Esteban Bullrich lo hizo otra vez. Hace una semana NOTICIAS contaba los cinco pifies más destacados del candidato de Cambiemos en la Provincia, y el político, de nuevo, dio letra a sus detractores: "El camino que hemos emprendido todos los días tiene un metro más de asfalto, una sala más, un pibe más que está preso", dijo ayer en una entrevista para el canal de América. La primera en sorprenderse fue quien lo acompañaba en la nota, la gobernadora María Eugenia Vidal, que no disimuló su cara de asombro ante la situación. Otra "bolufrase" del hombre al que el Gobierno puso para ganarle a Cristina Kirchner.
Hace no tanto que el político había cometido otro yerro. En una nota en Radio Con Vos, a mediados de julio, al candidato le consultaron sobre las pérdidas de empleo en el país desde que Cambiemos empezó a gobernar. El ex ministro aseguró allí que el oficialismo pretendía que “la gente deje de buscar empleo y lo genere”. “Es decir: que cada uno pueda tener sus propios emprendimientos”, dijo. “¿Usted está diciendo que un trabajador que acaba de perder su empleo puede ponerse un emprendimiento?”, le preguntaron. Su respuesta fácil despertó furia: “Hay que ayudar a los bonaerenses a generar proyectos propios. Ahora en La Matanza y en otros lugares del Conurbano, los emprendimientos de las cervecerías artesanales están creciendo muchísimo”. Cerveza para todos y todas.
En marzo, el candidato de Cambiemos había protagonizado otra polémica. Durante una entrevista en América TV, instó a los televidentes a que se animen a una carrera que, para él, podría ser el futuro de miles de argentinos: los pilotos de drones. La declaración provocó risas en el acto. “Hay una profesión nueva: piloto de drone. Parece una tontería, pero faltan pilotos de drone en la Argentina. Vamos a estar en, creo que, 300 escuelas para enseñar a pilotear los drones”, dijo Bullrich.
Marzo fue un mes complicado para el ex ministro. En aquellos días, protagonizó otro escándalo mayúsculo: durante una gira de la cúpula del Gobierno, en Holanda, Bullrich dio una insólita explicación sobre la tragedia de Ana Frank. “Ella tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos, en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia”, aseguró el político. La minimización del drama de la niña, y del Holocausto en sí, causó un fuerte rechazo.
El último gran pifie de Bullrich fue en septiembre de 2016. Durante una visita a Río Negro, para inaugurar un hospital, el entonces ministro de Educación aseguró que el trabajo que estaba haciendo el Estado era como “una nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas, con educación”. La polémica comparación, en especial porque fue hecha en la Patagonia, fue fuertemente rechazada y hasta causó enojo en el Gobierno. Candidato sin pelos en la lengua.
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