El caos es parte del orden que está haciendo en su casa para llevar decenas de cajas repletas de libros, vajilla y electrodomésticos al restaurante que va a inaugurar en Belgrano, “Narda comedor”. Convida un café y termina de dedicar ejemplares de su último libro “Ñam ñam, manual para criar un pequeño omnívoro” (Editorial Planeta) mientras la maquillan. No hace falta aclarar que la anfitriona es Lepes. Su nombre es una marca, incluso personal. Está convencida de que le forjó el carácter. También contribuyó haber sido hija única, destronada a los 16 años (tiene cuatro hermanos de parte de su padre), haber vivido en Venezuela y Brasil (su madre se exilió en medio de la dictadura militar), o el ser adolescente cuando su papá era el dueño de la disco Paladium. Como sea, ella se acostumbró a desdramatizar y a abrirse camino. “No tuve padres caretas, eran abiertos, pero tampoco la jugaron de amigos. Todas las peleas las ligó mi mamá. Después te das cuenta de que uno hace lo que puede, pero hasta que te das cuenta de eso…”
Noticias: ¿Eso fue cuando nació su hija?
Narda Lepes: No, cuando nace Leia, mi mamá ya se había muerto. Ella murió en 2008 y Leia nació en 2011. Creo que te das cuenta cuando te tenés que hacer cargo de tus papás.
Noticias: ¿Su madre estuvo enferma o fue una muerte abrupta?
Lepes: Estuvo enferma diez años, se mejoró, pero quedó más frágil. Cuando le agarró otra vez, el paliativo fue en mi casa. Es terrible pero estuvo bien.
Noticias: Habrá sido una experiencia transformadora.
Lepes: No sé si te transforma o te ordena las prioridades. Fue de un día para el otro (el diagnóstico) y fue “suspendo el mundo por x cantidad de tiempo”. También aprendés que no sabés nada de eso, nadie habla de la muerte.
Noticias: Siendo tan proactiva, ¡qué impotencia habrá sentido!
Lepes: Cuando nos dijeron que no había mucho que hacer, fue: “¿Qué querés hacer?”. Dijo que se quería ir (de la internación). La impotencia te dura horas, después te encontrás con las cosas prácticas, como que necesitás una cama especial. Una médica amiga de ella me mandó un coso para leer sobre las alertas de los cuidadores. Yo tenía las diez alertas que mencionaban (se ríe), todas. Era: “No comés”, “No ves la luz del día”, todo…
Noticias: ¿Cuánto tiempo duró esa situación?
Lepes: Entre cuarenta y sesenta días. Estas cosas no se eligen, pero creo que lo que tiene un proceso es más amable, el shock debe ser peor.
Noticias: ¿Cómo fue la relación entre ustedes en esos días?
Lepes: Lo que hablás tiene otro peso, no hay charla chica boba, pero nada es tan grandioso. Y mejor hacerlo más natural. Lo mismo cuando te dicen que nace un bebé y te cae un rayo de amor. No.
Noticias: Hay una idealización de la maternidad, ¿no?
Lepes: Sí, de lo romántico que tiene que ser darle la teta. Y puede serlo como no, pero no le quita importancia que no lo sientas romántico.
Noticias: Lleva una década en pareja con Alejo Rébora. ¿Él es doce años menor?
Lepes: Sí, es más chico que yo.
Noticias: Doce años parece una diferencia importante.
Lepes: Sí, pero se dio de manera fluida y natural, incluso cómo decidimos tener a Leia. Fue: “Salimos hace poco pero tenemos que hablar de esto”.
Noticias: ¿Le planteó que quería ser madre?
Lepes: El reloj te lo plantea, no podés hacerte la boluda. Le dije: “Tengo 37 años, voy a querer tener un hijo y no va a poder ser dentro de mucho más”. Me dijo: “Me encanta”. Hay muchas formas de que uno forme una familia, esta no es la más clásica pero salió bien.
Noticias: Se podría decir que, tras la muerte de su madre, usted es otra: se compró su departamento, formó una pareja estable, tuvo una hija.
Lepes: ¡Me cambié de canal! (se ríe). También la edad hace que decanten algunas cosas. Había estado casada siete años antes.
Noticias: ¿Formalmente?
Lepes: No con papeles. Mis papás no se casaron con papeles entonces hay algo visual. No tuve la foto de casamiento ni miré a mi mamá vestida de novia, no había una cosa icónica, sí de viajes. Si pienso en mi mamá, veo fotos de viajes.
Noticias: Vivió en Venezuela durante su primera infancia. ¿Qué le pasa con la crisis que atraviesa ese país?
Lepes: Es un bajón. Viajé bastante a Venezuela, pero no en los últimos ocho años. No hay que ser fanático. Maduro me chupa un huevo, me cae mal, me parece que se tendría que ir, que esto debería resolverse de otra manera, pero lo que diga no le importa a nadie. Mi opinión es que vuelvan a poner el país en orden, pero qué soy, ¿miss mundo? Me siento una pelotuda diciendo que haya paz… que dejen de matarse en la calle sería ideal. Es más fácil y honesto decir: “Esto no me gusta”, habiendo entendido por qué hay gente que lo defiende. Yo hablaba con el dueño de un hotel cinco estrellas, con sus clientes millonarios y con el que lava las cacerolas. Un señor de 60 años que limpiaba te decía que vivía en la montaña, que no había visto a un médico en su vida y no había ido a la escuela y que sus hijos tenían un doctor de Cuba, que pasaba cada dos meses, y que iban a la facultad, ¿cómo le discutís? ¡No tenés ningún argumento para decirle a ese señor!
Noticias: ¿Eso con Chávez en el gobierno?
Lepes: Chávez... La pasión por Chávez la puedo entender porque vi lo que le pasaba a la gente que no había tenido cosas básicas. Pero me siento una pelotuda diciéndolo porque uno no entiende la realidad de la gente que no tiene nada, porque uno no la vive.
Noticias: Así de pasional como es, ¿qué causas la ocupan y preocupan?
Lepes: Las que estudio un poco.
Noticias: Hablar por hablar, no.
Lepes: No. Sobre todo porque hay gente que se fija en lo que opino y no estoy calificada para opinar en público de ciertas cosas.
Noticias: ¿De qué sí?
Lepes: De lo que está relacionado a la comida, a la distribución, de la comunicación de la alimentación. De eso sí.
Noticias: ¿Qué costo le trae decir que la gaseosa es veneno?
Lepes: No voy a publicitar gaseosas, es una decisión anterior. No es que por lo que digo no me van a llamar. Si me llaman para hacer publicidad, pido que me digan para qué producto y de qué marca. Tengo ciertas reglas: si es tal línea de cosas, no, jugo en polvo, no. En un momento fui cara de la mayonesa. No puedo ser hipócrita, abrís mi heladera y hay mayonesa, pero en mi alacena no hay un sobre de jugo. Entonces puedo decirle a la gente que compre mayonesa, pero con ellos (la marca) fue: “Hablemos de cómo se lo vamos a decir: no hagamos más publicidad con un pancho, si la comés con vegetales y la usás de remolcador, ¡diez!”.
Noticias: A esta altura de su carrera, ¿cuán comunicadora y cuán cocinera es?
Lepes: No lo separo porque también tengo una parte de empresaria y otra que trabajo en desarrollo de producto. Mi trabajo es relacionado a la comida, cualquier cosa satélite pero relacionada a la comida: comunicar, desarrollar, vender, cocinar, hacer.
Noticias: Está por abrir su restó, Narda Comedor. ¿Por qué asume ese desafío en este momento de la Argentina?
Lepes: Tengo socios que se dedican a eso y estoy un poco más acá. Antes hacía mucha tele y viajaba mucho más.
Lo suyo no se limita a su negocio. Quiere incidir y aportar en políticas públicas. Por eso, si se topa con alguien que tiene poder de decisión, se le tira al cuello. “A veces me dan bola y otras no. Aprendí que los tiempos son otros. Ahora tengo tres proyectos en distintos estados de incubación. Uno es de logística, otro de educación y otro de comunicación”. Narda sueña con que en la escuela primaria se enseñe “Comida” desde lo básico: qué es comida y qué no. “Ese conocimiento que teníamos se perdió. Un niño ya no sabe lo que es comida”. Si en “Ñam ñam” les enseña a los padres cómo hacer de sus retoños pequeños omnívoros; cree indispensable mostrarles a los escolares un brócoli o enseñarles cómo preparar coliflor para que el sabor quede en la verdura y no se desparrame el olor por la casa.
Noticias: Hay mucho marketing de lo saludable, ¿cierto?
Lepes: Es insoportable, sí. El concepto de lo saludable no tiene más valor, no tiene significado.
Noticias: Y puede ser muy engañoso.
Lepes: ¡Sí! Es como la palabra “gourmet”… no quiere decir nada. ¿Qué quiere decir? Uno te dice que te dan una porción chiquita, otros que usan ingredientes caros, otros que la receta es difícil… no tiene sentido. Con la comida trato de que el mensaje sea claro: comer rico te hace bien. ¿Qué es rico? La variedad, la estacionalidad, lo casero. No importa lo que diga el frente del paquete sino la etiqueta. No hay que ver de qué está compuesto sino de qué está hecho.
Noticias: De todo lo que plantea, ¿qué le molesta más a la industria alimentaria?
Lepes: Regular la comunicación para niños. No puedo decir que no se pueden publicitar cosas que no sean saludables porque entramos en qué es saludable y qué no, en libertad de expresión…
Se de regular cuando se dirige a niños. Decime que está bien venderles gaseosas o algo con jarabe de alta fructuosa a menores de cinco años, ¡te tiene que dar la cara! Ahora estoy aprendiendo quién se ocupa de estas cosas. Me reúno con nutricionistas, médicos, académicos y veo quién financia los estudios. Si vinieron de algo relacionado con el resultado del análisis, lo descarto. La única forma de que un proyecto que no tiene interés político avance es que tenga la opinión pública de su lado. Si nosotros, los consumidores, los padres, los que votamos, decimos que esto nos importa, alguno te da bola.
por Valeria García Testa
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