Aunque cada uno tenga su canal individual, la entrevista en estéreo se debe a que el afuera los conoce como a una marca que costaría despegar: Cohn&Duprat, Mariano y Gastón, directores, guionistas, productores; el silencioso y el verborrágico, unidos por las creaciones en cine y televisión. Cuando sus nombres parecen evanescerse, vuelven al ruedo y en línea ascendente sin perder lo que los distingue, esa acidez en el orillo. Desde “Televisión abierta” y “Cupido” a las películas “El artista”, “El hombre de al lado”, “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”, la incorrección política y el malestar del sentido común son puertas para entrar al mundo de estos artistas de la imperfección. Se consagran con “El ciudadano ilustre”, que ya ganó el premio al mejor actor en el Festival de Venecia para Oscar Martínez, acaba de ser elegida para competir por el Oscar y se mantiene sólida en las taquillas.
Noticias: ¿Cómo fusionarse en una profesión donde pesa tanto la impronta personal?
Gastón Duprat: No es tan inusual, tenés a los hermanos Coen, los Farrelly.
Mariano Cohn: Las Wachowski. Y en la música se da mucho.
Noticias: Acá no se da tanto.
Cohn: Acá no hay ni dupla ni de lo otro.
Duprat: Apenas hay cine (se ríen). Tiene algo lindo debatir los proyectos e ideas en vez de estar solos en el atelier. A veces se suma más gente, no somos un gueto impenetrable: está Andrés, mi hermano, director del Museo Nacional de Bellas Artes, que es guionista.
Cohn: También el productor, Fernando Sokolowicz, es parte del grupo de rock.
Noticias: ¿Los primeros trabajos que hacen son para televisión?
Duprat: No, lo primero es bien experimental. A fines de los ´90 hicimos “Televisión abierta”, el primer reality del mundo, antes de “Gran hermano” y seis años antes que YouTube Fue innovador. Amplió el abanico de lo que se permitía y se mostraba, lo abrió de una patada. Era disruptivo, no había conductor. Se rompía el concepto de famoso en televisión, que nos parecía vetusto, con la cámara en las casas de la gente. El público pedía una cámara a domicilio. Fue en esa época de ebullición de América.
Noticias: Pero la tele sigue siendo de los famosos.
Duprat: La tele es lo peor pero también, cada tanto, lo mejor. La tele no tiene que ser buena para gustarte. Es un error eso de “la tele de calidad”, no pasa por ahí. La tele en vivo es genial aunque sea malísima. El vivo es la innovación absoluta, cosa que el cine no tiene. Ahí no hay maestros, ni vacas sagradas, ni gente que sepa los límites del género, nadie sabe un carajo; entonces da libertad, permite la innovación consciente o inconsciente.
Noticias: Y hablando de calidad, ¿les gustan las series?
Cohn: Prefiero Fantino, “Intratables” o Mirtha antes que la mejor serie del mundo. Además a la pantalla del cine no le ganás con nada, la gente ve series como una ratita en una pantalla de once pulgadas con auriculares. En una película ponés toda la carne al asador. En cambio, en las series, esa dosificación manipuladora por capítulo, me parece amarrete.
Noticias: Entonces, el cine y la gran noticia de “El ciudadano ilustre”. ¿Cómo fue dirigir a actores tan diferentes como Oscar Martínez, Dady Brieva y Andrea Frigerio?
Duprat: Diría muy profesional en el caso de Martínez y en el caso de nosotros, también. No es que sepamos mucho del tema pero sí sabemos mucho de lo que queremos.
Cohn: Nos gusta tomar riesgos desde el casting. La inclusión de Andrea no es lo más convencional y es espectacular lo que hace. Dady y Oscar son un cóctel explosivo, una olla a presión.
Noticias: La película no es nada condescendiente con “lo argentino”, es muy ácida.
Duprat: Molesta con ese tema pero no dictamina nada al respecto.
Noticias: ¿Qué balance hacen sobre lo que pasó en Venecia?
Duprat: Fue muy bueno para la película estar ahí ya que rebotó por todos lados y nos trajo propuestas de filmación (en Italia y para remake de dos productoras, una inglesa y otra estadounidense) y ventas internacionales para el film a Francia, China, Japón, Italia, Alemania, Holanda, Estados Unidos, Australia y Canadá. La proyección fue impactante, el cine es enorme y estaba repleto. Cuando terminó, hubo una ovacion de pie de diez minutos, algo que los organizadores no recuerdan que haya pasado porque el público puede ser muy áspero. Aparte de Oscar, que fue reconocido, Andrea llamó la atención por la calidad de su interpretación: la felicitaron Mel Gibson y Jude Law.
Cohn: En el ranking del público que hacían en el festival, terminó primera.
Noticias: ¿Cómo surgió la idea de publicar los libros de Daniel Mantovani, el personaje escritor de Martínez?
Duprat: Surgió porque en la película no mostramos nada respecto de cómo escribe este escritor. Entonces decidimos, junto a Juan Boido y Marcelo Panozzo de Random House Mondadori, hacer real la novela del personaje del premio Nobel de Literatura argentino Daniel Mantovani. Fuimos los editores, delimitando lo que se iba a contar y en qué estilo. Lo escribió un “ghost writer” que, en realidad, es una escritor de primera linea que se mantendrá oculto. La idea es publicar las otras siete novelas de este Premio Nobel “fake”.
Noticias: ¿Se sienten parte de una generación de directores, desde los ´90 hasta ahora?
Duprat: Sí. Igual para superar aquello no había que hacer mucho.
Cohn: Siempre fuimos medio “outsiders”; no se sabe si hacemos tele, si hacemos cine. Siempre aclaramos que venimos de otro sistema.
Duprat: No sé si hay una generación. No me siento parte del cine argentino y latinoamericano, no me asocio con los otros directores por temáticas. Quizás más con Damián Szifrón o Lucrecia Martel porque tienen una visión renovadora, cada uno en su estilo. Pero no me siento parte de un colectivo. Me gusta ir al cine a ver películas sean argentinas o no. No es relevante, no me alegra si le va bien ni me entristece si le va mal.
Noticias: Hacer tele y hacer cine. ¿Cómo se juega el prestigio con el deseo de “pegarla” con un éxito?
Cohn: No es el motor “pegarla”. Sí hacer una película o un programa que presente una idea original, no por encargo. Tuvimos ofertas para hacer publicidades y nos resistimos. Siempre queremos hacer algo elaborado, artístico, innovador y con contenidos que podamos avalar una vez que está terminado.
Duprat: No es menos “Cupido” que “El ciudadano ilustre”. Tenemos prestigio como ideólogos de televisión porque hicimos cosas nuevas. En el cine es distinto: no tenemos carnet.
Cohn: A veces nos acusan de que nuestras películas son televisivas, como si fuese algo peor. La televisión puede ser un género artístico igual que el cine. Puede serlo.
Noticias: Armaron en 2003 el Canal de la Ciudad. Si hoy les ofrecieran la programación de un canal comercial o del estado, ¿qué harían?
Duprat: Ciudad Abierta lo fundamos con Jorge Telerman, que quería tener un canal con otra dinámica y otro concepto de cultura. Fue el primer canal de cultura de la Democracia, antes que Encuentro. Después nos fuimos, y como pasa con esas cosas, pasó a ser otra cosa, por decirlo de alguna manera. Nosotros nos especializamos en ampliar el abanico de lo que se podía hacer en la televisión: Televisión abierta, Ciudad Abierta y Digo, en la provincia de Buenos Aires. Son las tres experiencias más innovadoras de los últimos años de la tele. La idea es que la programación no dependa de lo que discrimina el director de ese canal.
Noticias: ¿Pero se sentarían a negociar con Suar, Tinelli y Rial?
Cohn: No podríamos, no sabría hacer eso. Preferiríamos opinar del tema que necesiten.
Requiere una capacidad física que no tengo, soy más perezoso que esa gente que trabaja 55 horas por día.
Duprat: Es muy difícil, no podría. Esa “buena televisión”, según los parámetros, no me gusta. Me gusta la fea televisión, la mala. No sería un buen directivo.
Noticias: ¿Qué les gusta o les gustó de la tele hecha por otros?
Cohn: “Cha Cha Cha”.
Duprat: Sí, Fabio Alberti es genial. De los dos “Todo por dos pesos” me gusta mucho más que Capusotto. Es sofisticado, complejo e irascible. Antonio Gasalla es genial.
Cohn: El año pasado, Lanata fue espectacular.
Duprat: Lanata me encanta. Él, no el programa, como conductor, lo que transmite más allá de lo que dice. Como espectador, uno siente placer viendo y no te gusta. Es el caso, como dijo Mariano, de “Intratables” y “Animales sueltos”. En el caso de Gasalla está bueno por donde lo mires. Como esas películas de acción yanquis que son malísimas pero igual las ves por la adrenalina que generan. Me encanta ver “Intratables”, pero no me parece ni inteligente, ni filoso. Es placer quizás medio morboso pero no es menos placer.
Leni González
@LenideEscalada
por Leni González
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