La escena, sobre todo la de carácter cómico, desde sus orígenes fustigó las insensateces, extravagancias y pretensiones del ser humano pero también el accionar, muchas veces erróneo, de los mandamases de turno. En todo tiempo hubo autores que aplicaron aquella fórmula latina que enuncia “castigat ridendo mores”, una expresión que significa “enmendar costumbres riendo”. Tanto Aristófanes, Plauto como Shakespeare, Lope de Vega, Molière y Goldoni satirizaron prototipos de las sociedades de entonces y a sus políticos o demagogos. Sin duda, la vía más eficaz para transmitir el estado de ánimo de las personas, especialmente sus desatinos e incongruencias, es señalar lo absurdo y lo cómico de las mismas.
En nuestras latitudes, el mítico actor José “Pepe” Podestá y su creación, el inmortal payaso “Pepino el 88”, encabezó el extenso linaje de los monologuistas de actualidad; prolongado en el ya extinto teatro porteño de revistas, que propuso desde sus comienzos, cuadros en los que intervenían caricaturas, a menudo impiadosas, de los personajes más notorios o reconocibles de la época. Luego siguieron Pepe Arias, Juan Verdaguer, Tato Bores, Norman Erlich, Antonio Gasalla y Enrique Pinti, entre los clásicos.
Junto a estos grandes cultores del unipersonal, se ubica ahora Roberto Moldavsky, quien genera un estilo propio gracias a su versatilidad, inteligencia y simpatía. Con producción de Gustavo Yankelevich, la compañía de una eficaz banda de músicos denominada “La Valentín Gómez”, conformada por Marcelo Knoblovitz (voz y guitarra), Lucas Ramírez (teclado), Matías Scheines (violín), Martín Rur y Paloma Schachmann (saxo y clarinete) que tocan boleros, tangos, rock y klezmer; más la actuación episódica de Eial Moldavsky, el humorista ofrece un nuevo y entretenido espectáculo de una hora y cuarenta cinco minutos.
Omnipresente en el escenario, con excelentes guiones propios y ajenos, Moldavsky expone, en primera persona, graciosas situaciones de la vida en convivencia e innumerables cotidianas, laborales o familiares donde es imposible no sentirse identificado. El público agradece con ininterrumpidas carcajadas y prolongados aplausos. Consejo: si va a Mar del Plata, no se lo pierda.
Calificación: ****
“Moldavsky, RePerfilado” con Roberto Moldavsky y banda “La Valentín Gómez”. Teatro Mar del Plata, Av. Pedro Luro 2335.
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