Néstor Grindetti tenía pensado retirarse en diciembre del 2022. Ya había logrado concretar el deseo personal de ser intendente de Lanús y pensaba dar un paso al costado para dejar crecer a Diego Kravetz, el actual jefe de Gabinete del municipio y candidato de Juntos Por el Cambio en estas elecciones. Pero hubo imponderables que modificaron sus planes.
Primero, quiso acompañar a Fabián Doman en las elecciones del club Independiente de Avellaneda. Iba todo bien hasta que la crisis del club lo eyectó por los aires al conductor televisivo y Grindetti tuvo que hacerse cargo. En paralelo se definían las candidaturas presidenciales de Juntos por el Cambio y Patricia Bullrich decidió hacer internas contra Horacio Rodríguez Larreta en todas las categorías que pudiera, aún dudando de la posibilidad de ganar. Ya más cerca de la fecha límite a la presentación de las candidaturas, decidió lanzar a Grindetti como su candidato a gobernador bonaerense en contra de Diego Santilli.
Es decir que el hombre pasó de estar casi retirado a presidir el club de sus amores y tener chances de ser el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires. Si lo hubiera planificado, no le salía.
La candidatura de Grindetti tiene una historia circular detrás: durante la pandemia, Diego Kravetz se reunió con Diego Santilli en el municipio de Lanús para hablar de temas de seguridad. Para aquel entonces, “El Colo” era el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y estaban organizando colaboraciones entre ambos distritos.
Antes de irse, ya en la escalera del municipio, Kravetz le dijo: “Tenés que ser vos el candidato a diputado y de ahí proyectarte para la gobernación”. A Santilli le gustó la idea y comenzó a trabajar para sí mismo, creyendo a iba a contar con el apoyo de Grindetti. Después de todo, la idea había salido desde su territorio. Tres años después, el jefe político de Kravetz le robaría el sueño. Para Santilli fue todo pérdida, casi a la par de Horacio Rodríguez Larreta.
Una curiosidad más: así como Jorge Macri por entonces había criticado con dureza el “garrochazo” de Santilli de la Ciudad a la Provincia, territorio en el que el primo del ex presidente era era referente, hoy él protagoniza su propio salto en sentido inverso, de la Provincia a la Ciudad. Está a punto de quedarse con la jefatura del Gobierno porteño y tanto Larreta como Santilli se quedarán con poco margen de acción. De todos modos, las formas no se pierden, y ya ambos anunciaron su apoyo a Bullrich y Grindetti.
Liberalismo
Carolina Píparo, la otra sorpresa de las elecciones bonaerenses, se convirtió en candidata casi por descarte. Fue después de que se bajara Guillermo Britos, el intendente de Chivilcoy, ante la cantidad de derrotas provinciales que venía acumulando Milei, y tras el rechazo de otros candidatos como Mauricio D’Alessandro. Píparo aceptó el desafío tras abandonar a José Luis Espert, que había sido su compañero de fórmula en el 2021 en la lista a diputados nacionales del partido del economista, Avanza Libertad.
Uno de los motivos de ruptura con Espert era por “visiones políticas incompatibles”, pero detrás de ese eufemismo estaba la negociación de Espert con Juntos por el Cambio para sumarse al espacio. Píparo no quería ir de aliada con Rodríguez Larreta y decidió cerrar filas con Milei, y después de todo, tuvo más suerte que su ex compañero de bancada.
En términos de fuerza política, Píparo salió tercera, pero como candidata individual fue la segunda más votada, por lo que su piso es más alto que el de Grindetti. Su desventaja es que cuenta con pocos lugares donde ir a buscar votos. De todos modos, Milei ya dijo que pondrá todo sus esfuerzos para seguir apuntalando a Píparo en el Conurbano.
Una particularidad sobre Píparo que surge de los diferentes focus groups que manejan en Juntos Por el Cambio y en Unión por la Patria es que la asocian solo con la tragedia que vivió en el 2010, cuando le dispararon en la cara en medio de una salidera bancaria. Estando de nueve meses de embarazo tuvo que dar a luz a su hijo, que solo vivió una semana. Los encuestados solo la recuerdan por ese doloroso episodio. Incluso, algunos ni siquiera saben que es diputada. Las respuesta más escépticas hasta especulan con que utilizó su drama para involucrarse en política.
Tanto Grindetti como Píparo tuvieron la ventaja de llevar un candidato presidencial fuerte, que los dejó en una buena posición de cara a las elecciones generales, porque ahora, aunque pierdan, de todos modos podrían construir un interesante bloque de diputados y senadores en la legislatura bonaerense.
Si Píparo pierde, seguirá conservando su banda en la Cámara de Diputados. Y si Grindetti también sale derrotado, tendrá que resolver su situación en Independiente y por fin podrá concretar su viejo sueño de retirarse y dedicarse a viajar por el mundo. Aunque hoy las expectativas son otras.
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