La dirigencia de la CGT (nudo de todos los peronismos en el día de hoy) está conforme: el paro fue contundente.
El oficialismo está conforme: el hashtag #YoNoParo le ganó por varios cuerpos a #YoParo en las redes sociales.
La izquierda está conforme: aunque con algunos presos en Panamericana, se visibilizó en los cortes de los principales accesos a Buenos Aires y varias rutas del país.
Debutó la Gendarmería y está conforme: fue efectiva en la dureza de los desalojos y en el diálogo para las contenciones.
El conflicto social demostró que tiene bases profundas.
La defensa del Gobierno se amplía como corriente de opinión.
Los reprimidos y los represores de la Panamericana han ganado experiencia para el próximo encontronazo. Por exageración, ese choque violento es el símbolo de la jornada.
Si todo sigue igual, sólo queda prepararse para más de lo mismo.
Porque cuando todo sigue igual, todo empeora.
Lo importante ya no es hoy, sino mañana.
De paros politizados, gobiernos sordos y emergentes radicalizados estuvieron plagados estos casi 34 años de recuperación de la democracia. Componen, en gran medida, la lógica del fracaso nacional.
El país necesita urgente un gran acuerdo.
Es lo único que no se ha intentado todavía.
*Jefe de redacción de revista Noticias
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por Edi Zunino*
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