Thursday 5 de December, 2024

SHOWBIZ | 30-07-2023 07:29

Cómo Onlyfans revolucionó la industria del porno

Las plataformas como OnlyFans han desempeñado un papel en la democratización del trabajo sexual y la creación de contenido, especialmente desde la pandemia.

A fines de 2022, la ex estrella porno Lana Rhoades, uno de los nombres más reconocidos en la industria en la última década, abandonó el género para hacer campaña para que se cancelara la producción. Su caso motivó a muchas otras ex estrellas del triple x a acusar a la industria en su conjunto, alegando que es coercitiva, explotadora y, en última instancia, dañina. Quien se hizo eco fue Mia Khalifa, la joven libanesa que alcanzó la fama en el porno con un video en el que tenía relaciones sexuales mientras usaba un hiyab.

Un ejemplo de la fetichización de las minorías y la propagación de estereotipos raciales. Y así se volvió a disparar el debate sobre qué hacer con una industria pornográfica que atrae en su versión web a 450 millones de visitantes únicos cada mes. El porno feminista, o porno ético, como lo llaman algunos, ha tratado de responder esa pregunta con sus mandamientos sobre el consentimiento, la compensación justa y la representación. 

Sin embargo, la pornografía feminista todavía es un nicho: la pornografía convencional continúa dominando la audiencia de pornografía a nivel mundial, y los sitios de transmisión a menudo tienen contenido en el que se viola el consentimiento: fue este punto el que obligó a Pornhub, el número uno del porno web, a limpiar toda su plataforma para no desaparecer. 

Feminismo

Con el consumo de pornografía en crecimiento, la cuestión de la pornografía ética sigue siendo tensa dentro del feminismo. Con la dinámica de la industria tan sesgada en contra de los artistas, especialmente los marginados, ¿pueden el feminismo y la pornografía ser compatibles? 

 

Los sitios de pornografía gratuitos siguen siendo el principal acceso al contenido, pero estos sitios también presentan con frecuencia videos de violaciones, pornografía de venganza y otros medios que contienen sexo no consentido.  La cultura de la violación está en la base misma del porno, insisten distintos autores, en un debate que se remonta a las "guerras sexuales" en Occidente, donde feministas anti-pornografía como Andrea Dworkin y Catherine MacKinnon, denunciaron tanto la pornografía que incluso encontraron una causa común con la administración conservadora de Reagan a principios de los 80: entonces se redactó una ordenanza que consideraba a la pornografía como una violación de los derechos civiles, que conducía a la violencia contra las mujeres. Su fundamento está resumido en

“La pornografía es la teoría y la violación es la práctica”, de Robin Morgan contra la degradación de las mujeres en la pornografía. Este marco de pensamiento sostiene  que la violencia y la pornografía están entrelazadas, en el sentido de que esta última surgió como una forma mediática que normalizó la degradación de las mujeres por placer, e infundió violencia y daño.

Onlyfans

Como contracara, la retórica contra la pornografía sirvió para criminalizar a las minorías sexuales como “desviadas”. Y otras feministas señalan allí cómo el pánico a la pornografía sirvió como vehículo para los temores conservadores en torno a cualquier tipo de expresión no normativa de la sexualidad. Teóricos queer como Gayle Rubin, argumentan además que “gran parte de la propaganda contra la pornografía implica que el sadomasoquismo es la verdad subyacente y esencial hacia la que tiende toda la pornografía”. La oposición a la pornografía está ligada a una moralidad sexual puritana arraigada en normas heteronormativas. 

 

Con otra mirada, la Generación Z y los Millenials celebran un nuevo porno, donde juega la inclusión hasta cómo se recibe el placer. “La variedad está de moda”, sintetiza Angie Rowntree, fundadora de la plataforma de porno ético Sssh.com, donde de fomenta la diversidad corporal. “Es emocionante ver cómo plataformas como OnlyFans han desempeñado un papel en la democratización del trabajo sexual y la creación de contenido, especialmente desde la pandemia”, agrega Rowntree.  

El rebaño de OnlyFans creó nuevos nichos y generó más libertad creativa. “Hay una variedad sin precedentes de artistas diferentes y una demanda continua de cuerpos diferentes que adornan nuestras pantallas”, sigue Rowntree, voz de una nueva línea de sitios porno éticos, como se los denomina. 

por R.N.

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