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EMPRESAS | 07-09-2017 19:13

Los emprendedores deben innovar si quieren triunfar en los negocios

La diferenciación de los productos y los servicios y la capacitación del personal son claves.

Pensar en innovación y competitividad parece difícil para las

empresas locales, sumergidas en disputas sindicales, cambios

regulatorios o altos costos. Sin embargo, salir de ese

“coyunturismo es el principal desafío para comenzar a innovar”,

aseguró Santiago Murtagh, presidente de la red sobre excelencia

competitiva EXC. Murtagh habló el 30 de agosto en el primer

foro sobre innovación y competitividad, que reunió a empresas,

academia y Gobierno para abordar retos de la gestión en las

organizaciones en el Ministerio de Ciencia.

“La innovación está al alcance de todos, debemos descubrir lo que

nos diferencia del resto y generar innovación sobre esa piedra

angular”, recomendó el jefe de EXC. Las jornadas sirvieron de

marco para lanzar el Premio Nacional a la Calidad en Gestión de

la Innovación, que distinguirá en 2018 a las compañías que

muestren resultados exitosos en ese aspecto. Además, se

presentaron herramientas que usarán “los empresarios para

navegar estos tiempos de cambios de paradigmas, consumidores

desafiantes e incertidumbres macroeconómicas”, agregó Murtagh.

Ocurre que los relevamientos de la red indican que las compañías

tienen interés en innovar “pero no encuentran mecanismos

formales para hacerlo”, reconoció Jorge Ferreiro, director de

innovación de EXC.

El camino del emprendimiento. “La Argentina pasó de próspera a

superada por sus vecinos regionales porque sufrió la caída del

precio internacional de productos que exporta”, sostuvo Jorge

Guzmán, profesor de la Sloan Business School del Massachusetts

Institute of Technology (MIT), uno de los disertantes

internacionales del foro. Por eso, consideró, el país necesita una

nueva estrategia de política económica direccionada a

emprendimientos regionales basados en innovación: “En lugar de

competir con otras regiones por recursos y mercados, cada una

busca su ventaja comparativa y se apoya en los factores que la

hacen única. Porque cuando cada región se enfoca en esos

elementos que la diferencian para competir, el crecimiento en

toda la región es generalizado”. Sin embargo, alertó que los

riesgos pasan por “ser impacientes con una transición de este tipo

y querer enfocarse en cada área, no sólo en las que tenga ventajas

competitivas”.

Competitividad y formación profesional. Durante el panel

centrado en competitividad, fue Marcelo Baccini, gerente

comercial de Ternium, quien dijo lo que todos los empresarios

murmuran: “Somos un país caro y poco productivo”. Y

ejemplificó: “El costo laboral argentino es de 18 dólares por hora,

mientras que en México y Brasil es de 8 y 13, respectivamente”.

Alberto Schuster, de la consultora Abeceb, añadió que “el desafío

argentino es mejorar la productividad y trabajar en su capacidad

asociativa”. Consultado por la implementación de robots o

inteligencia artificial para mejorar la situación, el especialista

aclaró que nadie duda de ese futuro: “Pero no podemos dar saltos

de gigante cuando aún no resolvimos temas como la inflación que

nos impiden ser competitivos”. La única solución, según él, radica

en trabajar la cadena productiva: “Esta vez no nos salva una

devaluación sino la productividad de la cadena integral”.

En ese sentido, el experto en educación Alejandro Bernhardt, de

Esade Business & Law School, y el economista Eduardo Levy-

Yeyati, de la Universidad Torcuato Di Tella, coincidieron en que

es clave pensar la educación y el trabajo del futuro para preparar a

los alumnos desde la escuela. Además, pronosticaron que las competencias más reclamadas por las empresas serán aquellas

vinculadas a la empatía y el relacionamiento, o sea, habilidades

blandas que hoy no son núcleo de la formación en management.

Asimismo, reclamó Levy-Yeyati que “el empresariado nacional

aún no entendió que donde más puede aportar valor es en la

formación profesional, y esa debería ser la nueva responsabilidad

social empresaria”.

Talento, cambio y gobierno corporativo. Otra conclusión del foro

fue la importancia de contar con un buen gobierno corporativo

como diferencia competitiva, sobre todo en pymes. Para Marcos

Ayerra, presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV),

“es un gran paso en la sustentabilidad de las organizaciones y los

inversores profesionales del mundo lo exigen, aunque en la

Argentina no está desarrollado”. Andrea Grobocopatel, ahora

directora en la Fundación Flor, recordó la historia de la sojera Los

Grobo: “De ser pyme, pudimos pasar a gran empresa por pensar,

justamente, en gobierno corporativo. Es un salto que das con

buenas prácticas y un buen directorio”.

Sobre la gestión del talento, Karina Neter, gerente del área en

Molinos, confesó que es “muy laborioso trabajar en el desarrollo

de la gente sin vulnerar el compromiso y, para eso, es importante

las capacidades y puntos débiles de cada uno”. En tanto que

Guillermo Willi, chief people officer de Globant, recomendó a los

directivos que “se animen a generar confianza con su gente para

lograr comunicación sin temores y desechar modelos prefijados”.

Para Verónica Carabajal, responsable de desarrollo en Unilever,

las acciones sobre comunicación y reconocimiento “nunca

parecen suficientes, por lo que las empresas apuestan mucho a

herramientas que den visibilidad a las personas que destacan”. Por

último, Ricardo Cruz, director de unidades de negocio en

Andreani, aseguró que “cuando se piensa en innovación se

vinculan cambios rupturistas donde ocurren ideas transformadoras

que generan modificaciones hacia el futuro” y, en la actualidad, la

gestión del cambio debería centrarse en dar “mayor participación

a los colaboradores, recuperar el lugar de aquellos que manejan las operaciones diarias y agregar valor al desempeño, haciéndolos

partícipes de la totalidad de los procesos”.

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