Pese a que vaticinan que la carga de datos terminará bien entrada la madrugada, los referentes de Cambiemos se abrazaban en uno de los VIP's que montaron en Costa Salguero. Los datos que llegaban de la sala contigua, donde se cargan las mesas testigo, ponían a Mauricio Macri en la segunda vuelta, junto a Daniel Scioli.
Todo era festejo, pero las caras se transformaron cuando llegaron datos que indicaban que María Eugenia Vidal podía convertirse en la próxima gobernadora de Buenos Aires. "Ojo con Vidal", desafiaba un ministro porteño, con una mezcla de sorpresa, cautela y alegría.
Macri arribó pasadas las 22.30, junto a su esposa, Juliana Awada, a Costa Salguero luego de una jornada que incluyó un almuerzo con Elisa Carrió, paddle con amigos y un puñado de llamados para monitorear los primeros boca de urna.
En el salón donde ubican a los militantes de Cambiemos, el dj alterna entre Ricky Martín y Chayanne. Algunos bailan y otros posan junto al Mago Sin Dientes, un clásico en los festejos.
Esta vez, la organización dispuso pizza para los invitados y permitió la instalación de dos food trucks, para que puedan tener algunas opciones más.
Entre globos y pantallas leds, se ubican la mayoría de los dirigentes macristas -solo una veintena tiene la pulsera rosa que permite pasar a una pequeña sala donde aguarda la mesa chica de Cambiemos-. Macri tiene una sala apartado del resto, donde soli tienen permitido el ingreso su familia y un pequeño grupo de amigos.
Allí, todos esperan los datos oficiales. Será una noche larga.
por Francisco Zoroza
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