La campaña terminó. Y ya volvió a arrancar: tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich, otrora aliados, están pensando en su futuro político.
Bullrich salió fortalecida. No sólo porqué ganó sino por cómo lo hizo: en su equipo insisten en que sus números, más del 50%, están por arriba de la media de La Libertad Avanza a nivel nacional.
"Eso es porque ella tiene algo para aportar, tienen que tomar nota todos", dicen cerca suyo. Traducido, eso significa que deberían dejarle el camino allanado para una de sus grandes ambiciones: ir en búsqueda de la jefatura de Gobierno porteño en 2027, una apuesta en la que enfrentará a Macri y a su primo Jorge, el intendente, que irá por la reelección. Mientras tanto, la funcionaria se prepara para dejarle su lugar en el Ministerio de Seguridad a Alejandra Monteoliva, de su propio equipo.
Macri, por su parte, no quiere quedar en el olvido. Reunión con Milei mediante, intentará mantener unido el bloque PRO lo más que pueda en el Congreso. Ahí entró su histórica mano derecha, Fernando de Andreis. También avisó que en el 2027 su espacio tendrá un candidato propio, aunque muchos lo tomaron apenas como un deseo.














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