Friday 26 de July, 2024

POLíTICA | 19-05-2024 18:40

El caso de Sergio Urribarri con rumbo a la Corte Suprema

La jueza María Servini solicitó a la Oficina de Gestión de Audiencias del Poder Judicial de Entre Ríos la remisión de los expedientes para analizarlos. Y decidirá dónde continuará la causa. 

El juicio contra el ex gobernador  de Entre Ríos, Sergio Uribarri, se inició en septiembre de 2021 y concluyó con su condena a mediados de marzo de 2022. La Megacausa, como se la tituló, investigó al también ex embajador argentino en Israel en cinco causas, por el supuesto desvío de fondos públicos. Y concluyó con una condena a 8 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, que fue confirmada por la Cámara de Casación de Entre Ríos en mayo de 2023.

Fernando Burlando, defensor de Uribarri, aseguró que se trata "de una verdadera aberración jurídica". Insisten que hay evidencias de que los procesos contra el ex gobernador fueron "diseñados" con tiempo y minuciosidad y "orientados a dar un duro mensaje a la clase política", sindicado por "magistrados que pueden ser señalados con nombre y apellido". 

La defensa

Burlando sostiene que la Megacausa "fue dispuesta por un tribunal formado por tres jueces que previamente fueron fiscales" y que "el tribunal de Casación que confirmó la condena había mostrado previa y públicamente su parcialidad cuando los jueces Marcela Badano, Hugo Perotti y Marcela Dávite firmaron una nota emitiendo opinión y vinculando el jury a una funcionaria judicial con las causas de Urribarri". 

Fernando Burlando

"Los magistrados, parecen haber olvidado la vigencia de leyes básicas como la 5140 -de contrataciones de publicidad- ; 11043 -que modificó dicha normativa- la ley 25520 -que exigía autorización judicial para recabar información sobre las comunicaciones telefónicas; 24059, y otro sin número e preceptos como las que ordenan el proceso, o las leyes que establecían las funciones de la Contaduría General, o las leyes 19550 o los propios arts. 209 al 213 de la Constitución Provincial", agregó Burlando. 

Apuntan entre otras cosas que la jueza del Tribunal de Casación, Evangelina Bruzzo, está casada con Juan Ruiz Orrico, dirigente de Juntos por el Cambio oriundo de Concepción del Uruguay y rival declarado de Urribarri. Y en abril pasado, Daniel Enz, el periodista que investigó al gobernador, fue señalado por el exgobernador, de integrar una supuesta mesa judicial con magistrados y políticos. 

“La denuncia es increíble. Urribarri y Burlando, su abogado, están muy preocupados porque está muy cerca de confirmarse la sentencia que lo llevaría a purgar cárcel”, dijo Enz a La Nación. “Me acusan de una persecución. Hace 34 años que hacemos periodismo en Análisis, hemos hecho muchas denuncias que terminaron en condena. En total fueron más de 500 denuncias periodísticas sobre temas diferentes y en más de 10% de los casos se abrieron causas penales. Siempre hicimos solo periodismo. Nada más”, remató Enz.

Burlando presentó una denuncia en Comodoro Py. El fiscal Carlos Stornelli desestimó el planteo y lo remitió a Paraná, pero la jueza María Servini solicitó a la Oficina de Gestión de Audiencias del Poder Judicial de Entre Ríos la remisión de los expedientes para analizarlos. Y decidirá dónde continuará la causa. 

Servini

"Lo va a determinar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en definitiva es quien lo tiene que resolver. Es muy bueno que haya un juez con ganas de investigar lo que acaba de denunciar Urribarri, pero sin lugar a duda la última palabra la va a tener la Corte. Para cualquier observador imparcial que analice los hechos con una mediana objetividad esto es escandaloso, no es un debido proceso legal constitucional", apoyó Javier Baños, quien forma parte del equipo defensor liderado por Burlando.

La caída

Urribarri nunca se imaginó condenado. Solía declarar que estaba “ansioso” por defenderse y que eran “ataques que quedarán demostrados a lo largo del proceso”. No sucedió. Las pruebas que los fiscales recogieron lo llevaron a una condena histórica. “El fallo de primera instancia de hoy es una clara muestra de arbitrariedad, injusticia y atropello al Estado de Derecho. Voy a apelar con la convicción de que me asiste la razón”, escribió momentos después en su cuenta de Twitter. Y completó: “No obstante, he puesto a disposición del presidente mi renuncia como embajador”. Alberto Fernández, que lo había designado al frente de la diplomacia en Israel, no tardó en aceptarla.

La megacausa aglutinó cinco expedientes con irregularidades cometidas durante su gobernación, entre 2007 y 2015 en las que se destacan la “causa de la vaca”, donde se investigó un mecanismo de pago de retornos a través de imprentas, y el “sueño entrerriano”, un desvío de fondos públicos para su carrera política:.

Sergio Uribarri

Sin pronunciar la palabra Lawfare, clave en el vocabulario del kirchnerismo para defenderse ante la Justicia, Urribarri basó su defensa en ese concepto: le apuntó a los fiscales, al periodista Daniel Enz por ser “manifiesto anti-k que está obsesionado conmigo” y hasta a Rogelio Frigerio, “el de la Gestapo macrista que ahora se está investigando”. 

Y Urribarri tiene abiertos procesos por enriquecimiento ilícito y negociaciones incompatibles con la función pública. Además, está involucrado en otros juicios, como uno por contratos legislativos truchos. La Justicia podría avanzar sobre su familia y también sobre sus supuestos testaferros. 

Historia

De empleado bancario a multimillonario. De una vivienda construida por el Estado a una amplia lista de inmuebles de lujo en distintos lugares del país. Sergio Urribarri sería un ejemplo exitoso de movilidad social si la Justicia no hubiese sentenciado que edificó su fortuna. El patrimonio del ex gobernador creció de forma exponencial al calor del poder. Así se hizo de una inmensa cantidad de inmuebles que todavía conserva.

En su infancia, en un campo de Entre Ríos, Urribarri no podía imaginar que de grande acumularía tal fortuna. Fue cajero de banco hasta que la política se cruzó en su vida. De allí llegaría a soñar hasta con la presidencia del país, antes de que todo empezara a derrumbarse.

Sergio Uribarri

Hijo de una directora de escuela rural y un empleado ferroviario, estudió para contador público aunque no se recibió. Fue intendente de la pequeña localidad de General Campos, legislador provincial y ministro de Gobierno, antes de que Jorge Busti, a quien él presentaba como su “hermano y amigo”, lo apoyara para sucederlo en la gobernación.

Quienes siguieron de cerca aquella campaña, en 2007, cuentan que no tardó un día en darle la espalda: culminada la elección que lo dio por ganador, traicionó a su padrino político. Fue jefe de campaña de Adolfo Rodríguez Saá en 2003, pero también el primero en abandonar el barco para convertirse en kirchnerista, cuando ese movimiento estaba naciendo. También había sido menemista antes. 

Se metió en el mundo de la construcción, en el fútbol y en el agro, entre muchos otros rubros. En 2015, a pesar de sus intenciones de ser candidato a Presidente, debió ceder ante Daniel Scioli. A cambio, el ex gobernador bonaerense le había prometido que sería su ministro de Interior y Transporte. Urribarri estaba tan convencido de la victoria, que le había prometido a los suyos que se mudarían a Capital Federal, y llegó a alquilar un inmueble que nunca utilizó.

Sergio Uribarri

Su regreso a las primeras líneas se dio la victoria del Frente de Todos y Alberto Fernández, que lo designó como embajador en Israel en mayo de 2020, aunque la pandemia lo hizo demorar en arribar a destino. Y su estadía en Tel Aviv duró poco, tras la condena debió renunciar. Ahora busca redención en la Corte. 

por R.N.

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