Marcelo Tinelli se convirtió en una víctima de sus propias decisiones. Hace cuatro años, se asoció al grupo Indalo que, era conocido, vivía de la publicidad oficial del kirchnerismo y soportó -en pos del show y del negocio- un estilo empresarial que ahora se le vuelve en contra. El conductor denuncia más de 25 millones de dólares de deuda y 37 cheques rechazados por parte del holding. Por eso, decidió rescindir su contrato con el Grupo Indalo, que legalmente aún pertenece a Cristóbal López y Fabián De Sousa (porque la Justicia frenó la venta al grupo OP Investments), y que es dueño de Ideas del Sur, la productora creada por el conductor.
“Te dan cheques sin fondos, no te pagan lo firmado y desaparecen. Después aparecen otros nuevos y te extorsionan. En 35 años no vi nada igual”, había afirmado a fines de octubre Tinelli y ahora dedició llevar su enojo a los hechos. Así dio por terminado el contrato de exclusividad que lo unía con la empresa hasta el 2020 inclusive, aunque decidió no ponerle fin al de conducción de “Showmatch”, que finaliza con el último programa en diciembre.
Indalo no sólo le debe el 70 % del sueldo de 2017, sino que además nunca le abonaron el 19% de las acciones de Ideas que Tinelli decidió venderles en abril de 2016. Además, redujeron drásticamente el presupuesto del Bailando, razón por la cual el propio conductor pone plata de su bolsillo para la caja chica e, incluso, para el pago de algunos sueldos, con el fin de que el ciclo televisivo salga al aire. Tinelli canceló el "aquadance" por sus altos costos.
De hecho, el mismo día que se anunció la venta de Indalo, José María Figuerero y Santiago Fontan Balestera, sus abogados, debían reunirse con Fabián De Sousa, socio de Cristóbal López, para destrabar los 37 cheques rebotados. Se dio a conocer que el holding era vendido y el encuentro fue suspendido.
Según pudo saber NOTICIAS, la gota que colmó la paciencia del oriundo de Bolívar fue la falta de voluntad de pago de quienes pretenden comprar Indalo: "OP Investments". En una reunión con los abogados del conductor, las autoridades del grupo encabezado por el financista Ignacio Rosner advirtieron a Tinelli que ellos pretendían adquirir el holding sin deudas, por lo cual no se harían cargo de abonar lo que la gestión de Cristóbal López le debe, o que le devolvían Ideas del Sur, algo que tampoco aceptó el periodista por la enorme deuda que tiene su antigua productora.
Por este motivo, los representantes legales de Tinelli presentaron un escrito de tres hojas en un juzgado de instrucción, informando que denunciaron a Cristóbal López para frenar la venta del Grupo Indalo, integrado por 170 sociedades. Según el entorno de Tinelli, la "insolvencia fraudulenta y estafa" se ve en que de todos los cheques emitidos por el Grupo sólo los librados a nombre del conductor fueron rechazados.
A pesar de la denuncia, la venta ya se encontraba frenada por la oposición de la AFIP, mientras el juez Julián Ercolini investiga a López por adeudar más de 8.000 millones por no pagar el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) a través de Oil Combustibles.
Puja
“Showmatch” continuará hasta el 11 o 18 de diciembre. La solución vendrá de parte de El Trece, ya que será el canal del Grupo Clarín el que se haga cargo de costear los aproximadamente 3 millones de pesos que cuesta cada emisión en vivo de “Showmatch”. A cambio, el canal le exigiría a Tinelli aumentar el porcentaje que a ellos le corresponde de la Publicidad No Tradicional (PNT) de cada programa, una de las principales fuentes de facturación.
El almuerzo del jueves 9 entre Tinelli y los máximos responsables de la programación de El Trece, Adrián Suar y Pablo Codevilla, sirvió justamente para ultimar los detalles sobre cómo seguirá el programa a partir del 2018.
Tinelli está dispuesto a crear una pequeña productora para, en una especie de coproducción con El Trece, seguir con su programa los próximos dos años, en principio, con cuatro emisiones semanales y sin la intermedicación de Indalo. Esta nueva empresa estaría a cargo también de los programas satélites, para los que el conductor ya habría cerrado horas de aire.
Venganza
El desembarco del "cabezón" en el Grupo Clarín no sería del todo celebrada por un actor muy importante: el Gobierno nacional. La sintonía entre Cambiemos y el multimedios pasa por un gran momento y desde el macrismo no verían con buenos ojos este "rescate" a Tinelli, alguien que consideran "los traicionó" en 2015, cuando permitió que Daniel Scioli cerrara su campaña en el piso de su programa.
Además, desde hace rato que Cambiemos ve potencial político en el bolivarense. En el 2005, Macri mandó a medir la intención de voto del conductor y el resultado fue contundente: 7 de cada 10 porteños lo hubiera votado como Jefe de Gobierno. Y eso asustó a los macristas. Estos resquemores, que incluyeron las disputas por el control de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la creación de la Superliga de fútbol, parecen no haber quedado en el olvido.
En este ambiente convulsionado, con enemigos políticos y el grupo mediático más fuerte del país que lo apoya y lo necesita en pantalla, Tinelli dio el primer paso para intentar salir indemne de la situación conflictiva en la que se metió al asociarse con un grupo de medios que dejó de facturar millones con el fin del kirchnerismo.
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