Thursday 12 de September, 2024

POLíTICA | 20-08-2024 07:44

Fabiolagate: hipocresía y violencia

Los secretos tras la denuncia de la ex primera dama contra Alberto Fernández. Su exilio en España y el miedo a volver.

Por estas horas, la agenda política se vio interrumpida por la derivación inesperada de un caso judicial que conmocionó a la opinión pública. En el expediente en el que se investigan posibles negociados del ex presidente Alberto Fernández en la contratación de seguros por parte de organismos del Estado surgió una información que desató una tormenta perfecta. En el celular de María Cantero, secretaria privada de Fernández y esposa del broker de seguros Héctor Martínez Sosa –ambos también imputados–, aparecieron chats con la ex pareja del ex presidente, Fabiola Yáñez. En esas conversaciones, Yáñez le contaba a Cantero un episodio de violencia de género con la siguiente frase: “Hola María, mirá cómo estoy”. Y le habría sumado una captura de pantalla de WhatsApp con un diálogo con Fernández y una foto con un ojo morado. 

Al cierre de esta edición, esos chats entre el ex presidente y su pareja fueron publicados por el portal Infobae. También las imágenes de Fabiola con un ojo morado y un moretón en una axila. "Venís golpeándome hace tres días seguidos", le escribe ella en uno de esos mensajes. "Me cuesta respirar. Por favor pará. Me siento muy mal", le contesta él. Antes de que circularan los chats y las imágenes, la ex primera dama ya le había confirmado la información a la periodista del canal TN Sandra Borghi, que viajó a Madrid y se encontró con ella. Yánez se exilió a esa ciudad desde que dejó la Quinta de Olivos, a fines del 2023. 

El caso comenzó de menor a mayor. Primero se trató de una nota periodística del diario Clarín que relataba lo que se había hallado en el celular de Cantero, luego trascendió que Yáñez había sido contactada por el juzgado federal de Julián Ercolini para notificarla de que esa información había sido encontrada en el expediente y la llamaron a declarar el 1 de julio. En esa declaración reservada le propusieron a Yáñez que, si deseaba, podía hacer la denuncia, pero la ex primera dama dijo que no. Aunque con el correr de los días, y tras desatarse el escándalo, decidió avanzar.

Fabiola Yañez

En este punto jugaba un rol importante el abogado de la pareja, Juan Pablo Fioribello, que quedó en un lugar incómodo. Ambos protagonistas sospechan que Fioribello fue el primero en filtrar la información y que incluso se arrogaba ser el abogado de Yáñez cuando ella no lo había nombrado. Solo había participado de la primera declaración porque en el juzgado lo conocían y era la única vía para contactarla. A Yáñez le generaba desconfianza que su abogado haya sido también denunciado por violencia de género en su matrimonio con la actual subsecretaria de Turismo Yanina Martínez. Fioribello también estuvo detenido en el 2009 en una causa por extorsión. En reemplazo de él entró la abogada Mariana Gallego.

Con angustia y descompensada, Fabiola sigue las noticias desde su departamento en Madrid, donde vive con su madre Miriam Yáñez Verdugo y con Francisco, el hijo que tuvo con Alberto Fernández. Y planifica su estrategía judicial. Dice tener más pruebas y fotos de golpes que podrían complicar al ex presidente y hasta trascendió que tendría conversaciones con él en las que la amenaza con suicidarse si lo denunciaba. De hecho en el entorno de Alberto miran con preocupación su estado anímico después de la difusión de las fotos ya que el ex presidente le había confesado a los íntimos que "por momentos no tiene ganas de vivir". 

Parte del trabajo de su nueva abogada será avanzar sobre los detalles de la turbulenta relación de pareja que llevaron en Olivos e incluso sobre posibles infidelidades. Un adelanto de esa estrategia lo dio el marido de la letrada Mariana Gallego, el también abogado Mauricio D’Alessandro, que dijo que a Alberto Fernández le decían “pito duro” porque buscaba tener romances con diferentes mujeres. En las útimas horas, por si fuera poco, se filtró un video filmado por Alberto en el que se ve a Tamara Pettinato tomando cerveza en el despacho presidencial y coqueteando con el ex presidente. "Ella terminaba de hacerle una nota. Tienen una relación de amigos", lo defienden los voceros de Alberto. Al parecer Fabiola se topó con estas imágenes que quedaron en un celular viejo del ex presidente con el que jugaba Francisco. 

Tamara Pettinato

Fabiola no tiene pensado volver a la Argentina. Le tiene miedo a los escraches públicos y a la influencia política de su ex pareja. Quedó marcada por el escándalo de la fiesta de Olivos, aquella celebración para su cumpleaños, prohibida y sin barbijos en plena pandemia, que indignó a la opinión pública. El entorno de Alberto siempre le facturó a Fabiola la derrota electoral del 2021 y que fue el principio de la caida en desgracia de su gobierno. Ella le cuenta a los pocos amigos que le quedan que se hace cargo de la parte que le toca, pero que no puede hacerse responsable del resto de la gestión. Fabiola quedó muy sola después de ese episodio. Un dato: de los amigos que fueron a Olivos no se habla con ninguno. Y hay quien dice que Sofía Pacchi se solidarizó con Alberto en estos días desérticos. 

Defensa

Alberto Fernández pasa estos días pensando su estrategia de defensa. El primer movimiento será  elegir a una abogada mujer. Por otro lado, apuntará a cuestionar la salud mental de Yáñez. Entre los antecedentes que presentará el ex presidente está una consulta médica que hicieron con el neurólogo Facundo Manes entre el 2017 y el 2018 y en la que el especialista los derivó con un equipo de psiquiatras de su fundación Ineco, que, según el ex presidente, habría dado como resultado un cuadro de trastorno de bipolaridad.

A partir de ahí, Yáñez habría comenzado con un tratamiento que lo discontinuaba y que eso produciría momentos de inestabilidad emocional que derivarían en discusiones. Para ratificar esto, Fernández presentaría al propio Manes y a médicos de Ineco como testigos. Cerca de Manes confirmaron a NOTICIAS que había existido una derivación. Otros testigos de la lista son Daniel Rodríguez, el ex intendente de la Quinta Olivos; los empleados de la residencia presidencial; la modelo Sofía Pacchi, quien, antes de pelearse con Yáñez, la alojó unos días en su departamento durante una crisis de pareja; y también a su ex asesora en cuestiones de género, Dora Barrancos, que estaría al tanto de la situación a través de su marido Eduardo Moon, que tuvo a Yáñez como paciente. 

Fabiola Yáñez

Otro elemento que sumaría Fernández al expediente sería un informe médico que se presentó en la demanda que hizo Fabiola contra Google en la que se hablaría de daños psicológicos, pero que no se mencionaría la bipolaridad. Fernández, además, hizo trascender con algunos periodistas amigos que su ex pareja tenía problemas de alcoholismo e incluso que un día hubo que sacarla de la pileta de la quinta en estado de ebriedad.

En privado sostiene que Fabiola se golpeaba o se caía en medio de una borrachera, provocándose ella misma las contusiones. Y dice que  en una oportunidad, ella se levantó con un ojo rojo y que no supo explicarle a Alberto qué le había pasado. Al lado de Fabiola insisten en que esos argumentos son insostenibles ya que los agresores siempre buscan desprestigiar a la víctima para defenderse. En cualquier caso, ninguna posible adición o trastorno mental justificaría los golpes.

Todo este panorama busca poner de relieve que la convivencia en Olivos era lo más parecido a un infierno cotidiano, que incluía discusiones, gritos, llantos y descontrol. Por su lado, Yáñez le reclamaba que el entorno del entonces Presidente la maltrataba, la restringía, le bloqueaba actividades y presupuesto y hasta la bajaban de los  viajes oficiales. En el último año de la presidencia ya se veían muy poco. Había días enteros en que no se cruzaban, a pesar de que ella seguía viviendo en Olivos. En el último tramo del mandato, Fabiola se mudó a la casa de huéspedes. A ella le llegaban comentarios de que él se encontraba con mujeres en el departamento de Puerto Madero, aunque nunca pudo comprobarlo.

Golpes

El punto más importante a resolver es comprobar si Alberto  le pegó a la primera dama durante el ejercicio de la Presidencia de la Nación. ¿Las pruebas que ella presentó hasta ahora? Las fotos, recientemente difundidas, y los chats que le habría enviado a la secretaria María Cantero. También una extensa conversación que Fabiola tuvo en España con la periodista Sandra Borghi. Fernandez explica las fotos como producto de la ingesta de alcohol. "Alberto no sabe de dónde salieron esos moretones", dicen cerca suyo.

Alberto Fernandez

El otro punto que gira alrededor de esta historia es la cuestión económica. Los allegados al ex presidente hablan de una posible extorsión para acordar una separación que incluya una suculenta suma de dinero. Yáñez y Fernández no estaban casados, pero tienen un hijo en común producto de un tratamiento médico. Fernández cree que Yáñez busca unos 3 millones de dólares que sería lo que le ofreció una productora para hacer un documental sobre su vida. Al periodista Baby Etchecopar le dijo: “Esto es una cuestión de plata”.  

Fernández quiere sacar el expediente de Comodoro Py. Allí no se siente seguro, sobre todo por las filtraciones. Entre las primeras presentaciones estará el pedido de cambio de fuero y llevar el caso a los tribunales ordinarios de San Isidro, que tienen jurisidicción sobre la Quinta de Olivos. Además de cumplir con el objetivo de quitar el caso de un juzgado federal, también sacará el expediente de la Ciudad de Buenos Aires, donde la atención de los medios es casi cotidiana.

De todos modos, a sus interlocutores Fernández les transmitió que hasta ahora estaba conforme con la manera en la que estaba actuando Julián Ercolini, a pesar de ser un juez con el que tuvo cruces públicos conocidos e incluso hizo una cadena nacional cuando trascendió que el magistrado había viajado a Lago Escondido invitado por el Grupo Clarín. Ese combo también lo hizo sospechar de una conspiración en su contra. Una semana antes de que trascendiera la denuncia, Fernández había dado una entrevista en El Destape Radio y recordó que Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín y Telecom, le había pedido que rompiera relaciones con Cristina Kirchner, y Fernández se había negado. 

Hipocresía

La denuncia de Fabiola dejó expuesta una contradicción sobre algo que el ex presidente había convertido en una de sus banderas: la defensa del feminismo. Durante su gobierno se creó el Ministerio de la Mujer y él mismo se autoproclamó como el sepulturero del patriarcado, pero lejos de eso, terminó acusado de violencia de género. Es decir que en su vida privada habría hecho todo lo contrario a lo que proclamaba en público. Este hecho no solo lo afecta a él, sino también a todo el kirchnerismo que defiende las banderas del feminismo.

El enojo con Alberto es tal que muy pocos peronistas lo apoyaron en público. Desde el justicialismo defendieron más a José Alperovich, a quien condenaron por violar a su sobrina, y a Fernando Epinoza, procesado por abusar de una secretaria. A Fernández se hará difícil volver a la vida política. Pero es evidente, por la reacción del peronismo, que ya no lo querían desde antes. 

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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