Un juicio histórico, una sentencia esperada. Jorge Rafael Videla sumó otra condena, esta vez a 50 años de prisión por el robo de bebés y niños, una de las peores secuelas de su dictadura. Los jueces del Tribunal Oral Federal Número 6 llegaron a la conclusión de que hubo un plan sistemático ordenado por Videla y ejecutado por sus subalternos, algo que el ex dictador se empeña en negar.
Junto con Videla fueron condenados otros militares como Reynaldo Bignone, a 15 años; Santiago Riveros, a 20 años, y los marinos Antonio Vañek y Jorge “El Tigre” Acosta, a 40 y 30 años, respectivamente, entre otras personas.
La fiscalía también había solicitado que Videla pasara de la prisión federal en la guarnición militar de Campo de Mayo a una cárcel común, algo que no será necesario porque, como represalia a las entrevistas para mi libro “Disposición Final”, el titular del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, de La Cámpora, ordenó hace veinte días su traslado a la prisión de Marcos Paz.
En sus últimas palabras antes del veredicto, Videla había acusado a las mujeres embarazadas porque “usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos”. “Las parturientas aludidas por las querellas, aludidas por las fiscalías, a quienes respeto como madres, eran activistas y usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos al momento de operar como combatientes”, declaró.
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por Ceferino Reato*
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