es un éxito. También despertarte al día siguiente es un éxito. El éxito en términos del mundo del espectáculo es un juego.
Noticias: ¿Y el fracaso?
Ambrosio: Es el lugar donde más crecés. El fracaso es fantástico. Es una prueba que te despierta, te hace ver dónde fallaste, cómo lo remedias, cómo lo mejorás. Pero para mí no existe el éxito ni el fracaso, son sobre estructuras, son biribi.
Noticias: ¿Qué desafíos le presentó su primer año de gestión como directora del Palacio Libertad?
Ambrosio: El primer desafío fue interno. “¿Voy a poder?”. Y después de un año la respuesta es: “Sí, pude”. El objetivo era que este espacio fuera un espacio más abierto, a todas las voces, a otras maneras de expresión, empecé a pergeñar cosas. Me pareció que estaba bueno abordar la programación artística a partir de la palabra origen, y ese fue el eje temático del año pasado. Invité a los artistas a acordarse de sus primeros cinco años de vida, donde la mamá le cantaba tal canción, el padre le contaba tal historia, la abuela, tal canción de cuna. Somos una mezcla de culturas, además. Eso es lo que nos formó, esos son nuestros cimientos. Les propuse que conectaran ahí y estuvo buenísimo. Inauguré el espacio con un corazón de Alejandro Mármol. Fue como plantar una bandera blanca y decir: “Amor”. No en un sentido naif, sino en el sentido del amor como fuerza de gravedad. Como el amor que decía Dante: “El que mueve el sol y las estrellas”.
Noticias: El balance es bueno, entonces
Ambrosio: Es bueno personalmente porque pude hacerlo y es bueno humanamente porque hay mucha humanidad acá dentro. Interactuar, que confíen en vos, confiar en los demás. Para la gestión fue bueno también porque sumamos un montón de gente que nunca había venido. Hubo un montón de cosas de altísimo nivel, como una gala de ballet. Tuvimos entre 400 y 420 actividades por mes, sumé el teatro, que no estaba, hubo 55 obras teatrales, hicimos un pantallazo del cine que nos marcó, le dimos vida a la radio que tenemos. Hay una sala inmersiva donde mostramos trabajos fatto in casa, porque acá hay gente con mucho talento, muy comprometida y creativa, y salieron cosas super interesantes. Y le dimos lugar a los emergentes y a los consagrados de todos los colores posibles.
Noticias: ¿Qué proyecta para este año?
Ambrosio: Este año el eje temático son las conexiones. Ir a buscar donde hay comunidad, donde hay conexión, abordar más profundamente lo que es la tecnología en el arte, la inteligencia artificial. Tenemos programados conciertos, homenajes, muestras de artes visuales, performances, instalaciones, entre otras cosas.
Noticias: ¿Su relación con la política y con el gobierno, en particular?
Ambrosio: Yo soy apolítica. Siento que en este momento, estando en este lugar, estoy apoyando, por supuesto. Estoy confiando, creyendo que todo tiene que estar mejor. Mi granito de arena, mi espíritu de servicio en el rol que me toca es acompañar. Estoy acompañando y siendo funcional a una gestión. En este caso, mi vínculo más directo es el secretario de Cultura. Mi rol es estar cerca de él, hacerlo quedar bien en un punto y estar a la altura de un cargo, donde tiene que estar todo bien y donde tenemos que demostrar que las cosas se pueden hacer y que no todo es la plata. Se puede hacer con lo que tenés. En esta realidad siento que tenemos que estar todos unidos apoyando y acompañando.
Noticias: ¿Una frase de cabecera?
Ambrosio: “El destino escribe como nadie”. Es una frase mía, pero imagino que muchos lo piensan y no sé si está patentada.
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