Thursday 18 de December, 2025

POLíTICA | 08-11-2025 09:09

Cristina Kirchner y el juego de culpar al otro

Por qué CFK le pasa factura al Axel Kicillof por la derrota. El plan de él para independizarse.

El único hilo que mantenía la paz entre el kirchnerismo y Axel Kicillof se esfumó. Pasada la campaña, y con una derrota aplastante en las elecciones, la furia ya no se contiene. El peronismo vive una interna feroz.

El detonante para que la pelea llegue a la superficie y sea expuesta a los ojos del país fue una carta de Cristina Kirchner responsabilizando a Kicillof por la derrota, culpa del desdoblamiento. Que la presidenta del PJ se expidiera públicamente de esa manera habilitó a que todos pudiesen opinar. La crisis del partido ya no se esconde. El peronismo está en modo reality show.

La batalla.

Fiel a su estilo, el gobernador de Buenos Aires no salió a responderle a Cristina. Pero en su entorno dejaron de manifiesto el fastidio que sienten por los ataques permanentes que reciben desde el kirchnerismo.
¿Cómo responder sin confrontar directamente con Cristina? Organizaron la presentación del Presupuesto 2026 en la Casa de Gobierno de La Plata con la presencia de los intendentes bonaerenses, legisladores y sindicalistas. Una muestra de quién tiene el poder real.
La pelea interna fue el principal tema de conversación entre todos los asistentes. Los más vehementes creen que es hora de que Kicillof rompa: que será la única manera de encauzar al partido y empezar a construir su camino hacia la candidatura presidencial. Los que más conocen al gobernador consideran que eso es imposible, que no es su estilo y menos aún contra Cristina: que nunca se animaría a jubilarla. Axel está en una encrucijada.
Para colmo, ahora necesita del apoyo de La Cámpora en la Legislatura, para aprobar la ley de Presupuesto. Allí va a quedar en evidencia cuán dañado está el vínculo interno. Si no acompañan, la tensión va a ser insoportable. Kicillof cuenta con el apoyo del Frente Renovador. De hecho, Sergio Massa está trabajando para lograr consensos también con diputados de la oposición para conseguir sancionar la ley. El dilema es qué harán los legisladores que responden al kirchnerismo.

El origen.

La carta de Cristina posresultado electoral cayó como un baldazo de agua fría. "Todos los gobernadores peronistas (Ziliotto de La Pampa, Quintela de La Rioja, Jalil de Catamarca, Jaldo de Tucumán, Insfrán de Formosa) ganaron en estas elecciones parlamentarias”, escribió la ex presidenta desde su departamento, donde cumple prisión domiciliaria. Y agregó: “La excepción de lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires obedece a un error político al equivocar la estrategia electoral, decidiendo el desdoblamiento”.
Hubo varias opiniones en contrario. Una de ellas fue la del intendente de Salto, Ricardo Alessandro, que expresó: “Yo lo quiero a Axel de presidente, pero con Máximo y La Cámpora al lado no creo que sea potable”.
En el revoleo de opiniones que generó la carta de la ex presidenta, Máximo salió a defenderla. "Responsabilizan a Cristina y ellos se esconden cuando los resultados salen mal”, criticó a Kicillof y compañía. En otro tramo del discurso que dio en Quilmes, los volvió a cruzar:  “Es vergonzoso ver a compañeros que culpan a una mujer que no puede salir de su casa, mientras los que pueden, se esconden”.
Lo cierto es que Kicillof fue quien tomó el micrófono en el búnker peronista tras la impactante derrota del 26 de octubre. Dijo que La Libertad Avanza les había ganado “por un margen muy ajustado”. Pero mientras daba su discurso, muchos repararon en Máximo, parado detrás de él, que hacía muecas, no muy convencido por las palabras del gobernador.
Máximo levantó el perfil para confrontar con Kicillof. Y no es casual: el hijo de Cristina quiere seguir al mando del PJ bonaerense y su mandato vence el 18 de diciembre. Cerca de Kicillof le quieren disputar el lugar.
El anuncio sobre las elecciones partidarias estaba hecho para noviembre. Pero en medio de esta crisis, consideran que no es el mejor momento para someterse a la votación. Hay dos caminos: un grupo de dirigentes que creen que hay que hacerlo en marzo, con los ánimos más calmos. Otros consideran que, ante la notificación previa de que iban a realizarse a fin de año, no queda otra que concretarlo. Indican que, legalmente, no existe la prórroga de un mandato electoral y que incluso podría derivar en la intervención del partido.
La situación dista mucho de ser la de cuatro años atrás. Cuando Máximo asumió como presidente del PJ bonaerense, solo contó con la oposición de Fernando Gray, el intendente de Esteban Echeverría. Sobre el final del mandato, el consenso sobre su liderazgo está mucho más debatido. El enfrentamiento entre Kicillof y Cristina también lo debilita.
El otro problema para el PJ es que el desorden se replica en las provincias. Salvo donde hay gobernadores peronistas, y por lo tanto el poder real los mantiene alineados, en el resto cuesta conseguir la unidad distrital si no está claro el liderazgo nacional.

Con la relación empantanada, el justicialismo apenas se mantiene a flote a fuerza de manotazos. Hace años que la discusión es la misma: quién debe manejar el partido, Cristina o Kicillof. El único dato positivo es que, aún con la relación rota, las partes entienden que no pueden quedarse afuera del PJ. Que la solución está en el partido. El peronismo está en versión junco: se sigue doblando, pero no se quiebra.

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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