Este miércoles finalizó el plazo para inscribir los frentes que pretendía competir en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias. Sí, las PASO, una idea implementada por el kirchnerismo y que el propio kirchnerismo no utilizó más que aquella vez en la que Aníbal Fernández y Julián Domínguez se enfrentaron para definir un candidato para la provincia de Buenos Aires.
Para no romper con la tradición, Cristina Fernández de Kirchner tampoco irá a internas en estas PASO en las que su ex ministro Florencio Randazzo, en un lapsus de lucidez institucionalista, quiso obligarla a participar. Cristina, que no pareciera no estar dispuesta a competir con quienes ella no cree que estén a su altura –o sea, nadie– terminó por inscribir un frente nuevo con el cual irá a las elecciones por fuera de la estructura del Partido Justicialista, o lo que queda de él.
Sin embargo, mientras muchos nos preguntábamos qué diría Randazzo de la decisión de su ex Jefa, se nos pasó por alto un dato colorido: dentro del armado del frente, Cristina dejó afuera a MILES, el partido de Luis D'Elía, quien pedía que la expresidente compita por fuera del PJ.
De este modo, MILES, un partido que también es integrado por el exgobernador boenaerense Gabriel Mariotto, el ex lider de Quebracho Fernando Esteche, y el multiprocesado ex vicepresidente Amado Boudou, no formará parte de Unidad Ciudadana, un armado que incluye a Martín Sabbatela y su Nuevo Encuentro, el Kolina de Alicia Kirchner, el Frente Grande, el Partido para la Victoria y el Compromiso Federal del camaleónico Alberto Rodríguez Saá.
Menos de 24 horas después, en el programa que D'Elía tiene en Radio Rebelde, el dirigente dio su opinión sobre lo ocurrido. Lo hizo a través de un audio grabado en el que comenzó recordando a "la mujer que hizo la Patria, que nunca pensó en ella, que siempre pensó en primero la Patria, la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación, la única razón por la que nosotros militamos en política". No hablaba de Cristina, sino de Juana Azurduy.
Luego, D'Elía afirmó que le "llena de satisfacción esto que pasó", ya que él mismo sostiene que "el kirchnerismo es un nuevo sujeto histórico, que no es la corriente interna de ningún partido político". Asimismo, sostuvo que le "alegra mucho" que su "visión estratégica hoy sea la visión de Cristina".
Sin embargo, dentro de esa comentada alegría, hubo un palo para los "traidores": al hacer referencia a la versión que indica que el accionar de Cristina fue un guiño hacia los intendentes del conurbano que despreciaban la idea de contar con D'Elía, Esteche y Boudou en cualquier armado electoral, el dirigente de La Matanza afirmó que "lo tiene sin cuidado" y que "va a militar por Cristina, porque Cristina es pueblo, Cristina es Perón". D'Elía no piensa lo mismo del resto de la lista, ya que "en las últimas dos elecciones nos cagaron 40 diputados que traicionaron y votaron con los buitres".
Por ello, D'Elía terminó por inscribir su propio frente, al que denominó "Encuentro Popular por Tierra, Techo y Trabajo" y que se encuentra integrado por MILES, y una docena de partidos muchos de los cuales no cuentan con reconocimiento legal, lo cual prevé un nuevo conflicto en puerta.
La idea del dirigente es competir también por afuera del armado de Cristina, desafiando su decisión, al proponer que se corte boleta y que se elija a Cristina Senadora, y su listado como diputados. Compartió su idea en Twitter al retuitear la encuesta de un seguidor. Y como otras veces que el dirigente compartió encuestas, también le salió mal.
"A mí me hace muy feliz que Cristina haya dado este paso, porque es lo que propuse durante seis meses en soledad", reiteró cerca del final Luis D'Elía, aunque no aclaró en que parte de su propuesta se encontraba que se entere de su descarte de forma indirecta y, tras pedir explicaciones, le digan "es la estrategia que vos planteaste y te tiene de víctima a vos". Por Whatsapp. El responsable de hacerle saber los motivos de su descarte fue Juan Tignanelli, segundo de Máximo Kirchner en La Cámpora. D'Elía se tuvo que conformar con muy poco. Para el Cristinismo, una vez más, existe un discurso de halago a la militancia y la fidelidad, y otra cara de la moneda en la que priman la imagen y los votos.
Finalmente, ratificó su compromiso militante al afirmar que "hay que ir por la reforma urbana, por la reforma agraria y la reforma tributaria, para que los ricos vuelvan a pagar impuestos". Todo esto dentro de un plan macro que consiste en "parar este genocidio generado por el hijo de mil puta de Macri".
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