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SOCIEDAD | 06-08-2017 01:57

Influencers, los creadores de una nueva fama

Comenzó como un juego y se convirtió en un gran negocio. Cómo lograron su fama, por qué los buscan las marcas y cuánto cobran. Secretos de un influyente en las redes. Mirá el ranking

Jugar al fútbol en primera, tener una banda de rock o ser actor de televisión fueron los tres grandes sueños que durante muchos años tuvieron los chicos y adolescentes. Pero eso pasó a ser historia. Hoy, cuando se les pregunta qué es lo que quieren de sus vidas, muchos aseguran que lo que anhelan para su futuro es ser alguien influyente en las redes. Es decir, influencers, el nuevo oficio del Siglo XXI.

Youtube, Instagram, Facebook, Snapchat y Twitter son las principales redes sociales que hoy existen en el mercado. Allí, lo que para algunos chicos de entre 19 y 24 años comenzó hace un tiempo como un juego, terminó convirtiéndose en un trabajo que, aunque parezca increíble, actualmente les genera ingresos de hasta 400 mil pesos mensuales a los más exitosos.

Si nombramos a Ruggero Pascuarelli o a Belu Lucius, más de un adulto se preguntará “¿Quiénes son?”. Sin embargo, los adolescentes –la nueva “generación Z”– no sólo los conocen sino que los siguen en las redes y pueden describir cada uno de sus post. Y a diferencia de los adultos, ellos sólo se preguntan: “¿Qué tengo que hacer para ser como ellos?”

Los influencers son los nuevos ídolos juveniles y llegaron a ese estatus por un camino inverso al tradicional: no necesitaron de la tele sino que son una especie de cuentapropistas de la fama. Muchos de ellos, como Flor Vigna (@florivigna), Sol Pérez (@lasobrideperez), Nati Jota (@natijota) o Grego Rossello (@gresorossello) llegaron a la televisión después de haber explotado de clics en Instagram. Y así fue cómo las distintas marcas empezaron a buscarlos para promocionar sus productos en el nicho digital.

El poder de influencia que estas nuevas estrellas tienen sobre sus seguidores es superior al del propio Marcelo Tinelli. NOTICIAS seleccionó a los 10 jóvenes argentinos más seguidos en Instagram y, entre todos, suman casi 20 millones de followers (seguidores), la mitad de la población de nuestro país, según el último censo.

Cambio de paradigma. Hace apenas unos años, ShowMatch hacía no menos de 25 puntos de rating. En la actualidad, con un promedio de menos de 20 puntos debido a la baja en el encendido, sigue considerándose exitoso. La irrupción de las nuevas tecnologías cambió la forma de entretenimiento. “Los chicos ya no miran TV, su televisión está en Youtube, Netflix o cualquier tipo de plataforma que le permita ver lo que se les de la gana cuando ellos quieran, frenarlo o repetirlo las veces que quieran”, explicó a NOTICIAS Paul Ferreyra, uno de los más reconocidos representante de influyentes en redes.

Este cambio fue clave para el nacimiento de esta nueva generación de protagonistas y creadores de contenidos, orientados a los principales usuarios de estas nuevas plataformas.

“Los nuevo influencers responden a una necesidad de expresión de estos tiempos”, explica a NOTICIAS José Luis Massa, fundador y CEO de Club Media Network, compañía pionera en el país en lo que respecta a la representación y profesionalización de estos artistas sociales. “Los medios centrales tradicionales, por alguna razón, se van alejando de los jóvenes, y ese vacío es llenado por estos nuevos canales de difusión. Lo que hicieron las plataformas fue ponerlo al alcance de todos, volverlo más dinámico y revolucionaron la cultura y la manera de entretener”, explica Massa, quien trabaja con uno de los segmentos más cotizados de la industria de los Influencers 2.0: los youtubers, artistas ignotos para el gran público que, sin embargo, convocan miles de adolescentes en sus presentaciones. En el 2015, esta empresa trajo a la Argentina al español “El Rubius”, uno de los youtubers más famosos del mundo. “Lo que pasó en la fest fue increíble”, recuerda Massa. Más de 90 mil personas demostraron que la aparición de los nuevos influencers no era algo pasajero, sino que llegaba para quedarse. “Es como un Woodstock de influencers. Es impresionante lo que generan en sus seguidores”, opina Massa.

Sin más herramientas que las mismas redes sociales a las que todos tienen acceso, estos jóvenes hoy son ídolos de multitudes, pero comenzaron experimentando. “Todos empezaron probando, divirtiéndose. Hasta que llega un momento que dan el salto y empiezan a querer generar más contenido para seguir conectados con esa gente que los sigue y comienzan a ver que lo que hacen es un oficio y hay que profesionalizarlo”, aseguró Massa. Son capaces de llenar estadios y generar una total devoción entre sus admiradores, con club de fans y declaraciones de amor incluidas. “Los jóvenes consumen artistas que sienten que son muy similares a ellos y, en este caso, el contenido de muchos otros chicos en las redes genera gran identificación”, dice Massa. Incluso, el Gobierno Nacional advirtió el éxito de estas nuevas estrelas y destinó un pabellón en Tecnópolis para que den charlas.

El gran negocio. De a poco, los jóvenes empezaron a ver que lo que era una diversión podía convertirse en una fuente laboral del nuevo milenio. Así, la actividad de los influencers nativos de la web se volvió un oficio. El dinero y los potenciales negocios comenzaron a tomar impulso, permitiéndoles a estos jóvenes consolidarse como referentes. Así fue como marcas y grandes empresas que comercializan productos para las nuevas generaciones comenzaron a recurrir a ellos. “Cuando yo empecé, hace unos siete años, conseguir que una empresa se animara a invertir 3.000 pesos para publicitar en las redes era imposible. Hoy, vienen solas y juntos armamos las campañas”, explicó Ferreyra.

Seguidores y likes (Me gusta) son la clave para comenzar a recaudar. ¿Y el marketing? Una foto o un video publicitando una marca. “Todos comienzan chiveando por canje de ropa, pero llega un momento que se dan cuenta que el negocio es más grande y quieren cobrar”, explicó Ferreyra.

¿Cuánto pagan las empresas? Un posteo de una foto publicitaria de un influencer que alcanza entre 35.000 y 70.000 likes le cuesta a una marca entre 25.000 y 40.000 pesos. Y si se trata de un video, la suma asciende hasta más de 50.000 pesos. Hay casos excepcionales en las que las empresas llegaron a pagar sumas de hasta seis cifras por un post.

“En el caso de los generadores de contenidos en YouTube, la plataforma tiene un mecanismo por el cual abona al dueño del canal en base a un algoritmo propio que incluye la permanencia de los usuarios, la cantidad de vistas al video y la comercialización del mismo”, dice Massa, quien agrega que un artista que genera entre 11 y 15 millones de vistas por mes, gana alrededor de 15.000 pesos.

Pero el negocio no termina ahí. Los influencers también son contratados para hacer presentaciones en boliches, eventos y viajes estudiantiles. Incluso, son convocados para programas televisivos cuyo fuerte no está en el rating sino en las redes, como “Combate” (El Nueve), o “#Redes” (ESPN), donde participan Vigna, Rossello y Nati Jota. A estos jóvenes, el negocio puede generarle ganancias por encima de los 300 mil pesos mensuales.

Para gran parte de los argentinos continúan siendo unos desconocidos, pero lo cierto es que los influencers digitales, jóvenes armados con un teléfono celular o una cámara, son cada vez más buscados y se están convirtiendo en los más cotizados del mercado publicitario.

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por Pablo Berisso, Marcos Teijeiro

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