“Dime a quién admiras, y te diré quién eres”, reza un viejo refrán. La musa inspiradora de Candelaria Tinelli (25) es la modelo inglesa Rebecca Fox. La hija del conductor, que debutó el lunes 30 como cantante en “ShowMatch”, poniéndole voz al tema de apertura del programa de su padre, parece haberse vuelto tan fanática de la inglesa que incluso la copió en sus tatuajes. Y aunque su interpretación vocal generó todo tipo de comentarios en las redes, el gran revuelo se produjo por el gran parecido que la diseñadora tiene con su ídola. Hasta el punto de compartir los mismos diseños en su piel, y un look llamativamente similar. Sería todo un desafío encontrar las siete diferencias entre ellas.
El clon. Hasta hace algunos años, la hija de Marcelo Tinelli era un enigma. “Lelé”, como la llaman sus amigos, cultivaba un perfil superbajo. Pero eso cambió cuando la joven comenzó una especie de carrera por llenar de tinta cada rincón de su cuerpo, al que exhibe en fotos sensuales en las redes sociales. Sin embargo, esta exposición le trae dolores de cabeza ya que recibe numerosas críticas. En un intento de darle un giro a su perfil mediático, por uno más vinculado al arte, es que habría aceptado cantar para su papá en la apertura de “ShowMatch”. Enfundada en un sensual vestido rojo con un escote y tajo que dejaba poco a la imaginación, su performance generó todo tipo de críticas. Ni su advertencia, días antes en Twitter bastó. “El que puede, puede… y el que no, critica”, había escrito la joven. Es que una vez más, su interpretación se vio opacada por sus tattoos. Pero esta vez el motivo fue el estilo similar a Rebecca Fox. Esta modelo inglesa de 29 años es oriunda de la ciudad de Chester, y logró hacerse un lugar en el mundo fashion gracias a su cuerpo tatuado.
Pero la inspiración que le genera Fox a Candelaria, –quien le gana por lejos en la cantidad de dibujos–, las lleva a estar unidas por algo más que la concepción de que un cuerpo tatuado es sexy. Es que ambas comparten similares diseños. Por empezar, las dos tienen sus brazos íntegramente tatuados, y una rosa en el hombro derecho. Además de una rosa y dibujos tribales en el cuello.
Incluso, desde hace dos semanas, “Lelé” comparte un nuevo tattoo con su ídola: una ramita de laurel en el rostro, al costado de su oreja derecha. Pero lo que generó más revuelo de este nuevo tattoo fue que Cande se lo hizo en un lugar antes impensado: la cara. De hecho, en el 2014 lo había dicho casi segura ante una revista: “Jamás me tatuaría la cara ni el cuello, soy muy estética”.
Modelo a seguir. Tal como explican los psicólogos, en algún momento de la vida son frecuentes y necesarios los modelos identificatorios. Tener “un ídolo”. Aún así, los expertos advierten que existe un límite entre valorar las cualidades del otro, a querer ser y sentirse como ese individuo. Así lo explica el psiquiatra Juan Eduardo Tesone, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y de la Sociedad Psicoanalítica de París: “Una cosa es tomar un modelo y hacerlo propio como algo creativo, y otra es hacerlo permanente. Es como decir: ‘Soy como el otro, por lo tanto existo’”.
Además, Tesone hace una aclaración cuando se trata de imitar hasta los tattoos del ídolo: “Históricamente el tatuaje habla de un intento de fijar el tiempo. De un cuerpo que no quiere transformarse, y si las jóvenes se identifican con una modelo que es bonita, es una forma de querer inmortalizar esa belleza”.
Enojo de la admirada. No todo salió del mejor modo. Apenas le llegó la imagen tal como fue publicada en esta nota, y para la sorpresa de todos, Rebecca Fox demostró su disgusto en Twitter. No sabemos si por la comparación o por el tatuaje.
“Rebecca enojada”, tuiteó la infartante modelo junto a la foto de Cande y una propia.
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