El conductor Alejandro Fantino lanzó duras críticas contra su socio y reciente debutante legislativo, Sergio Figliuolo, conocido como “Tronco”, luego de que votara junto al kirchnerismo en una de sus primeras intervenciones en el Congreso. El episodio generó sorpresa y malestar en sectores del PRO y del universo libertario que acompañan al presidente Javier Milei.
Durante su programa en la plataforma Neura, Fantino se refirió con ironía a la votación de Figliuolo y lanzó una frase que rápidamente se viralizó: “Yo le hubiera dado un beso de lengua a Juan Grabois”. Lejos de tratarse de un elogio, el comentario apuntó a marcar distancia con lo que interpretó como un gesto de acercamiento al kirchnerismo. En ese mismo tono, el conductor remarcó que “hay muchos muchachos votando con los K”, en una crítica más amplia a dirigentes que, según él, no mantienen coherencia con el discurso que los llevó a ocupar una banca.
Según consignó La Política Online, la decisión de Figliuolo cayó mal en el PRO, donde no ocultaron la sorpresa por el debut legislativo del socio de Fantino votando en sintonía con el kirchnerismo. En ese espacio temen que este tipo de movimientos genere confusión entre los votantes y erosione la identidad política del bloque opositor.
El cruce expuso tensiones internas en los armados que orbitan alrededor del oficialismo libertario y reabrió el debate sobre los límites del pragmatismo parlamentario, especialmente cuando se trata de figuras que llegaron al Congreso con un discurso explícitamente crítico del kirchnerismo.
El episodio también dejó al descubierto la fragilidad de algunos acuerdos políticos recientes y la incomodidad que generan ciertos votos cuando todavía está fresca la narrativa electoral. En un Congreso marcado por negociaciones cruzadas y mayorías inestables, el debut de Figliuolo volvió a poner en discusión hasta dónde llega la autonomía de los nuevos legisladores y cuánto pesan las expectativas de quienes los impulsaron públicamente.














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