Horacio Verbitsky firmó el lunes 30 de marzo de 1981 un contrato por 10 millones de pesos con el Instituto Argentino de Historia Aeronáutica Jorge Newbery pagadero con fondos depositados en la “Sociedad Militar Seguro de Vida”, una mutual militar en cuyo seno, según escribió el propio Verbitsky en Página/12 en el año 2001, funcionaba “la mesa de dinero de los retirados del Ejército” (ver “Seguro de vida”).
La Memoria del sexto ejercicio del Instituto Newbery, con vencimiento al 30 de junio de 1981, precisa que el contrato era para la revisión final de un estudio, también realizado por Verbitsky, sobre “la historia de nuestra aeronáutica”.
Un párrafo de la Memoria (ver documentos) dice, textualmente:
“El trabajo inicial, realizado por el señor Horacio Verbitsky, fue sometido al análisis de los señores Miembros de esta Comisión, elaborándose así un conjunto de observaciones. Luego de diversas tratativas con el citado escritor, se firmó con fecha 30 de marzo de 1981 un contrato por el que aquel se comprometió a introducir aquellas observaciones en su trabajo original, dentro de un plazo de 90 días corridos, tarea por la cual se la (sic) abonará diez millones de pesos ($ 10.000.000), indexado en lo que supere el 4 % mensual del índice de costo de vida, fondos estos transferidos por la Asociación Aeronáutica Argentina y depositados en la Sociedad Militar Seguro de Vida”.
Esto es, un grupo de altos exjefes aeronáuticos de una institución de estrecha relación con el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea, entonces a cargo del Brigadier Omar Graffigna, que integraba la Junta de Comandantes, máxima autoridad de la dictadura, hizo “tratativas” con Verbitsky y firmó con él un contrato por el que le pagó una suma que, a valores de hoy, equivale a unos 60.000 pesos (ver “Pesos Ley 18.188”)
El hallazgo de estas Memorias amplía la información sobre el segundo contrato de Verbitsky ya referido en una nota en el sitio www.plazademayo.com y en el libro “Doble agente”, pues constaba en las Memorias del ejercicio siguiente, pero sin precisar la suma ni el origen de los fondos.
El viernes pasado, en una Sala del Círculo de la Fuerza Aérea, el director de la Biblioteca Nacional Aeronáutica (Binae), Comodoro Ricardo Benedetti, el subsecretario del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), Brigadier Mayor José Aníbal Chia, y el Auditor de la Secretaría General de la FAA, Dr. Pablo Torres, me facilitaron la consulta de las Memorias del 6to Ejercicio y se comprometieron –en particular Benedetti, como responsable de la Binae- a la preservación de estos documentos públicos.
Esta serie de Memorias de distintas comisiones directivas y ejercicios anuales había sido donada en 1990 a la Binae por el difunto comodoro Santos Domínguez Koch, ex presidente del Instituto Jorge Newbery.
Cuando recientemente detecté esta documentación no pude revisarla por completo, pues Benedetti, el director de la Biblioteca, la puso “en guarda” de la Secretaría de la FAA, para asegurarse de que no fuera secuestrada o adulterada.
Un ejemplar de las Memorias del período 1975/79 obra en la Biblioteca Nacional, otra en los archivos de la familia Güiraldes y dos en la Binae. Pero la Memoria correspondiente al 6to ejercicio (1980/81), sólo está en esta última institución. De ahí la preocupación por su preservación.
Verbitsky había firmado un primer contrato, por un trabajo de seis meses, entre octubre de 1978 y marzo de 1979 por el que le pagaron 700.000 pesos al mes (a valores de hoy, unos 40.000 mensuales). El segundo contrato es para que revisara ese primer trabajo e incorporara las sugerencias recibidas en sus “tratativas” con los aeronautas militares.
El objetivo del Instituto era tener listo el trabajo definitivo para el primer trimestre de 1982 (bajo el título, acordado posteriormente, “La Aeronáutica argentina: ayer, hoy y mañana”) y publicarlo en algún mes posterior como homenaje a los 70 años de la Escuela Militar de Aviación, precursora de la FAA, fundada el 10 de agosto de 1912.
Un mínimo retraso debe haber frustrado ese propósito. El 2 de abril de 1982, apenas dos días después del plazo fijado, fuerzas argentinas recuperaron las islas Malvinas. La posterior derrotar militar precipitó el declive final de la dictadura e impidió, seguramente, la publicación del trabajo de Verbitsky.
Seguro de vida
No menos llamativo que el segundo contrato de Verbitsky con los aeronautas militares es el canal de pago: la “Sociedad Militar Seguro de Vida”.
Fundada en 1901 por el Teniente Coronel Cornell (un veterano de la Campaña del Desierto encabezada por el general Roca), para ayudar a las familias necesitadas de los militares caídos en servicio, la SMSV se transformó con el tiempo en una mutual y entidad financiera de amplio espectro, al punto que –según también denunció Verbitsky- a través de su mesa de dinero tomó una participación accionaria en el Banco de Crédito Provincial (BCP), administrado por la familia Trusso y vinculado a la Iglesia.
La cúpula actual de la SMSV (presidencia, vicepresidencia y 6 directores titulares) está integrada por dos generales, dos brigadieres, dos coroneles, un vicealmirante y un contraalmirante.
En una nota de 2001, en la que denuncia al abogado Horacio Liendo y otros funcionarios del equipo de Cavallo por su participación en el fallido Mercobank, Verbitsky remonta la relación del SMSV con esa operación al turno presidencial, durante la dictadura, del general Roberto Viola y a su ministro del Interior, general Horacio Liendo.
Eso hace más llamativo aún que Verbitsky firmara su segundo contrato con la Fuerza Aérea, pagadero a través de la SMSV, justo el día después de la asunción presidencial de Viola.
Remontándose algo más atrás, en el cuarto tomo de su “Historia de la Iglesia Argentina” (La mano izquierda de Dios, Sudamericana, 2010), Verbitsky precisa que fue a la salida de su trabajo en la SMSV que fue secuestrada la ex monja Mónica Quinteiro, una de las catequistas del grupo de la villa del Bajo Flores que integraban Mónica Mignone, la hija desaparecida de Emilio Mignone, el fundador del CELS, y los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jálics, quienes, siempre según Verbitsky, fueron “entregados” por el entonces jefe provincial jesuita, Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.
Mónica Quinteiro, que nunca más apareció, era hija del Capitán de Navío Oscar Quinteiro, cuñada del capitán de Navío Emilio Molina Pico y prima de la esposa de Jorge “Tigre” Acosta, el feroz jefe del grupo de Tareas de la ESMA.
Pesos Ley 18.188
Los 10 millones del segundo contrato de Verbitsky con la Fuerza Aérea eran en lo que entonces se conocía como “pesos ley l8.188”. Desde entonces la moneda argentina sufrió varios cambios de denominación y la poda de once ceros. Si se quitan los ceros y no se actualiza por inflación, esos 10 millones equivalen, en pesos de hoy, a $ 0,0001. Esto es, a una diezmilésima de peso, o –dicho de otra forma- a la centésima parte de un centavo.
Por suerte para Verbitsky, no le pagaban tan mal. La actualización, entre marzo de 1981 y diciembre de 2006, por el Indice de Precios al Consumidor Nivel General del Indec, y entre diciembre de 2006 y agosto de 2015 por diversos indicadores privados compilados por la consultora Federico Muñoz y Asociados, arroja valores de entre 56.400 y 59.860 pesos de hoy.
En cuanto al valor en dólares, cabe consignar que en marzo de 1981, ya en los estertores de la infausta “tablita” que José Martínez de Hoz había iniciado en enero de 1979, el dólar valía 2.600 pesos, por lo que el contrato de Verbitsky equivalía a poco más de 1.600 dólares de la época. Actualizados por la inflación de EE.UU., serían unos 4.400 dólares de hoy.
*Co autor de Doble agente, Biografía inesperada de Horacio Verbitsky
por Sergio Serrichio*
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