Juan José Gómez Centurión se refriega las manos. Luego de ser expulsado de su cargo como director general de Aduanas, tras una denuncia de Patricia Bullrich y del abogado Maximiliano Rusconi, el juez Ariel Lijo le hizo un guiño para ilusionarse con su regreso. La semana pasada, Gómez Centurión se reunió con funcionarios de Presidencia para hablar sobre su vuelta. Todavía no hay nada definido, pero ya está todo activado. Al menos, así lo dejaba traslucir el propio funcionario a sus allegados al cierre de esta edición.
El éxito del affaire Gómez Centurión radicó en su fama de incorruptible a la cual, todavía, le hace justicia. Pero su posición mejoró de manera exponencial cuando Elisa “Lilita” Carrió lo bendijo y lo definió como un “hombre honesto”. Luego de eso, fue invitado a sentarse a la “mesaza” de Mirtha Legrand y hasta fue celebrado como un héroe por haber denunciado la existencia de barriles de efedrina en un depósito fiscal, que estaban desde el 2011.
Denuncia. Si se mira en detalle la resolución del juez Lijo, se podrán apreciar dos cosas: la primera es que no se logró determinar la participación de Gómez Centurión en los hechos que se le adjudican –se habló de un supuesto pedido de coima para destrabar trámites aduaneros– y la segunda es que luego de hacer cruces telefónicos, análisis de videos y tomar declaraciones testimoniales, el juez pudo determinar que el resto de los imputados, encabezados por el empresario Oldemar Barreiro Laborda, habrían hecho contrabando. Y ese tipo de delitos se investiga en el fuero Penal Económico y no el fuero Federal. Es decir: si la denuncia se hubiera radicado de entrada en el fuero Penal Económico, los denunciantes se hubiesen ahorrado el papelón que implica una resolución judicial de este tipo.
Quienes conocen los detalles del caso coinciden en que la principal perdedora es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ahora tendrá que lidiar con este bluff. Eso sí, la próxima vez lo pensará dos veces antes de hacer una denuncia con información anónima. Mientras, Gómez Centurión celebra que la puerta de salida se haya convertido en una puerta giratoria.
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