Contracultural, Andrés Reymondes es argentino, estudió composición y dirección orquestal, y ocupó durante ocho años la dirección general de Vice España. Tras recibir una beca de La Fábrica en Italia, continuó su trabajo en pos de la creatividad y la curiosidad. Hoy, con una red internacional y experiencia en “comprender cómo funciona el mundo”, Reymondes encabeza el proyecto de Vice para Latinoamérica desde Nueva York.
Con más de tres mil colaboradores en España y presencia en 40 países, Vice nació para pisar fuerte. Surgió hace 23 años como una revista punk alternativa en Montreal, Canadá. Su versión digital se expandió por el mundo y está por desembarcar con todo su potencial en América latina.
En 1994 Suroosh Alvi, Shane Smith y Gavin McInnes fueron los fundadores de la revista “Voice of Montreal” que despertó más dudas que certezas en cada publicación. Con la cobertura de movimientos contraculturales y el apadrinamiento de la incipiente movida “hipster”, uno de los medios más innovadores en contenido y plataformas, se prepara para posicionarse de forma integral en Latinoamérica en los próximos tres años.
Convergencia, la palabra más usada por los académicos del periodismo, deja diariamente miles de preguntas a empresarios, periodistas, usuarios e inclusive gobiernos. En este contexto donde la mayoría de sus usuarios son un público exigente el misterio es cómo llega Vice a posicionarse mundialmente. “Llegar a los jóvenes es difícil porque hay un tema con la confianza y el lenguaje y también con el desarrollo en el tiempo y nosotros llevamos veinte años haciéndolo y hemos aprendido”, afirma Reymondes y agrega que no es “sólo con el grupo de jóvenes sino con todo el mundo”. En orden ascendente: experiencia, datos y confianza son el cóctel necesario para fidelizar las audiencias.
Cubrir lo que está fuera de agenda
En diálogo con NOTICIAS, Reymondes sostiene que “para generar confianza hay que decir la verdad, contar cosas reales” y que “luego está el tema de contarlas con calidad y de una manera cercana, qué temática elegimos contar”. En ese sentido, el editor es tajante: “Fundamentalmente lo que hacemos es interesarnos por lo que no está siendo cubierto en los medios tradicionales”.
Casi como si estuviera a punto de develar la fórmula secreta de Coca Cola, Reymondes frena y afirma, entre risas, que “hay más pero, no te los voy a decir”. No todavía.
Pero si la base son las historias, es lógico que el argentino con acento español tenga que aclarar que esos relatos “siempre tienen que ser reales y transparentes”, aunque “a veces toca crudeza pero no podemos filtrarlas para decir lo que nosotros opinamos”.
La trayectoria de Vice está plagada de historias controversiales, innovación y ganancias. En 2016 Vice Media fue valuada por CB Insights en 4 mil millones de dólares. Por su parte, la medidora ComScore contabilizó más de 47.9 millones de usuarios únicos mensuales que pasean sus ojos por Vice. Las dos consignas que definen la política: estar en todas las plataformas y que cada proyecto sea autosustentable.
Autosustentabilidad es un concepto que deja temblando las redacciones digitales. Sin embargo, a lo largo de veinte años la diversificación en los productos y mercados le dan respuesta a Vice. Lograron el triunfo en la monetización de los productos. ¿Suerte, planificación o coyuntura? Reymondes atribuye ese éxito a animarse y al conocimiento del mundo. “Si fuera suerte o cosas vinculadas con economía y mercado no hubiéramos funcionado en cuarenta países. Yo dirigí Vice en España y Portugal en los últimos ocho años, países deprimidos por la crisis económica en Europa, de los más afectados y sin embargo es una empresa súper exitosa. Vice creció de cinco personas a 250", cuenta.
“La forma de hacerlo siempre ha sido vincular otro grupo de medios a otras marcas, porque al final son los que tienen más que ganar y nosotros también tenemos la posibilidad de aportarles algo interesante”, remarca Reymondes y agrega que, “de esta forma, invertimos en crecimiento de medios para crear contenido gratis para audiencias. Es así, es un sistema bastante claro y hay que tenerlo en cuenta y no tenerle miedo”.
Vice tiene una decena de canales, entre digitales y tradicionales que fidelizan audiencias a través de la calidad e innovación de las temáticas. La agenda de medios es como una piedra en el zapato. Entre sus productos hay noticias (Vice News), deportes (Vice Sports), gastronomía (Munchies), arte y creatividad (The Creator Projects), tecnología (Motherboards), artes marciales mixtas (Fightland) y desde el 2013 proyectos televisivos en el canal de televisión HBO.
Y desde allí saltamos a una de las jugadas más emblemáticas: el lanzamiento televisivo. Cuando las narrativas televisivas y el consumo se transportaron a redes sociales, ¿por qué tomaron la decisión de producir contenido televisivo? “Nuestro principal objetivo es estar en todas las plataformas. Somos multiplataforma. Somos agnósticos respecto a las plataformas, no creemos que ninguna es mejor. Sabemos que la mayoría de nuestro público está en el teléfono, en la comunicación online y digital pero queremos llegar de otra manera. Y hay muchas familias y público que por ahí no tienen acceso de consumo mobile. Y vaya, sí que nos parece interesante llegar”.
Todas las audiencias
Sin considerar que las nuevas formas de consumo sólo se asocian a los públicos más jóvenes, Reymondes atribuye el éxito en la televisión a considerar el consumo de todas las audiencias, “no creo que sea una cuestión de la edad. Es una cuestión de entender el mundo en el que vivimos ahora, de ser curiosos y tener información real. Lo importante es que las historias lleguen a todo el mundo”. Ante la kilométrica lista de innovaciones que se producen en el mundo, todavía “la televisión es un desafío más. Y nosotros tenemos nuestro canal de TV que es de una calidad única, nos interesa un montón. Y aporta otro tipo de llegada al público. Es otro tipo de vínculo”.
Vice se autodefine constantemente como un espacio para movimientos contraculturales y el próximo negocio en los medios incluye la apertura al mercado latinoamericano, que tiene como eje integrar las culturas hispanas y latinas. Vice abre su audiencia al mercado latinoamericano. La estrategia será un “acercamiento cultural”.
Latinoamérica en cuestiones de comunicación, arte y otros ámbitos presenta muchos matices, “si bien, es muy heterogéneo el mercado hispanolatino y latinoamericano, tenemos un montón de puntos en común y creo que es el momento de mostrarlo”.
El medio canadiense considera al idioma español como un eje fundamental para el desarrollo de las plataformas, pero atribuye que combinarlo con la influencia latinoamericana es una forma de “alimentar” los contenidos a los que apuntan.
“Al final Vice es un conglomerado de culturas”, afirma Reymondes, y cuenta que tener con oficinas en China fue positivo para la empresa, por lo que creen que la experiencia latinoamericana también será positiva. Para ello, ya cuentan con oficinas en Brasil y México, las cuales serán unificadas para que tengan “un sentido común, reglas en común y un nivel de calidad sistematizado”.
Contar historias
Durante su exposición en el Congreso de Periodismo Digital que se desarrolló en Córdoba el 2 y 3 de junio, Reymondes, que nació y se formó en Argentina, hizo especial hincapié en volver a contar historias y vincular ese negocio con las pasiones. Su análisis del panorama argentino, desde una perspectiva que atraviesa el mar, vuelve a replantear un viejo paradigma: la sensibilidad de las historias. Así es que destaca la poca impronta que le dan los medios a ese tipo de periodismo: “No es, tal vez, lo que más se ve en los medios más grandes porque no representan, pero sí hay una fuerte tradición de contar historias y buscar personajes extraños”. En su experiencia, es la calidad en el contenido lo que genera consumo, “Yo sí creo en las historias, es una buena forma de hacer noticias y periodismo y me parece que a veces son la punta del iceberg de temas muy grandes”.
¿Y por qué volver a hacer periodismo contando historias? Contar historias, implica informar con una mayor sensibilidad sin dejar de lado situaciones coyunturales, “cuando fue la crisis económica en Europa no hablamos de la crisis en sí, sino que apuntábamos a personas con problemas reales que luego en su historia estaban representadas todas las problemáticas de las crisis”, recuerda Reymondes y destaca que “es una forma de entrar mejor a la audiencia y que se sienta identificada y aporte de su lado”.
Entonces, en un momento donde los medios buscan posicionarse en arenas movedizas, la competencia no deja espacio a las primicias y “las audiencias crean más contenido que los creamos contenido”, aprender a contar historias de forma accesible, sensible y real es una acción que podría dar más herramientas de las que los periodistas imaginamos. “Argentina tiene un papel muy relevante en eso, los argentinos somos muy cuenta historias, nos encanta hablar y también hemos tenido una tradición por muchos años. ¿Si va funcionar? Claro que va a funcionar, a través de historias, seguro. Ya hemos probado en 40 culturas distintas y a esta la conozco”.
por Florencia García
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