Esta semana sucedió un hecho inesperado: renunció el CEO de YPF Sergio Affronti. Según trascendió, Affronti estaba en una fuerte interna con Pablo González, el presidente de la compañía, por la forma en que se manejaba YPF. Affronti era el que llevaba adelante el management de la empresa y Gonzalez, como presidente, y representante del Gobierno en el directorio, era quien imponía la política.
La relación entre ambos ya era compleja por la naturaleza de sus cargos, Affronti buscaba optimizar los números de la empresa, mientras que González priorizaba cuestiones más relacionadas con la política económica del Gobierno. Un ejemplo: durante la crisis por la falta de gasoil, González estaba muy enojado con Affronti porque habría frenado la compra de gasoil. González buscaba stockearse y Affronti cuidar la caja. Desde el punto de vista del presidente, la optimización del gasto no era otra cosa que un complot para lastimar su gestión. Al final del día el que tenía que rendir cuentas en el Gobierno era él.
La tensión entre ambos se profundizó con un episodio revelado por NOTICIAS hace dos semanas. Se trata del caso de espionaje dentro de la compañía que fue denunciado en el juzgado de Servini e Cubría en mayo. Al parecer Affronti era parte del grupo que se negaba a denunciar el caso en la Justicia y buscar la manera de resolverlo con sumarios internos. Quienes conocen el manejo de la empresa entienden que Affronti representa los intereses de los llamados trabajadores de “línea”, mientras que González viene de la política. Es decir que no es de la familia “ypfiana”. La “línea” se le llama a los empleados en relación de dependencia que hicieron una carrera dentro de la compañía.
El episodio del espionaje fue un cortocircuito importante dentro de todos los conflictos que ya venían teniendo entre el presidente y el CEO. A Gonzalez no le queda claro si Affronti lo mandó a espiar o si protege a la “línea”.
La causa por espionaje sigue su curso y fue ratificada. Allí quedó involucrado Alejandro Garofani, el empleado de seguridad de la empresa que tomaba fotografías con un celular de los papeles que estaban en el escritorio del presidente.
La salida de Affronti despejó también una incógnita que suele girar en el universo petrolero: ¿Qué influencia tiene Miguel Galuccio sobre Cristina Kirchner en los temas de energía? Affronti habría llegado como CEO a YPF por recomendación de Galuccio. Es decir que si ahora Affronti salió eyectado de la compañía, es probable que Galuccio ya no tenga la misma llegada a Cristina que hace unos años atrás. Por las dudas, González, para no tener problemas, le avisó primero a Cristina que forzaría la renuncia de Affronti. El presidente Alberto Fernández se enteró después.
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