- Para defendernos necesitamos un fierro, Cristóbal.
- ¿De qué hablás Fabián? ¿De armas?
- No. De medios de comunicación.
Esta conversación entre los empresarios y socios Cristóbal López y Fabián De Sousa ocurrió hace cuatro años, cuando comenzó la idea de entrar a jugar en la liga grande de los medios nacionales. Dicen, quienes conocen a ambos, que De Sousa es el único que puede convencer a López en cuanto a negocios. Y así fue.
Hoy, paradójicamente, el canal que compraron para defender a los suyos es su mayor arma de ataque. Porque el triunfo electoral de Mauricio Macri estaba dentro de lo previsible, pero que al Grupo Indalo le estallara una denuncia de la AFIP por una deuda de 8 mil millones de pesos y que el Presidente manifestara públicamente su intención de embargar sus bienes para cobrar, no. Es más, dejó a Cristóbal y a De Sosa contra la espada y la pared. Así fue como, luego de meses de trastabillar entre una oposición moderada y una más firme, el canal se radicalizó contra el macrismo y se convirtió en el único reducto kirchnerista de la TV actual. Y encima, el rating lo acompañó. Clink caja.
Por primera vez desde su creación, C5N es un canal opositor. Y en la búsqueda de su nueva identidad, profundizó su impronta K. Se metió detrás de la trinchera, eligió a sus generales y limpió a los tibios que no se animaban a tanto.
El público kirchnerista, que hasta diciembre había tenido muchas pantallas que lo representaban, se encontró en una situación de desamparo tras el cambio de gobierno: sin la Televisión Pública ni los medios de Sergio Szpolski y otras programaciones amigables, se refugiaron en C5N, el lugar donde cobra vida la resistencia K.
Desde allí, Roberto Navarro, Víctor Hugo Morales y Gustavo Sylvestre fueron condecorados con la bandera del aguante que enarbolan a diario con un éxito inesperado. Y además realizaron una proeza televisiva: pudieron, en diferentes momentos y franjas horarias, ganarle a su competidor directo, el canal de noticias TN.
“El foco ahora está puesto en la política, que se puso por encima de otras temáticas que fueron muy importantes para nosotros como los policiales”, cuenta a NOTICIAS una productora del canal. Y revela la estrategia: “Cada vez que se supera a TN en rating nos piden que lo marquemos a full en las redes sociales. Lo debemos hacer para crear la sensación de que somos líderes en algunos horarios”.
El recambio. Desde que el kirchnerismo se fue del poder, la línea editorial de C5N no siempre fue la misma. Durante los primeros cinco meses del PRO, hubo contactos entre el canal y el flamante Gobierno. Y también dos corrientes internas: una, encabezada por el ahora desplazado Director de Contenidos y Programación, Francisco “Paco” Mármol, que proponía una oposición moderada y otra, con Navarro en la línea de fuego, que impulsaba copiar el modelo TN contra Cristina Kirchner.
“Esos meses fue un canal esquizofrénico”, confesó a NOTICIAS uno de los periodistas que renunció en este período. “En esa búsqueda de la línea editorial, un día te pedían que pegaras y otro que no. Era complicado trabajar así”, completó.
Mármol tenía una idea de profesionalizar y pluralizar la señal, por la que acercó algunos nombres de periodistas intachables como María O'Donnell y Juan Miceli, quien en el 2014 había sido echado de la TV Pública tras realizar una pregunta “incómoda” al diputado Andrés “Cuervo” Larroque.
Pero la pluralidad deseada por Mármol quedó fuera de juego después de la aparición en el diario La Nación de la investigación de la AFIP y del encono que en C5N creen que Macri tiene con Cristóbal López cuando aseguró que iba a ir por los bienes del Grupo Indalo. “Después de lo que dijo el Presidente había una cola de acreedores queriendo que le pagaran sin demoras. Eso nos perjudicó mucho y nos obligó a concursar”, explican desde Indalo.
Evidentemente, de aquella lucha hubo un claro ganador. Los primeros días de abril, Paco Mármol fue corrido de su puesto de Director de Contenido a una protocolar Dirección de Relaciones Institucionales. Miceli nunca debutó y O'Donnell pegó el portazo a fines de mayo, a menos de dos meses del inicio de su programa.
Como era de esperar, Navarro tuvo mejor suerte: consiguió un espacio en el horario central y se convirtió en el editorialista estrella de la señal. Es cierto que cuenta con un aval importante: había sido contratado en el 2014 por pedido explícito de Fabián de Sousa, que quedó deslumbrado cuando lo vio de invitado en un programa de televisión.
Por lo pronto, en su faceta editorial de opositor, C5N le mostró a TN que puede y quiere competir, aunque aún no esté cerca de arrebatarle el liderazgo. En el canal del Grupo Clarín ya le prestan atención. Allí hay una sola manera de leer el rating: acompañado del número de su rival: “Estamos 3,2 a 2,7” dicen los productores cuando algún conductor pregunta
El rating de C5N crece gracias a la fidelidad del público opositor al gobierno macrista. Un público que no tiene otro lugar donde ir y que ha convertido a esta emisora en la última trinchera K.
por Carlos Claá, Marcos Teijeiro, Giselle Leclercq
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