Desde que salió a la venta en los primeros días del mes, el último tomo de la saga “Cincuenta sombras de Grey”, llamado justamente “Grey” (Grijalbo), tiene tanto éxito como las tres primeras entregas.
La cifra es escalofriante: 7.000 ejemplares por día (3.000 suele ser la tirada total de una novela en la Argentina y puede tardar meses en venderse).
En este último tomo, el punto de vista es el del protagonista masculino, un giro literario que ha desatado feroces críticas en los principales diarios del mundo, que acusan a la novela de ser escandalosamente sexista.
Eso no impide que las mujeres sigan adorando la historia. En los Estados Unidos, el libro ya lleva vendidos tres millones de ejemplares y está primero en ventas en Inglaterra.
Según la especialista israelí Eva Illouz, autora “Erotismo de autoayuda. Cincuenta sombras de Grey y el nuevo orden romántico” (Katz y Capital Intelectual), la novela funciona como un verdadero manual de uso para los amantes. Con respecto a la fantasía del sometimiento, central en la saga, Illouz le dijo a NOTICIAS, “creo que esta fantasía permite reproducir el estatus social de las mujeres (el sometimiento) bajo la forma de placer y liberación sexual y es una estrategia para poder hablar de sometimiento en la era del feminismo. Es una de las fantasías más poderosas que vende este libro: hombres y mujeres son iguales en la vida real y sin embargo, pueden alinearse en sus roles de género en la cama y aún seguir siendo correctos sexualmente y liberados”.
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por Adriana Lorusso
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