“Muchísimas familias en Argentina dependen del comedor de su barrio para comer todos los días. Necesitamos tu ayuda para sostener cientos de estos espacios que están en peligro”, posteó Ofelia Fernández en su cuenta Instagram. La ex legisladora porteña del Frente Patria Grande difundió un video de la campaña de colectas para comedores populares del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
“Ahora mismo hay 27 millones de personas que son pobres y UNICEF dice que 7 de cada 10 niños son pobres”, explicó la dirigente kirchnerista en la grabación y, utilizando su estilo irreverente, agregó: “El Estado no pone más guita en los comedores. No más alimentos. Ni ollas. Ni una mierda. Idealmente, no debiera existir, ojalá la gente poder comer en sus casas, pero de vuelta volvamos a la realidad. Mientras la política no puede ordenar el caos económico de los precios de los supermercados, hay gente que tiene que comer en los comedores y ollas populares, o no come”.
“Si te parece que hay gente muy vaga, que se lo merece, acordate que también están sus hijos, sus niños y sus niñas. Convengamos que estos espacios existen porque heroicamente un montón de personas, casi siempre minas de los propios barrios a voluntad hacen eso que ni el mercado ni el Estado hacen. Para mí eso es trabajo. Para mí deberíamos estar discutiendo como hacer que ellas cobren un sueldo”, detalló Fernández, acompañada de varias cocineras de la organización social.
Según la egresada del Colegio Carlos Pellegrini, por los comedores del MTE pasan 80.000 personas en todo el país. Debido a las medidas de ajustes del Ministerio de Capital Humano, encabezado por Sandra Pettovello, muchos de estos espacios podrían cerrar. Por ese motivo, a través de su sitio web infanciasmte.ar, la organización capitaneada por Juan Grabois solicita donaciones para sostener sus cocinas y merenderos. El sistema de suscripción puede ser mensual, con un monto que van desde 2.500 a 25.000 pesos, o, también, puede ser por una donación única.
“En la página y por mail, a quienes se suscriban, les van a llegar rendiciones de que se compró ese mes, a donde fue y fotos de actividades en esos espacios”, destacó Ofelia Fernández y concluyó: “La gracia que lo haga el Estado es que si en una olla, que se arma en un barrio, no tienen alguien que suba un video de Instagram o arme una colecta, también pueda sostenerse en lo que, a todas luces, es una crisis fatal”.
A partir de la conducción ministerial de Pettovello, las organizaciones sociales y comunitarias tuvieron fuertes cruces por los ajustes del gobierno libertario. Sin embargo, la denuncia de Grabois por el acopio de alimentos a puntos de vencer, en los depósitos de Capital Humano, puso en jaque al ministerio más cuestionado de la era Milei. Por otro lado, hubo investigaciones gubernamentales a diversas entidades sociales por la gestión irregular en el reparto de suministros.
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