En España, el consultor catalán que asesoró a Cristina Fernández de Kirchner en la campaña 2017 prende la notebook y llama por videoconferencia a un nuevo cliente. En Buenos Aires, Sergio Massa se acomoda en su silla y atiende a Antoni Gutiérrez Rubí.
La secuencia se repite una vez por semana. Cuando Massa no está en sus oficinas de Avenida del Libertador, el español habla con Diego Bossio, que asumió el rol de jefe de campaña que antes desempeñaba el cuñado del tigrense, Sebastián Galmarini, ahora abocado al armado territorial.
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Las conversaciones virtuales con Gutiérrez Rubí ya se notan en la estrategia de Massa, que después de varios intentos electorales con la idea de representar la “avenida del medio”, busca dar un volantazo para no volver a fracasar. En las últimas semanas –quizá desde que empezaron las videollamadas– se lo ve en un rol netamente opositor y todas sus acciones se resumen con un nuevo hashtag: #HayAlternativa.
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Cerca de Massa explican a NOTICIAS que Gutiérrez Rubí aún no tiene un contrato firmado, pero que va camino a convertirse en su consultor estrella.
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