4 ESTRELLAS
De entrada, nos hacen saber que lo del título no es veraz. Las imágenes de jóvenes esposados, que son llevados por la policía, más las voces en off de ellos mismos, en enigmáticas frases, revelan que la bondad quedó de lado y, decididamente, la juventud inocente también.
La acción retrocede en el tiempo y nos lleva al momento en que ocho veinteañeros, reunidos en una disco, después de enterarse que una de sus amigas, en proceso de transición de género, sufre un intento de abuso sexual, deciden hacer justicia por mano propia. Se dirigen a la casa de los que habrían sido los perpetradores, pero al entrar en la misma, no los encuentran.
En vez de calmar los ánimos, en claros rasgos de inmadurez, omnipotencia e irresponsabilidad, no sólo toman todo el alcohol posible, sino que vandalizan las paredes, destrozan objetos valiosos, y se llevan un bolso con miles de dólares. Excepto uno, de muy bajos recursos, el resto pertenece a la clase media acomodada, con padres profesiones. Uno es hijo de una fiscal y un juez, otra de médicos, un par de un comisario y otro de un exitoso abogado conectado con el juzgado. Como es previsible, el atropello les costará caro.
Este es el puntapié argumental para la nueva tira diaria de Polka, que junto a “ATAV 2”, compite en el prime time, horario central de nuestra tv abierta. Con una producción prolija, edición admirable, y rubros técnicos impecables, la propuesta tiene buen ritmo y logra el cometido de atrapar la atención. Luego, aquí y allá, en los guiones y diálogos, emergen algunas situaciones inverosímiles y frases por demás didácticas, pero se advierte el genuino compromiso por contar de manera ágil.
Aunque la mayor parte del juvenil elenco tiene más entusiasmo que recursos, se destacan los sólidos desempeños de Jerónimo Giocondo Bosia y Tomás Kirzner, plenos de matices expresivos y vocales, y las sugestivas presencias de Lautaro Rodríguez y Ornella D´Elia, en roles donde trasmiten mucho a través de sus miradas.
Renglón aparte para Joaquín Ferreira que con voz de nicotina y estampa de latín lover, genera miedo como el malo de la historia. Finalmente, es un placer ver a grandes actores y actrices que imponen su talento y oficio con solo aparecer en la pantalla. Desde Gabriela Toscano, Juan Palomino, Romina Gaetani, Luis Machin, Marita Ballesteros, Luciano Cáceres, Brenda Gandini hasta Pablo Mónaco. Cada uno eleva la categoría de actores de reparto.
A pesar de los reparos, esta ficción nos recuerda la cabal calidad de los creativos argentinos.
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